t r o u b l e

1.4K 187 63
                                    

(+3000 palabras)
(Conectado con Calico Cat)
(Seokjin como un cocinero, Namjoon... ¿?)

P.O.V Seokjin.

Ya hace rato que mantiene su mirada fijada en lo que estoy haciendo. Me pone de nervios. Lo bueno es que no soy completamente un empleado de los que atienden clientes, soy más como un trabajador interno. Soy el cocinero en jefe, no creo que sea adecuado para mí que esté yendo de aquí para allá con una bandeja. Pero últimamente he tenido que presentarme cordialmente ante los personajes importantes que han estado transcurriendo el restaurante. Se ha vuelto muy famoso estos meses, incluso más que antes. Nuestra paga a subido de unos 2 ceros a una cantidad absurda, y bueno, me siento orgulloso de mi esfuerzo.

Sin embargo, hay algo que me incomoda de todo este asunto, y es el hecho de que conozco la razón de este repentino crecimiento. Y sí, es el hombre que me ha estado viendo la espalda cada vez que voy a atender a alguien. ¿Acaso tiene tanto tiempo de sobra como para observar mis movimientos uno a uno? Bueno, qué podemos decir. Es un multimillonario, no creo que necesite siquiera mover un músculo para comprar un riñón.

Me quedé pensando sobre ello, y el hecho de que este reconocimiento se deba a ese hombre y no a mi propio esfuerzo, hace que mi orgullo se rebaje a la mitad. Quizás soy mal cocinero, y esto es una mezcla de sobrevaloración, cosa que he odiado con mi vida desde que era un crío. Agité la cabeza de un lado a otro y puse mi pecho en alto. Soy un adulto noble, sé manejar mis problemas, y estoy seguro que haré lo que sea para que esta recompensa sea realmente merecida, aunque sé que, absolutamente, la tengo merecida. Sonreí para mis adentros y di unas 3 palmaditas a mi hombro en busca de auto-aliento. Era momento de hacer una nueva presentación. Un extranjero de 51 años que tiene una larga cadena de cafeterías pidió mi presencia, al parecer dio buenas vistas a nuestra comida, así que ha solicitado la palabra del chef en jefe, y ahí entro yo. Apuesto joven de 28 años, ojos color almendra, y cabello, en ese momento, castaño claro.  De rostro suave y cuidado, tez ni tan pálida ni tan bronceada, con mejillas sonrosadas naturalmente.

Ese día llevaba maquillaje simple. Delineador, un poco de base, una sombra ligeramente oscura en los párpados, la cual realmente no se notaba, un brillo que lo único que hacía era mantener mis labios de muchas formas menos resecos, y mi pelo estaba peinado hacia un lado. Me veía como todo un príncipe... no, un rey. A quién engañamos. Me veía como el Dios de la hermosura. 

Dejé de hacerme halagos a mí mismo y acomodé mi delantal negro. Llevaba un uniforme sencillo de chef. Una camisa blanca abotonada con mangas largas, un delantal negro y el típico gorro que resulta mucho más incómodo de lo que crees. Le avisé a mi chef asistente Jeonseok que saldría a saludar y él asintió, siguiendo con el trabajo. Estiré mis dedos y salí de la cocina, con la espalda recta y con el rostro más encantador y sereno que pude poner. Me obligué a no mirar en dirección al hombre de labios carnosos y besables, el cual me miraba desde su mesa, mientras se tomaba un vaso con vino. Moví mis caderas con gracia y me sentí más ligero, debía verme natural, ser cortés con el hombre. Quizás y conseguía un nuevo aumento. 

Cuando estuve frente a este, sonreí. Suavemente me quité el gorro e hice una reverencia como saludo. Se veía maduro, pero de esos que seguro sabían levantar mujeres sólo chasqueando sus dedos. Lástima que no es mi tipo, no la voy a los mayores ricachones. Prefiero los hombres que derrochan juventud, babyface, con voz profunda, piel suave, tez morena, alto, ojos oscuros y sonrisa perfecta y contagiosa. Hoyuelos... y... pelo despelucado, inteligente, a veces torpe, bueno con las palabras, sobreprotector y que sepa cómo tratar a alguien exigente y orgulloso como lo soy yo. Tragué saliva. Inconscientemente describí a una persona que estaba odiando hace unos segundos.

TROUBLE ☾ n.j OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora