Benedict Cumberbatch Tribute.

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Vengo con la intención de escribir en Inglés,  sé que no lo haré bien. Me quedan 10 minutos de Third Star, no la terminé, dudo poder hacerlo. Nunca he quedado así con una película, mis ojos están rojos, la nariz húmeda y los lentes empañados. Al parecer es el mejor momento para verla, no más clases, no más uniforme, no más personas con las que no quiero estar, ni siquiera encontrarme en la calle. Buscar la forma de hacer las cosas por mí, inventar, casi escribir un libro como James, quizás dejándolo para mí por miedo a lo que pase después, tampoco está dentro de mi itinerario ser Bill, lograr algo en el área, pero mediocremente con lo que no imaginé, dejando todo eso de lado. Quiero ser James, lograr cosas, pero con tiempo y sin lo que ya todos sabemos.

Terminé los 10 minutos, con la máscara que dice que soy fuerte en el suelo y el cartel gigante en la frente “tengo sentimientos, ni idea de donde salieron”. El único guion que me ha dejado así, y me obliga a escribir.

Tengo una intención fangirl por delante, el típico en la mente de cada una. No me considero fangirl de las que piensan casarse con la persona de la que es fan, solo quiero dejar escrito lo que pasa con cada una de las películas y esa comunicación de cada escena.

Hace dos meses vi Hawking, también terminé en lágrimas, no de la misma forma que hoy. Tengo claro que el hecho de llorar con una película (Algo difícil para mi) no dice que una persona actúa extremadamente bien, pero el hecho de transmitir ese sentimiento deja la sensación de que si lo es, de que la actuación es acertada en todo ámbito. O no se trata de eso el teatro? La actuación? El cine?

No recuerdo a otro personaje que lo haga así, que haga brotar los sentimientos de alguien aparentemente frío. Me pasa cada vez que veo a esta persona actuar, cada vez que me pongo los audífonos, reproduzco la película y comienza la primera escena.

Parade’s End me dejó con la necesidad de seguir descubriendo los talentos de este maravilloso transmisor de sentimientos, además de la necesidad de que esos 5 episodios fueran quizás 10, o simplemente 6. Sentir la obligación de ser la versión femenina de Christopher Tietjens, tener que hacer todo correctamente para no hacer que los demás estén mal, que todo es perfecto y no pasa nada malo en la realidad. Luego de esos 5 capítulos compré el libro con la intención de estudiar al personaje, analizar si realmente era así desde un comienzo en la historia de Ford Madox Ford. Magníficamente se convirtió en mi libro favorito gracias a lo que Tietjens transmite en la caracterización de la serie.

Usar cada uno de esos personajes para reflejar lo que pasa en la realidad, con la intención de ayudar al miedo al fracaso.

Después de meses viendo y reviendo la historia de cada personaje, de cada película, serie y capítulo, me doy cuenta que realmente quiero trabajar en el mundo del cine, y será maravilloso, con todo lo que implica la dificultad  de ser una ardua tarea por delante, muchos años de aprendizaje y el deseo de encontrarme con personas, actores tan dedicados, expresivos y admirables como Benedict Cumberbatch.

Gracias Benedict.

Benedict Cumberbatch Tribute.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora