II

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El efecto del alcohol era muy bajo en Tiffany.
Ella seguía siendo consciente de lo que hacía, aún después de tomarse cinco vasos de cerveza y una botella de vodka.

Se estaba divirtiendo para su sorpresa, nunca le pasó esto cuando salía sola.
Bailaba al ritmo de la música, sus caderas deleitaban a cualquera que pasase a su alrededor. Varias chicas le habían invitado a bailar pero ella, amablemente, las rechazaba. Estaba decidida en conseguirse a la chica más bella de la noche.

-Un daiquiri por favor.- Le pidió a la chica de la barra, quien asintió y comenzó a prepararlo.

-Una cerveza.- Escuchó una dulce voz femenina a su derecha y volteó a verla.

Era una chica bastante hermosa. Era más bajita que ella, tenía una carita de bebé que no le haría daño a nadie. Su pelo era castaño oscuro, y un poco largo. Sus ojos eran de un color oscuro, casi negro, y tenían un leve doble párpado. Su nariz era muy pequeña, solamente su punta destacaba. Tenía unos labios un poco finos, con un labial de color claro que los hacía aún más irresistibles.
Llevaba puesta una camisa, que le llegaba hasta los codos, de color azul con rayas blancas. Unos jeans claros, rotos en ambos muslos y rodillas, y unos tacones dorados y negros, que la hacían ver un poquito más alta.
La simplicidad de lo que la extraña llevaba puesto era el encanto que atraía a Tiffany, tan simple y elegante al mismo tiempo.
Decidió apartar la vista de aquella hermosa chica para que no pensara que estaba loca.

-Hermosa noche, ¿no es así?.- La misma voz dulce resonó a su derecha. Era la chica que estaba observando, pero ahora era al revés.

-Una hermosa y única noche.- Originalmente, Tiffany, hubiera tartamudeado para hablarle a aquella muchacha. Quizás el alcohol si tenía un pequeño efecto sobre ella.

-¿Cómo te llamas preciosa?.- Preguntó seductoramente la más baja con una sonrisa que denotaba unos pequeños hoyuelos.

-Hwang Tiffany, ¿y tú?.- Respondió de la misma manera. Si Tiffany se llevaba a ésta chica a la cama, sería muy feliz.

-Kim Taeyeon, hermosa.- La más baja se acercó al oído de la americana.- No creas que no te ví observándome. Te espero a las cinco en el estacionamiento.- Inmediatamente una sonrisa salió de sus labios, causando que sus ojos hicieran medias lunas. Se acercó al oído de Taeyeon y susurró levemente.

-Ahí te esperaré.

Decir que Tiffany no estaba emocionada sería una mentira. Si bien había pasado por estas situaciones antes, estaba feliz que una chica tan hermosa como Kim Taeyeon se fijara en ella.
Sacó su celular de su bolso y observó la hora, cuatro y cincuenta, aún tenía tiempo para su daiquiri y, quizás, una bebida más.

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-Viene puntual señorita Hwang.- Dijo Taeyeon dándole una calada a su cigarillo. Estaba apoyada en un auto, que Tiffany creía que era de ella.

-No me gusta hacer esperar a la gente, señorita Kim.- Respondió acercándose a donde estaba la más bajita. Ésta última sacó una caja de cigarillos de su chaqueta y se la extendió. Fumar no era un vicio para Tiffany, pero si lo hacía de vez en cuando, así que aceptó.

-¿Sabés lo que va a pasar después de ésto verdad?.- No esperó respuesta de la americana y se acercó rápidamente a su oído.- Te voy a dar tan duro y fuerte, que no te vas a levantar en un mes. Haré que me implores, y te voy a follar de todas las maneras existentes.- Tiffany sintió su entrepierna un poco húmeda.

-Me encantaría eso.- Respondió susurrando.

-Súbete al auto.- Ordenó Taeyeon, y la chica obedeció.- No lo vamos a hacer en el auto. Primero que es ilegal, segundo que alguien nos podría escuchar y tercero, necesitarás un lugar cómodo después de ésto.- La imaginación de la americana comenzó a volar, y se imaginó como lo hacían en diversos escenarios. En la ducha, en el auto, en la cama, en la cocina, en el sofá. Cada vez sentía más palpitaciones en su centro, y cada vez le costaba un poco más respirar.
Intentando calmarse comenzó a ver lo que ella tenía puesto.
Una blusa negra, abierta en los hombros, que tenía un cierre adelante. Unos jeans negros y una botas del mismo color.
No sabía si arrepentirse por elegir esos jeans, en lugar de haber elegido una falda, o si estar agradecida por ellos, ya que no era tan visible la humedad entre sus piernas.

Alcohol, cigarettes and... a beautiful girl by my side.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora