~4

27 4 0
                                    

A la mañana siguiente, mientras me preparo el café, observo sus cosas, su juguete favorito, su cama. Me siento culpable. Llamo al veterinario y le pregunto qué tal fue todo. No me juzguen.
-Hola Nina, estaba esperando tu llamada. Ella está en un lugar mejor. - Me dice Ash.
-Gracias por todo Ash. - Logro decir y cuelgo. Es tan duro perder alguien que quieres.
Decido darme una ducha e ir al parque al que solíamos frecuentar.
Está tan vacío sin ella. Era mi amiga, la única que tenía. Y ahora ya no está. Se me escapa una lágrima y un extraño me ofrece su pañuelo. Levanto la mirada y me encuentro con Owen.
-Perdón por molestar. Solo te vi aquí, sola y llorando.
-Gracias Owen. - Sonreí. -Él me miró y se sonrojo.
-No sabía que recordabas mi nombre. Se que es de muy mal gusto, pero habéis pensado en ya sabes, mi currículo, el puesto libre...
-Oh claro. Lo pensamos y creo que serás un genial compañero de trabajo. - Le sonreí con tristeza. Después de que se marchó llame a mi jefe y le informe que el nuevo trabajador iba a ser Owen Bradley.
Como era la cabeza del equipo era yo la que tenía que contratar a gente, pero si esa gente fallaba, también era yo la que me llevaba el charco.
Nunca me sentí tan nerviosa al ir al trabajo. Bueno solo me sentí tan nerviosa la vez que perdí mi virginidad. Tenía 17 años y tenía prisa en perderla. Mis "amigas" ya la habían perdido, algunas incluso con 14 años y me sentía muy estúpida, quería ser como ellas, me maquillaba, me metía dedos en la garganta, para que ellas vieran que soy igual, que no soy la gorda aguafiestas. Salía los fines de semana, me emborracha, bailaba con hombres mucho más mayores que yo y todo eso por cuadrar en grupo de personas que seguramente ahora ni siquiera me recordaban.
La noche que la perdí, me hacía la borracha, y decidí coquetearle a un chico mayor. Siempre me gustaban mayores, con experiencia, pensaba que si ellos sabían sería más fácil de llevar, seria menos incómodo. Que ingenua fui. Me acerque, le baile un poco y decidí llevarlo a un sitio donde nadie nos viese. Me sentía genial, una gran historia que contarles a mis "amigas". Empecé a besarlo, luego a quitarle la ropa, cuando ya estábamos en ropa interior me asusté, me tiré hacia atrás, él vio mi reacción y me dijo que si quería podíamos parar, pensé que es un lindo detalle de su parte y se preocupa es porqué valora mi virginidad. Me volví a lanzar, esta vez con más ganas, me besó, me lamió, en incluso me mordió los pechos, me sentía muy bien, sexy. Él metió sus manos en mi sexo y empezó a frotar, en segundos ya estaba lista para la penetración. Me miró a los ojos y después olvide por completo que paso. Nunca se lo dije a nadie. Yo sola me metí en su cama y no lo rechacé. Al día siguiente me desperté sola, con una sábana llena de sangre seca, no sabía si era mía o de otra persona.

Owen parecía estar a gusto con nosotros, por lo que poco a poco estaba sintiéndome más tranquila y era un chico bastante agradable.
Al llegar el sábado quedé con Sara para despejar mi mente. Ella era casi una amiga, aunque en el trabajo no lo pareciese. Como era de esperar fuimos a un pub de las afueras, como ella iba con Héctor decidió que sería una gran idea invitar a Owen. Y así fue, conocí más cosas de ellos, nos lo pasamos genial y bailamos toda la noche. El domingo por la mañana decido descansar y pensar en todo lo sucedido durante las últimas semanas. Pero un pitido interrumpe mis pensamientos.
-Hola hermosa. Espero no molestar, soy Benjamin y estaba pensando en si te apetece quedar. - Como no me encontraba de humor decido decirle que no, y proponer la cita, le explico por encima lo que pasó estas semanas y con un cortante adiós terminamos la conversación.

Perdón por el capítulo tan corto y tan tarde, pero no saco tiempo. Aquí en España ahora son vacaciones por lo que aprovecharé  para escribir.
Os amo.♡
~☆~

'Define Amor'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora