Al momento de ponerme el traje y peinarme parecía otra persona, ya no era aquel medio nerd de lentes gruesos, era alguien interesante incluso para mi solo. Salí del cuarto y me dirigí a la cocina, tenía hambre o quizás eran nervios, así que me comí una galleta. Un tiempo después, muy después, escuché a Rubén. En ese momento me entró pánico... la sirvienta!
Corrí hacía arriba tratando de hacer el menor ruido posible, y fui al cuarto de huéspedes y abrí de un empujón la puerta y no lo pude evitar.
- JAJAJAJAJAJA, qué haces?- estaba tirado en el suelo, con una bolsa plástica en el pie.
- Me estaba poniendo el traje- dijo Rubén. Y si efectivamente se estaba poniendo el traje, mis sospechas de la sirviente ninfomana desaparecieron. Pero ¿qué trataba de hacer?
- Pero para qué es la bolsa plástica?- le pregunté
- Antes de traer el traje a tu casa, lo modifiqué y lo ajusté para hacerlo skinny, pero este no es stretch.
- Quítatelo- le dije. Y lo hizo. El pantalón era prácticamente un embudo, de tela cara, que no estira. Le habían cortado los pedazos de tela sobrantes, no se podía hacer nada para volverlo a la normalidad.- Si, esto es irreparable, te daré unos de papá, te pones y nos vamos estamos retrasados.
- Bueno.- dijo Rubén.
Le pasé un pantalón de mi padre, eran grandes pero le quedaban, parecía el payaso de la boda, excepto que en las bodas no hay payasos. Y nos fuimos.
Cuando llegamos a la iglesia ya habían muchas personas sentadas esperando la llegada de los novios, dado que Santiago aún no había llegado, por lo tanto, mucho menos Lizzey. Para mi desagrado, vi a alguien quien no debía estar ahí, o no podía mejor dicho. Memphis, el hermano de Santiago. Me acerqué a él y le dije:
- Qué tal Memphis?- le tendí la mano a lo cual no correspondió.
- Y tú eres?- preguntó con desdén.
- Acaso ya no me reconoces, tan diferente estoy?- le respondí.
- Ahora que lo pienso... Estanislao Ferrell?
- El mismo. ¿Qué haces aquí? Tú no eres bienvenido.- dije devolviéndole el mismo desdén.
- Desde cuando tú eres quien decide está invitado a la boda de mi hermano?- se rió con desprecio. Y tenía razón de hacerlo. Quien era yo?
- No importa quién sea yo, lo que importa es que se cual es tu intención al venir a la boda, y no se te ocurra arruinarle la boda.
- Más pareces tú la novia que Lizzey.- me dijo.
- Y tú pareces el que siempre fue rechazado,o bueno, lo eres.- la cara de Memphis cambio de su color natural a rojo.
- No perderé mi valioso tiempo hablando con un resentido social como tú, ve y busca otra persona para molestar.- los argumentos se le acabaron y ya no supo que hacer.
- JAJAJAJA. Sabes que Memphis, deberías irte directo a comer mierda, y si no encuentras creo que Rubén está cagando en este momento. Si te place ve a buscarlo a los baños y te marchas de aquí.- le dije
- Me las pagarás.
Se dio la vuelta y tomó su camino, a un asiento de la iglesia, al parecer no se iría. 10 minutos después llegó Santiago. Sudaba demasiado para un día tan fresco. Me acerqué.
- ¿Qué tienes?,oh y a propósito, tu hermano está aquí.
- Memphis está aquí?! Y que quiere?- no lo sé, trate de averiguar pero salió a la defensiva, lo mande a la mierda.
- Lao! Cállate estamos en la iglesia.- dijo Santiago a regañadientes.- No te preocupes por él, solo déjalo, que no nos quite el tiempo ni se lleve toda nuestra atención, hay que disfrutar este día.
- Tienes toda la razón, ahora hay que colocarnos en nuestros lugares.- dije
- Oye, y Rubén?- preguntó Santiago.
En ese momento se venía asomando Rubén, tan chistoso como recordaba que había entrado al baño, y se fue a colocar directamente a su lugar, nosotros hicimos lo mismo.
5 minutos luego de eso, llegó Lizzey, se escuchó la tan común melodía de bodas, y empezó a caminar hacia el altar, se veía más hermosa que de costumbre, vi como a Santiago se le llenaban los ojos de lágrimas al verla caminar hacia su lado. Yo me sentía con temor de llegar a la parte del que se opone, Memphis trató de tener una relación con Lizzey pero ella nunca le correspondió, en cambio a Santiago si.
Memphis luego de salir de preparatoria se encaminó en la misma industria del padre, pero falló, haciéndolo perder 10 millones de dólares, por lo cual este fue desheredado, la noticia recorrió todo lugar, y el padre de Santiago lo echó, y le dijo que no volviera hasta que recuperara el dinero. Nadie en la ciudad quiso darle donde vivir, dado que todos eran millonarios y él era un joven con sed de dinero para poder ser perdonado. Así que se fue y juró no volver.
El padre llegó a la tan ansiada parte y clavé mi vista en Memphis, y el clavó la suya en la mía y esbozó una media sonrisa. Algo tramaba. No dijo que s exponía a esa unión pero aún sentía esa preocupación que a lo mejor fue lo que experimente al momento de comerme la galleta, ya que no se me quitó esa sensación.
La misa terminó y las personas empezaron a salir hacia la recepción, que era en la parte más alta de la ciudad, a 1 km del centro. Memphis no tenía invitación, y Santiago no lo invitó, su interacción fue un contacto visual y una sonrisa fingida. Lizzey ni siquiera lo quiso ver.
De último pase yo, sentí que su mirada quería escupir balas y matarme, levanté una ceja en su dirección y le sonreí. Pase de largo cuando sentí que una mano tomó mi brazo derecho y me tiró.
- Cuídate Ferrell.- dijo Memphis.
- Es esto una amenaza?- pregunté viéndolo directo a los ojos.
- No claro que no, solo te deseo lo mejor, por eso quiero que te cuides, no sabemos cuándo será nuestro último día de vida, ¿ no crees?
- Muchas entonces. - moví el brazo de forma brusca para soltarme.- Ya suéltame, me arrugarás el saco.
Seguí mi camino, pero tenía un mal presentimiento. Llegué donde estaba Lizzey, Santiago, Rubén y Piarlak.
- Te estábamos esperando.- soltó Lizzey.- Qué hacías?
- Estaba en el baño, y creo que tengo que ir a mi casa antes de llegar a la recepción. Podrían ir a dejarme y yo llego luego?- dije
- Si claro que si, súbete.- dijo Lizzey
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La historia del millonario que queria vivir como pobre
AdventureUn chico adinerado, cansado de la vida cómoda y rutinaria, asiste a la ostentosa boda de su mejor amigo, en el lugar más caro de la ciudad, su vida da un giro ese día en la boda. Un grupo de hombres cubiertos de la cara entran, con pistolas en mano...