En la ciudad de Tokio cierto chico peli-celeste estaba corriendo llevaba puesto su típico uniforme de escuela paso por las calles hasta que divisó la entrada del instituto santuario, en la entrada del instituto estaba un chico peli-verde esperándolo.
- Albafica vamos llegas tarde.
- lo siento me quede dormido- dijo Albafica cansado- primer día y llego tarde.
- vamos entremos antes de que nos regañen el primer día.
Salón de clases.
- silencio- dijo el maestro entrando al salón de clases- buenos días me llamo Itia y seré su maestro de historia, antes de comenzar la clase permítanme presentarles a dos nuevos compañeros, pueden entrar- Itia le dio una señal a Albafica y a Degel quienes entraron al salón- pueden presentarse a la clase.
- mi nombre el Degel Aquarius y soy de Francia tengo 18 años vivo con mi padre Krest espero que podamos llevarnos bien.
- mi nombre es Albafica Rose y soy de Japón tengo 17 años yo también vivo con mi padre y también espero llevarme bien con ustedes y que podamos ser amigos.
- muy bien tomen asiento.
Degel y Albafica tomaron asiento algunos chicos miraban a los dos jóvenes con miradas lujuriosas sobre todo a Albafica quien noto algunas de esas miradas sobre él al finalizar la clase Albafica y Degel se fueron a sus casilleros.
- oye Albafica he notado como te miran algunos chicos.
- eso lo se pero no me interesa ninguno de ellos- dijo Albafica tomando sus libros para marcharse seguido de Degel.
- solo digo nunca has tenido una cita antes.
- y tú sí.
- bueno he tenido algunas.
- salir con tu padre no cuenta como cita.
- nunca te cuento todo amigo.
- ¿enserio has tenido alguna cita?
- sí, fue hace como dos años no salió muy bien el tipo era todo un patán.
- por esa razón no tengo citas todos los hombres son iguales conmigo, solo me quieren por mi cuerpo nada más- dijo Albafica mirando a Degel sin mirar por dónde camina y terminó chocando con alguien- lo siento no me fije por donde iba.
- tranquilo fue mi culpa, permíteme ayudarte.
- gracias- mirando la cara de la persona con la cual chocó- yo.....bueno....yo
- eres nuevo verdad.
- sonrojado- si soy nuevo y tú eres nuevo......porque lo pareces...quiero decir.....no debes ser nuevo se ve que ya eres viejo....hay....no quiero decir.....- Albafica trato de expresar mejor sus palabras mientras Degel lo mira con una ceja levantada- bueno...yo.
- oye tranquilo- acariciando la cabeza de Albafica- ten tus libros.
- gracias.
- nos vemos- yéndose de la vista de Albafica.
- vaya sí que eres un picaron- dijo Degel golpeando a Albafica con el codo.
- estás loco, él no me gusta.
- nunca mencione que te gustaba.
- sonrojado- bueno pues yo.
- olvídalo ya vámonos.
Degel y Albafica entraron al salón de clases, Albafica al momento de entrar al salón reconoció al chico con el que había chocado, vio una silla vacía junto a él y decidió sentarse.
- hola de nuevo.
- hola lamento mucho la extraña charla que tuvimos.
- descuida, por cierto me llamo Manigoldo.
- yo soy Albafica.
- tienes un lindo nombre.
- gracias.
Después de la clase Albafica estaba con Degel en una mesa en el patio del colegio comiendo su almuerzo en ese momento llega Manigoldo acompañada de otro chico.
- hola les importa si nos sentamos.
- claro no hay problema- dijo Degel antes de que Albafica hablara y dijera que no- mucho gusto me llamo Degel.
- hola Degel soy Manigoldo y este es mi mejor amigo Kardia.
- hola eres francés verdad- dijo Kardia tomando la mano de Degel para darle un beso provocando que este se sonroje.
- ¿cómo supiste que era francés?
- lo supuse, por tu forma de hablar y por la forma en que caminas.
- Kardia es muy bueno adivinando la nacionalidad de las personas.
- ¿enserio?
- aunque te cueste creerlo, digo la verdad dice que heredó esa habilidad de su padre ya que el también era bueno para eso.
- eso es fantástico- dijo Degel mirado a Kardia- dime de que país crees que es Albafica.
- Degel no preguntes eso.
- ¿qué tiene de malo? solo va a decir de que país eres, ni que fuera a decir que todavía eres virgen.
- Degel ya basta- dijo Albafica sonrojado de vergüenza.
- bueno si el chico no quiere no digo nada.
- gracias.
- aguafiestas- dijo Degel cruzando sus brazos mientras inflaba sus mejillas.
Los tres chicos terminaron de almorzar y regresaron a sus clases, después de la escuela Albafica estaba frente a la entrada ya que había comenzado a llover y no había traído su paraguas.
- ¿no te gusta salir de la escuela?
- muy graciosos Manigoldo, olvidé mi paraguas y Degel ya se fue a casa le dije que no me esperara pues un profesor quería hablar conmigo.
- si quieres podemos compartir mi paraguas.
- gracias pero creo que mejor llamo a mi padre y le pido que me recoja- sacando su teléfono pero estaba sin batería- hay no.
- uhhhh que lastima y bien quieres ir conmigo o prefieres correr para ver qué tan seco llegas a casa.
- bien me iré contigo, pero no hagas nada raro.
Manigoldo solo sonrió y comenzó a caminar junto a Albafica hacia la casa de este, durante el camino hubo un pequeño silencio hasta que llegaron a la casa.
- bueno aquí es.
- es una casa muy hermosa.
- gracias, ahora que sabes donde vivo no planeas acosarme verdad.
- ¿qué? jamás haría eso, puede que tenga la apariencia pero no soy un maldito pervertido- dijo Manigoldo indignado por lo que Albafica dijo- deberías conocer mejor a las personas antes de juzgarlas.
- lo siento no era mi intención insultarte de esa manera- dijo Albafica inclinándose frente a Manigoldo- por favor perdóname.
- no te preocupes, nos vemos mañana a la escuela.
- claro adiós.
- cuídate- Manigoldo se fue de la casa de Albafica y comenzó a caminar en a la suya pensando en Albafica- Albafica eres una persona muy hermosa, no sé cuánto tiempo me lleve pero te hare mi pareja, porque me he enamorado de ti.
Hasta aquí llega el primer capítulo espero que les haya gustado y lamento que sea muy corto pero los dos primeros capítulos son de introducción ya a partir del tercero comienza la historia, espero les guste esta nueva historia