DULCES SUEÑOS - DESEOS OCULTOS (Yan/Shi)

DULCES SUEÑOS - DESEOS OCULTOS

Oneshot II

Tribu del Fuego - Ciudad de Ceniza - Pabellón Rubí

Se abre una puerta dando paso a una bella mujer, dejando tras de sí al cerrarla todos los problemas que su joven corazón carga.

- Por fin otro día termina, por fin puedo llegar a ti, se les escucha decir.

Se prepara como cualquier mujer haría a la espera de su amante por llegar, lentamente se desviste para bañarse y poder refrescar con ello su cuerpo y mente, de todos los juegos mentales y mentiras que se ocultan afuera del resguardo de su habitación.

En medio de la bañera que contiene todas las esencias que su cuerpo necesita, empieza a quedarse dormida, pero su mente se niega. - No de nuevo, no puedo, aquí no, prefiero tenerte en mi lecho. Piensa despabilándose del sueño, saliendo raudamente para terminar de alistarse, con tal la noche aún es joven y recién está entrando en su apogeo.

Termina de secarse y empieza la ceremonia que realiza todas las noches untando aceites, cremas y perfumes, perfumando por completo su cuerpo, sabe que aunque sea un espejismo a él siempre le gusta su olor, ya que lo susurra cada vez que la tiene para él.

Desnuda camina hasta el tocador cogiendo un cepillo perdida en sus pensamientos empieza a desatar cada enredo de la larga cabellera.

"Alguna vez, haz visto una princesa tan hermosa como yo", trae a su memoria algunos pasajes del paso de su vida a su lado.

"Gonzhu", quieres que toque para ti", una cálida sonrisa se desprende de su faz.

- Si quiero que toques para siempre para mí. Le susurra al vacío despertando de sus pensamientos.

Terminando de peinarse, camina al vestidor y se coloca un delicado camisón que hace tiritar su piel por su suavidad.

La noche está cálida decide dejar al viento entrar, abriendo la puerta del balcón es bañada por la luz de la luna que se cuela entre las cortinas.

"Es el momento", suspira dirigiéndose lentamente a su lecho echándose en medio de él, sin cubrirse recarga su cabeza en los suaves almohadones.

- Espero no tardes en llegar, cerrando sus ojos empieza a quedarse dormida en el tal ansiado sueño, sus sueños son donde todo se hace realidad, donde lo puede alcanzar, donde él es tan suyo como ella lo es de él.

En sus sueño no existe la guerra que los separa, no existe la venganza que carcome su corazón, en su sueño él la añora, la necesita como ella lo necesita a él, en su sueño él no la rechaza y sólo quiere tenerla a su lado, en su sueño solo son ellos dos nadie más.

- Princesa, lo siente llegar, ya está a su espalda atrayéndola a él, apretándola contra sí como si temiera que ella fuera a escapar.

- Mírame princesa, se le escucha susurrar, pero no, no lo haría siempre en su corazón tiene miedo de que al abrir sus ojos en su sueño el desaparezca trayéndola de nuevo a la realidad, así que en vez de abrirlos los cierra con más fuerza.

- Yan Da, por favor se le escucha suplicar, esparciendo besos en su cuello, mordiéndolo delicadamente, sabiendo perfectamente lo que sus caricias causan en ella.

Ella no puede más al sentir como sus labios viajan desde sus mejillas hasta posarse nuevamente su cuello y abre lentamente los ojos, encontrándose con esos ojos azules que tanto ama, los cuales solo en un sueño como este la miran con amor y ternura, siendo diferentes a los ojos de la realidad que la miran con desprecio y frialdad.

- Ying Kong Shi, susurra su nombre, el nombre que tanto dolor y felicidad le causa nombrar.

- No sabes cuánto te he extrañado, responde su príncipe soñado arrastrándose a su labios con fervor, ella es débil ante él, siempre débil, aunque este despierta o soñando, siempre será débil a ambos hombres, aunque este hombre que la besa con tanto amor es sólo el príncipe solo está en sus sueños, ella no le importa aun así corresponde su pasión.