Cartas a Elisa

Carta 30017/1

Querida:

¿Elisa te has dado cuenta ya o no?

Seguiré hasta que lo obvio se haga tan tú.

Aquella noche después del incidente y los días posteriores hubo guardia doble,pasadas dos semanas otro ataque tubo origen en el sector sur un bloque inferior dejando uno vivo.

Mmm...cada que escucho sobre esto recuerdo a los niños jugar en el pueblo aquellos que corrian entre la multitud,los desastrosos,los que jugaban con insectos y vasos,una vez mientras comprabas fruta vi una cabellera marrón solitaria;me acerque a su lado y pensé en voz alta -pobre animal,que clase de juego.- y este me respondió luego de sorprenderse no había notado mi presencia- No importa,al final yo soy superior y jugare todo lo que quiera-.

El ruido de unos pasos en la madrugada me saco del sueño,un soldado llamo a la tienda por nosotros con la justificación de ser enviados a una expedición urgente.

La carnada debe salir dije ese día y mi compañero me miro malhumorado no le gustaba mi perspectiva de la realidad,luego de salir hasta ahora escribiendote noto que fuimos los únicos al tanto, el resto seguía su turno diario esperando ordenes,caminamos junto a otros quince soldados no les vi nada particularmente llamativo a las afueras de lo que quedo de nuestro bloque habían otros una cantidad parecida a la nuestra pero notábamos la superioridad,mentiría si te escribiera que no me puse nervioso al ver a yulius,aun sin su caballo tenia una armadura resaltante y un aire de veterano al igual que el resto.

Los seguimos sin preguntar nada durante unas horas tres horas yo evalúe el camino desierto con pequeños torbellinos nada inusual excepto aquella sensación de ser observado por todos.

Dan así es llamado aquel hombre que lucho a mi lado algo tosco pero amable en privado,me aparto del resto y me contó que se decían rumores sobre nosotros lo mire desconcertado -quedamos muchos luego del ataque como para destacar no crees -conteste y él solo subió los hombros -ambos sabemos que esa no es la razón por la cual estamos aquí.
-Esten atentos - ordeno el comandante la primera palabra desde iniciado el viaje ya lo estaba apenas entramos a la maldita cueva gigante... lo siento me exalte al recordar ese pedido querida.

-Formación D- volvió a ordenar,el simplemente...hizo que se protegieran la espalda... dejándonos al resto fuera -lo supuse - había dicho Dan de un suspiro, tomo mi hombro y dijo -como la ultima vez - sabes querida fue la sonrisa más sincera que le pude dar.

Cada paso avanzando se hacia más oscuro llegamos al punto de buscar luz mientras sacamos para hacer antorchas o algo, el sonido rebotante de una piedra al caer nos puso alertas sacamos las espadas atento al ataque, pasaron unos minutos y nada creo que eramos vigilados desde un inicio.

Puesto el fuego, escuchamos un gruñido tenia el tamaño de una persona solo pude verlo un momento era rápido para su tamaño se me hizo "gracioso" los comentarios de los guardias al lado del comandante o más bien lo que paso.

-Estos malditos cachorritos mataron a tantos- reían casi todos - el comandante no se inmuto, no aguante y le respondí -entonces que haces ahí atrás -impertinente carnada callate o te matare yo mismo -Me respondió-.
Dan aguanto la risa y dijo mientras intentábamos ubicar exactamente al cachorro - saben tienen razón en algo,son cachorros pero no solo estos atacaron - De un salto escuche salio de la oscuridad un grito un hombre nuestro y digo nuestro por que también era carnada, fue arrastrado dejando un rastro de sus manos clavadas en la tierra seca.

¿Que estamos buscando?¿por qué no vinieron más?¿Alguien sabe que estamos aquí? Sonaron desesperados el resto de los compañeros nerviosos.
Me sentí mal no puedo negartelo pensé que seria mi final y lo único que tuve hasta ahora fue suerte,estas bestias cazaron lentamente a los que sostenían la luz.

Eran inteligentes lograron matar a unos dos en esos momentos pero sabia que estábamos en la maldita boca del lobo,choque espaldas con Dan nerviosos sin escudo solo se escucharon gritos en la oscuridad los que huian murieron primero el comandante aún seguía escondido.