Capitulo VI - Heridas De Batalla

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-¿de donde sacaste ese dinero?. - es lo primero que pregunta Frank.

La respuesta es sencilla. Cuando empecé a escuchar todo el alboroto que ocurría en el pasillo; pensé que lo mejor era estar preparada, y aprovechando que estaba en una tienda de ropa, tome dos maletas que de casualidad vendían ahí y las llene, la primera con toda la ropa que encontré y la segunda con todo el dinero que había en las cajas. Además antes de ayudar a Frank desocupe las cajas de otras tiendas cercanas.

Pero no le digo esto a Frank en parte porque no se como reciba la noticia de que robe(aunque en realidad aun no hemos hablado de todos los oscuros que mato sin titubear. Diablos que día que hemos pasado), y en parte como una pequeña venganza por haber sido tan misterioso con todo el tema del libro y no haberme dicho desde el principio de los oscuros y protectores.

-te lo diré luego. -le respondo. - ahora lo más importante es salir de este lugar pronto .-

-concuerdo. - dice el, llevamos caminando diez minutos y no hemos conseguido un taxi, Frank gime constantemente cuando apoya su pierna derecha, y dos veces a estado a punto de desmayarse del dolor por lo que hemos tenido que parar para que descanse, la verdad es que se ve mal, parece como si un camión le hubiera pasado por encima.

Ante la insistencia de Frank no llamamos a familiares y amigos, ya que el dice que es mejor no involucrarlos en esto y que después miraremos como comunicarnos con ellos. Yo por otro lado sugiero tirar nuestros celulares. Ya que he visto suficientes películas como para saber que con ellos cualquier persona nos puede rastrear, y por que los "oscuros" (aun no creo que sean ellos los que nos siguen)serian la excepción, pero Frank me dice que los oscuros no usan esos medios para rastrearme, sino que siguen los rastros que mi magia deja.

Tardamos quince minutos en conseguir el taxi, y cuando el conductor pregunta a donde nos dirigimos no puedo evitar decir.
-a un lugar tranquilo. -
el conductor nos mira de reojo y dice.
-entiendo, conozco el lugar perfecto. -
Frank me mira extrañado, yo trato de decir algo pero el conductor me interrumpe.
-no se preocupe señorita, a este carro se suben demasiadas parejas como ustedes, y entiendo perfectamente lo que significa "lugar tranquilo". -dice mientras me guiña un ojo.

Frank y yo nos quedamos en silencio el resto del viaje, hasta que llegamos al lugar que el conductor considera lugar tranquilo.

Es una cabaña moderadamente grande ubicada casi en la salida de la ciudad, además tiene un letrero enorme que dice en letras de neón.
"MOTEL LA LUZ".

-no encontraran lugar mas tranquilo, además no hacen preguntas. - miro a Frank el asiente con la cabeza, se ve que solo quiere descansar, luego pago al taxista y bajamos.

-podemos pedir dos piezas, no te preocupes. - me dice evitando verme a los ojos, el aun sigue cojeando.

-no creo que sea lo más sensato, levantaríamos sospechas, es mejor actuar como si fuéramos una pareja que frecuenta estos lugares. - noto que las mejillas de Frank se encienden.

Entramos al lugar el cual atiende una señora anciana con lentes enormes.

-buenas tardes. - le digo. - umm ¿quedan cuartos? .-

-si aun queda uno. - me responde mirándome de pies a cabeza. -supongo que lo van a alquilar. -

- emm si. - digo ahora soy yo la que se pone roja.

-entonces serian 15 ahora, el resto lo cobrare cuando se vallan.-

Pago el dinero, luego firmó (no con mi nombre), y recibo las llaves. Miro a Frank que esta cada vez mas pálido, entonces decido preguntar.

-disculpe de casualidad tienen.... .- la encargada no me deja terminar pues me interrumpe cuando dice.

- si los condones están en el cajón que encontraran al lado de su cama. - Frank y yo nos ponemos rojos entonces yo digo.

la historia ocultaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora