Estoy en el suelo de mi habitación, llevo más de una hora llorando sin parar, tengo miedo.
Mi corazón está encerrado en una jaula y hay días en que las paredes se cierran tanto que duele, tengo la llave, pero me da miedo abrir la cerradura.
Aparento estar bien, paso el día entero sonriendo, y llevo una vida "tranquila", pero por dentro estoy destrozada; vivo con un miedo constante, y hay días en los que ya no quiero seguir.
A pesar de no estarlo, me siento sola, nadie se detiene a pensar en lo que siento, nadie ve mi fragilidad, se empeñan en destruirme con sus palabras, con su indiferencia, y con sus acciones.
Busco mis navajas, son mi forma de confirmar que sigo viva, que lo único muerto es mi fortaleza, pero hasta para eso soy cobarde.
Hice una promesa, dije que me cuidaría, que no volvería a hacerme daño, pero es muy difícil, no creo poder soportar este sufrimiento.
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Mi Escape
Teen FictionSer adolescente y vivir con problemas de ansiedad es algo muy difícil. Ese sentimiento asfixiante que te impide llevar una vida normal, que no te deja entrar a lugares concurridos sin sentir que vas a morir en cualquier momento. Ese es mi día a...