Introducción.

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Atención.

Antes de que lean esto es algo que le pasó en el pasado a una de las protagonistas de esta historia.

Es solo para que lo tengan en cuenta antes de llegar a confundirse.

Casi Dieciocho años atrás...

Narrador:


«Correr. Sobrevivir. Correr. Sobrevivir»

Era lo único que se repitió en mi cabeza una y otra vez recordándome que el tiempo era oro. Llevaba media hora corriendo con un solo propósito.

«Encontrarla antes que ellos»

Sus abuelos, sus padre y toda su familia en general me mataran si no llego pronto.

Los árboles pasaban y pasaban y yo corría a todo lo que daban mis piernas, saltando las raíces de los árboles más grandes que pueden llegar a medir veinte metros, pasando sin importarme las horribles criaturas que pasaban por mi lado. Ahora sólo importaba encontrarla, encontrarla antes que ellos.

«Queda poco» Pensé. Debía empezar a frenar, sino, lo más probable es que me golpeara con una de las paredes laterales de la casa.

Fui frenando y ante mi estaba la construcción. Seguí corriendo pero con más calma y no de manera desesperada y desenfrenada. Ellos no habían llegado.

Entre en la casa, la madera crujía bajo mis pies, las ventanas rotas le daban un aspecto siniestro y triste, «Brujas» Pensé con verdadero asco.

Mi corazón estaba a mil por hora, palpitaba de manera vertiginosa. Tendría que apresurarme, no había mucho tiempo. «Leila, diosa de los cazadoras. Dime que eh llegado a tiempo» Supliqué con ímpetu.

Los largos pasillos se me hacían eternos. Iba caminando de forma calmada, quería retrasar lo máximo posible que cuando estuviera en la habitación... Ella no estuviera.

— Caroline— Dije con alivio al verla en su cuna, viva. Lloraba, sí pero seguía viva.

Me acerqué ignorando todo a mi alrededor y llegué a su pequeña cuna. La mire, era una bebita preciosa, morena de ojos castaños y pelo oscuro, me miraba con decisión y curiosidad «La mirada de una verdadera cazadora» Pensé con adoración. Su llanto había cesado apenas estuve en su minúsculo campo de visión. Estaba cubierta en una manta negra y tenía una camisa gris clara. La cargué envuelta en esa capa negra y debía admitir que era perfecta.

Con mucho cuidado me decidí a cargarla.

— Te llevaré con tu familia, pequeña— Dije y ella estaba en silencio. Me miraba fijamente, como si me entendiera. En mis cuatrocientos años de vida nunca me había topado con una bebé tan lista.

Puso su delicada mano en mi cara y sonrió, una sonrisa sin dientes que me pareció adorable.

— Jake— Dije señalándome.

— Caroline— Dije tocando su nariz.

Su sonrisa se borró y escuche un ruido que provenía de abajo.

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⏰ Última actualización: Jan 19, 2020 ⏰

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Ella Es Cazadora #WATTYS2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora