Escribiendo

Capítulo 1-GirlBoss

"Girlboss", suena a palabra positiva, tipo "Sonríe hoy puede ser un gran día" y todas esas frases que nos van diciendo cada día pero que nunca cumplimos, ni pensamos. Pero esta palabra, por fuera puede parecer eso, pero por dentro me suena a independencia, trabajo, responsabilidad, y éxito, cosas que quiero conseguir en mi vida, y es por eso que estaba allí, tumbada en una camilla tatuándome esa palabra en el brazo, concretamente en la muñeca. Me dolía mientras me clavaba el tatuador ese pincho, e intentaba distraerme mirando la sala donde estaba. Era una sala un poco claustrofóbica, bueno también cabe decir que yo siento claustrofobia en cualquier sitio donde no haya ni una sola ventana. La sensación de angustia también la producía el hecho de que tres de las cuatro paredes que me rodeaban estaban llenas de dibujos enmarcados, y no dibujos que hacen los niños con cinco años que ves puestos en las paredes de la sala de tu médico de cabecera, si no de esos dibujos que se suele tatuar la gente, como calaveras, plantas súper oscuras, líneas curvas, y habían muchas más cosas pero tampoco me quiero enrollar aquí explicando los "bonitos" dibujos que habían allí, pero una cosa muy peculiar que había y que me puso de los nervios era un espejo, y ahora estaréis pensando: Pero si siempre en este tipo de sitios hay un espejo, porque iba a ser peculiar?. No era un espejo cualquiera, era un espejo no muy grande de un estilo barroco y justamente situado a dos palmos de mi cara, es decir, si tú te girabas podías ver tu cara de sufrimiento. En mi caso podía ver mi cara como un tomate, los ojos llorosos y la expresión típica de "Puf, es solo esto? Pues no me está doliendo nada".

Después de pasar unos treinta minutos aproximadamente el tatuador me dijo por fin:

-Ya esta, a partir de ahora tendrás que...

Él iba diciéndome todos los cuidados que tenía que me, pero la verdad es que no escuché nada. Por fin tenía el tatuaje hecho, por fin tenía esa palabra pigmentada en mi piel con finas líneas. La verdad es que me sentí muy feliz en ese momento, pero después volví a escuchar a ver que me decía el tatuador.

-Te apuntaré todo por si acaso en un papel

Buff...menos mal, porque yo ya me veía mirando videos en Youtube de "cuidados de un tatuaje".

Entonces ya simplemente pagué lo que tenía que pagar y me fui de aquel sitio tan oscuro. Sigo esperando que haya un sitio de tatuajes que no sea ni oscuro, ni con mil calaveras en las paredes.

Después de media hora en el autobús por fin llegué a mi apartamento, no había nadie ya que vivo sola, bueno no, en verdad vivo con mi gato Áslan, es un Mist Australiano ,se porta bastante bien la verdad, espero que cuando crezca siga portándose así de bien.

Dejé mi abrigo y mi mochila encima del sofá e inmediatamente me senté en mi cama y me puse a escribir en mi cuaderno. No es un cuaderno cualquiera, y tampoco penséis que es como mi diario, soy ya mayor para eso, pero a veces sí que me apetece escribir las cosas que he sentido ,o cosas increíbles que me han pasado ,es como si me desahogara de todo conmigo misma, o con el cuaderno. También a veces suelo dibujar, no penséis que dibujo como Picasso, ojalá, pero espero ir mejorando. Pero dejando atrás lo del dibujo, la gente normal llama a sus amigas o amigos y les cuenta su vida diciéndoles que han comido, o lo que les ha pasado mientras caminaban en la calle. Antes yo era así, pero luego llega un momento que te dices a ti misma "A la gente no le importa lo emocionante que es tu vida, somos así de egocéntricos, así que sé tu propia amiga". Y en vez de hablar conmigo misma de alguna cosa que me ha pasado, lo escribo en esa libreta.

Luego también puede que estéis pensando: pero y si necesitas un consejo?. Yo siempre he pensado que nosotros mismos nos solucionamos los problemas, que quien toma al fin y al cabo las decisiones eres tú, entonces porque no ser tú tu propia heroína y salvarte tu misma.