Youngjae y su pareja, después de casi dos años de relación, han decidido irse a vivir juntos. Los padres del menor ya le habían dicho que tal vez se estaba precipitando un poco y que dos años puede que no fuesen suficientes para conocer realmente a alguien, pero Youngjae ha optado por no escucharles. Confía en Jaebum y siendo exactos le conoce desde mucho antes aunque formalizaran su relación hace relativamente poco. Y hasta ahora se sentía bien con su decisión, las cosas iban genial: El mayor se había encargado de buscar un piso asequible para los sueldos de ambos -que no eran demasiado altos- y parecía tan o incluso más ilusionado que él.
Ahora mismo se encuentra desempacando la última caja en el pequeño salón con Jaebum cantando a su lado mientras le ayuda. No tiene palabras para describir la satisfacción que siente cuando termina de ordenar el último objeto, solo puede dejar la caja en el suelo y lanzarse al sofá.
-Esta ya es definitivamente nuestra casa -Suspira cuando el mayor se sienta a su lado.
Jaebum no responde, se limita a asentir sin fuerzas y apoyar la cabeza sobre el hombro contrario. Youngjae acaricia su cuello y mejillas, pasando sus pulgares por las marcadas ojeras del mayor.
-¿Quieres ir a la cama? -Jaebum le mira con una ceja levantada y él vuelve a hablar antes de que el mayor lo haga- A dormir, tonto. No tienes buen aspecto, ¿está todo bien?
-Sí, será solo el cansancio por la mudanza, no hay de qué preocuparse.
Youngjae asiente no muy convencido y deja un pequeño beso sobre su frente antes de levantarse dirigirse hasta la que sería a partir de entonces la habitación de ambos.
El menor había pensando que un par de días después de que todo el lío con el nuevo piso hubiera pasado, Jaebum recobraría un buen aspecto, pero no había sido así. Él lo niega, por supuesto, y Youngjae sabe que le miente, que hay algo que no está bien. Le ha dado vueltas a cualquier opción, desde que el mayor haya tenido problemas con la discográfica para la que trabaja hasta que el problema sea él mismo. Ridículo porque sabe que si así fuese, Jaebum hubiera hablado con él, pero está tan desesperado por encontrar una respuesta a qué le pasa al mayor que cualquier idea le sirve.
Youngjae sospecha que el mayor no está durmiendo lo suficiente, a pesar de que se acuestan a la misma hora, pero debido a su sueño tan pesado no es capaz de saber si Jaebum se levanta durante la noche o no. Ha intentado preguntarle por las buenas, pero nunca consigue nada más que simples excusas que Youngjae ya no se cree.
-Solo estoy estresado por el trabajo. No te preocupes más, bebé.
El menor asiente aunque no piensa dejarlo pasar. Jaebum se tumba sobre el sofá en el que él también está sentado y reposa la cabeza sobre sus piernas, durmiéndose durante un pequeño rato. Youngjae acaricia el cabello pelirrojo del contrario mientras organiza sus ideas, intentando encontrar algún plan.
Durante el resto de la tarde, Youngjae no vuelve a sacar el tema y el mayor lo agradece, al igual que el que se ofrezca a hacer la cena esta vez. Pone su mayor esfuerzo en la comida y aunque sabe que no le ha quedado ni de lejos tan bien como a Jaebum, este no se queja. Pudiendo cenar acurrucado al lado de Youngjae y sin haber tenido que levantarse una sola vez tiene más que suficiente.
A partir de ahí las cosas continúan como siempre: ambos van a la habitación, Jaebum entra al baño mientras Youngjae va preparando la cama y acostándose ya y terminan los dos abrazados en el centro del colchón. Con la pequeña diferencia de que el rubio ha aprovechado los minutos que Jaebum ha tardado en el baño para activar una alarma en su móvil para dentro de un par de horas. Y bueno, que esa noche se abraza al mayor con mucha más fuerza, esperando que no se vaya.