Él Si Es Mi Tipo. [Percico AU]

XVIII

Percy tranquilamente le había preguntado a Nico cuando era su cumpleaños y este sin pensarlo mucho le contestó.

—28 de enero... ¿Por qué? —No le tomó mucha importancia a que Percy le preguntara eso, pero se arrepintió cuando vio la impresionada mirada en la cara de su amigo.

—¡Eso fue hace dos meses! —Percy exclamó con algo de sorpresa— ¿Por que no me lo dijiste? Pudimos haberte celebrado tu cumpleaños junto a los chicos.

Después de eso Percy hizo un mohín, su típica cara de cachorro regañado y eso solo hizo que Nico se sintiera algo mal por habérselo ocultado, simplemente no le agradaba mucho celebrar su cumpleaños.

Después de unos minutos en los que Percy no habló (extrañamente) este se puso de pie de donde se encontraba (la silla en su habitación, mientras que Nico estaba recostado en su cama jugando a algo en su celular) y mostró en su cara que se le había ocurrido una idea.

—Oh, maldición. —murmuró Nico.— Tienes cara de que se te ha ocurrido algo, por favor dime que no es lo que creo que es..—

—¡Tendremos una fiesta de cumpleaños súper-atrasada hoy mismo! —Nico bufó, si había sido lo que él pensó. — ¿Se te había ocurrido lo mismo que a mi? ¡high five! —alzó su mano esperando que el chico pálido chocara su mano, en cambio en cuanto sus palmas estuvieron a punto de chocar Nico simplemente desvió su mano e hizo el tan reconocido dab. —Oh, tu no acabas de hacer eso.. —dijo Percy con tono amenazante.

—Lo hice. —Admitió Nico y seguido de eso Percy sonrió maliciosamente a la vez que se subía sobre Di Angelo y comenzaba a hacerle cosquillas, a causa de esto Nico comenzó a reír incontrolablemente mientras golpeaba varias veces a Percy con sus puños pero sin lograr dar en el blanco.

Sus risas fueron interrumpidas cuando escucharon la puerta de la habitación de Percy siendo abierta, parada ahí se encontraba Sally Jackson, la madre de Percy. Rápidamente Nico se sintió avergonzado. — Es hora de la comida, Percy deja de torturar medievalmente a Nico por favor y vengan a comer. — en el rostro de Sally se encontraba una amable y comprensiva sonrisa, lo que hizo que Nico sintiera cálido en su pecho.