Sarcasm. ~Richie Tozier y tú

Capitulo 2

Llegamos y comencé a contarles lo sucedido.

- Vaya. ¿No te da miedo aquel tipo? -pregunto Stan.
- Un poco, pero estoy confiada en que esta en buenas manos.
- Uh te cagaste...- dijo Richie pasando su brazo por detrás de mi.
- La seguridad ha empeorado muchísimo. Nada es seguro en realidad. Todos tienen miedo de salir. - dijo Ben.
-Entonces, ¿que carajos hacemos aquí?
- Te queremos escuchar, hace mucho que no lo hacíamos. -dijo Stan guiñando un ojo.
-Se los agradezco en verdad.

Nos fuimos y yo caminaba con Richie.

- Me preocupas Rayitos.
- ¿Por qué?
- No mames, ¿no escuchaste las noticias?
- Vivía en Estados Unidos pendejo.
- Raios... bueno es que entrevistaron al loco que provocó la balacera...
- Marcus...
- Ese pendejo. -reímos- Lo entrevistaron y confesó que su esposa y una niña le han robado todo y también fue motivo para su ira. Así que cuando salga en realidad estarás en problemas...
- No me puede hacer nada.
- ¿Como? Nunca estás segura.
- Los te go a ustedes... supongo que me ayudarán.
- Yo daría todo por ti.

¿Richie Tozier acaba de decir eso?
Khe

- Gracias.

Llegamos a mi casa.

- Esta mejor está casa que la anterior.
- ¿Lo crees?
- Estas en frente de mi...
- ¿Richie que carajos te comiste?
- Tu madre ayer aunque no lo creas... no la verdad llegaste hoy... olvídalo.
- Andas muy...
- ¿Muy?
- Muy...
- ¿Sensual? Siempre chiquita.
- Chiquita tu cosita.
- ¡Oye! Bájale a tu rollo.

Me reí y em se rio.

- Si, ando muy romántico... pero la verdad es que mi ser inmaduro...
- ¿Acabas de aceptar que te comportas como retrasado?
- No... si... bueno es que al gustarte alguien estás en la pendeja.
- Oh, es bueno saber eso...
- Lo dices sarcásticamente...
- Ya me conoces.

Se rio y me abrazo.

- En serio este ha sido el mejor día de mi vida.
- Igual el mío.
- Te extrañe.
- Ya me lo dijiste mil veces Ricardo.
- Quiero que te quede claro, Rayitos.

Nos separamos y entré a la casa.
Afortunadamente no había llegado Nancy, así que no recibiría ninguna paliza. Prendí la tele y comencé a ver la televisión. Me asome a la ventana y alcancé a ver a Richie también asomándose. Oh raios ocúltate we.
Acabo de pasar el momento más incómodo de mi vida...
Pero lo amo...
Que carajos le pasa a mis neuronas...

{...}

Sin darme cuenta, me encontraba en mi cama tapada y a Nancy a lado de mi abrazándome y dormida. Yo estaba despierta ya, mirando al suelo y admirando una chancla en el suelo. Queda una semana para entrar a clases. No tengo materiales ni mochila ni estuche. Y con lo que me encanta tener miles d e materiales me urge ir a un lado a comprar todo lo necesario para mis notas beias. Me separé de mi madre y me metí a bañar.

- ____, ¿quieres ir de compras?
- ¿En serio iremos de compras?
- Pusieron una nueva plaza, me han dicho que es increíble.
- Esta bien.

Me bañe y me arregle. Me puse mis tenis de siempre y pantalones nuevos... pero no dejan de estar rotos. Una blusa de tirantes verde militar y amonos prro.

Llegamos y la verdad la plaza estaba más que pasable. Habían locales de música, de ropa... no jodas.
Una tienda de patinetas y todas esas pendejadas. Le señale la tienda a mi madre y entramos. Habían patinetas nuevas, no como la mía toda puteada. Habían normales y con la madera de abajo rojas, azules... no jodas. Morada. Las ruedas tienen las tuercas pintadas de dorado. Las ruedas blancas y la madera... pues morada xdxd. Tenía un diseño extraño pero padre. Aparte del fondo morado tenía un estampado con rombos dorados. La tome y la admiré como por 10 minutos. Llego un empleado...

- Se ve que te gustan las patinetas. ¿Porque no lo pruebas?
- ¿Se pueden probar?
- ¡Por supuesto! Si pasas más allá todos prueban sus patinetas para ver si son las adecuadas.

Voltee a ver a Nancy y entramos al otro cuarto para probarlas.

Esto es el paraíso.
Rampas y hoyos para practicar y hacer trucos.
Para ser sincera, habían más personas de estar lado que del otro. Era obvio, ¿quien no quiere probar algo totalmente gratis? Pues no se pero quien no que pendejo.

- Te espero afuera, si te gusta me avisas.

Se fue y yo le sonreí.
Bien, ahora a ver si me sales los mismos trucos que con la otra. La solté y la eché a andar. Observé que todas las niñas estaban en patines... pero ni crean que eran de mi edad... técnicamente era la única adolescente, y las miradas de los niños eran un poco incómodas. Me dirigí a una rampa. Empecé a escuchar susurros que decían "Mira a aquella chica. ¿Crees que sepa andar en patineta?".
No pendejo por eso estoy aquí.

Ahora estoy nerviosa por culpa de todos los que me están viendo.

La aventé con el pie, me subí y me fui hasta arriba de la rampa. Caí y logré hacer una pirueta con la patineta.
Escuche a todos hacer.
"Woooooooooow"
Como si no hubieran visto alguien hacer esto...
Me la pasaba subiendo y bajando haciendo diferentes trucos. Un niño pequeño iba a través de la rampa. ¡Quítate pelotudito!

- ¡Niño! ¡Cuidado!

Nunca volteó y se quedó parado.
Mierda.
Ya iba de bajada y me iba a estampar en El Niño.
Mierda que hago.
Estaba en medio del camino bajando. Lo único que podía hacer era brincar y pasar encima de él. Y eso hice. Me impulsé, tome la patineta con las manos y pegada a los pies y caí en el suelo. Casi me caigo, pero logré no pegarle al niño.
Ahora me miraban más personas.
¿Y su me voy de aquí?
Vámonos.

- ¡Oye!

Puta madre.
Voltee para no verme mala...

- ¡Hola! Soy Erick Anderson.- extendió la mano.
- ____ Kenig. - dije dándole la mano... siento que es de esos niños que ven algo y van atrás de ello...
- En verdad gracias por tratar de no golpear a mi hermano.
- Ah, no hay de que. En verdad le hubiera pegado terrible.
- Si lo vi...-me miro e hizo un gesto. - ¿No estaba en la secundaria de Derry?
- Si, hace un año.
- ¡Cierto! Eras chica nueva.
- Cierto...
- ¿Porque te has ido?
- Problema familiares, pero ya estoy de nuevo acá.
- ¡Genial! Bueno, espero verte allá pronto.
- Claro... hasta luego.
- ¡Adiós ____!

No grites mi nombre imbecil...
Ups, esa palabra es exclusiva para Richie...

Ame la patineta. Por lo que note es más suave y rápida que la que tengo. Pero no quiero hacer que gaste el dinero Nancy.

Salí y me dirigí a ella.

- No está tan cómoda.
- Te acabo de ver siendo una héroe. En verdad... ¿No te gusto?
- Bien si, me encanto.
- Sera tu regalo de regreso a clases.

La abracé.