Prólogo

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Las lágrimas se perdían entre las gotas de lluvia que caían y caían sin fin junto a mis lágrimas, parecía que el cielo lloraba conmigo, mis gritos eran tapados por los truenos que sonaban a mí alrededor.Hacia mucho frio ya que estábamos en pleno invierno, las calles estaban desiertas, no pasaban autos, ni caminaba gente por las veredas, el ambiente de sentía sombrío y la tormenta le daba un aspecto tenebroso, de hecho, si no estuviera tan destruida es este momento, hasta me daría miedo. Sin embargo no lo podía sentir, no sentía nada, ni mis pies, ni mis manos, ni mí boca, absolutamente nada.

En este punto mis gritos parecían susurros porque mi voz había desaparecido luego de tanto gritos.Mí ropa se pegaba a mí cuerpo como una segunda piel, estaba empapada, sabía que mí cuerpo debía estar helado, que mí garganta ardía cómo  si el infierno estuviera en  ella y que luego tendría una gripe horrible pero simplemente no me importaba, no podía pensar en nada más que en él. Mi cerebro parecía un disco trabado repitiendo y repitiendo lo estúpida que había sido, preguntandome una y otra, y otra vez ¿En que momento había pasado todo esto?, ¿Cuándo fue el momento en el que caí tan intensamente por él?, ¿Cuándo permití que esto pasara?, ¿Cómo pude enamorarme tan absurdamente de él? Simplemente no lo entendía, no tenía respuestas a nada, no podía contestarme ninguna de mis preguntas ya que mí cerebro no podía procesar nada  más que momentos y flashes junto a él...
Ian y yo tirados en el pasto contando estrellas, Ian y yo corriendo luego de haber tirado la moto de un rudo motocicleta, Ian y yo cantando a gritos por la carretera, Ian y yo cayendo en la pisina en la fiesta de cumpleaños de Savannah y yo gritándole lo estupido e inmaduro que era, Ian corriendome luego de haberle puesto tinte verde moco a su shampoo, Ian haciéndome cosquillas hasta el llanto, Ian tirándome una de esas miradas que te derriten como chocolate, Ian riendo, Ian durmiendo, Ian, Ian y Ian.

Mí corazón dolía, dolía mucho ahora estaba sola, había perdido la última persona que me quedaba, no tenía nada ni a nadie, había quedado completa y absolutamente sola.

En ese momento me di cuenta  que estaba en el piso, no sabía cómo había llegado hasta aquí, ví mis rodillas y codos rojos ¿En que momento me lastimé tanto? Bueno, no dolía y la lluvia se iba llevando lentamente la sangre, despues de todo estaba relativamente bien, eso era bueno, necesitaba encontrar algo que estuviera  bien dentro de mí desastrosa vida, necesitaba aferrarme aunque sea a ese minino sentimiento para poder sentir que no todo estaba perdido para mí.

Quedé boca arriba, tirada en la vereda mirando el cielo tormentoso mientras las gotas seguían cayendo sobre mí y de fondo escuchaba lo relámpagos cada vez más fuertes junto al ruido de la lluvia, cerre los ojos y me dispuse a escuchar. Siempre ame el ruido de la lluvia, de hecho,  de chiquita solía encerrarme en mí pieza, abrir la ventana y dejar que los ruidos inunden mí pieza mientras dormia. Dormir, que lindo dormir, hace tanto no dormía en paz...

Y allí, allí en las veredas desoladas, totalmente destrozada, sola y hundida me deje ir, deje que mí mente volará junto a mis recuerdos, volé y volé y llegué. Llegué al momento en el que todo comenzó...


Que les parece? La sigo? Que le habrá pasado? Quieren saber su historia? Voten y comenten 😘😘😘

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2018 ⏰

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