capitulo 22 [ Conflictos 1/2]

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Lisa se sentía cansada, sus pies ya no le respondían cuando se encontraba de pie intentando abrir la puerta de su casa. Se adentro levemente, deseando llegar a su cama y descansar, Sus pasos resonando por toda la casa, no hubo ruido o algún movimiento y lisa sentía que por primera vez amaba llegar a su hogar.

—¡¡Lalisa manoban!! — Grito su madre. La rubia sintió que su tranquilidad se había esfumado. La sola presencia de su madre la hacia sentirse molesta. — ¡¿Donde demonios estabas?!

La rubia giro para encarar a su madre y su hermano mayor apareciendo detrás de ella.

—¿No piensas responder? — Continuo cuestionando su madre. — Oh es cierto lo que dice tu hermano de ti, ¿Lo es manoban?

—Lo que sea que ese idiota de diga es mentira — Se atrevió a romper él silencio, aun si su madre se notaba mas furiosa por la manera tan precoz de actuar de lisa. —Pero claro, tu no vas a creerme.

—¡Eres una grosera niña! — la voz de su madre sonaba aun mas enfadada, su mirada queriendo matara a su propia hija. — eso no es lo que te e enseñado..

—¿Me has enseñado algo? — Ríe con una risa amarga, sintiendo la mirada de su madre sobre ella.

—¿Que te e dicho sobre respetar a tus mayores? — Su madre se había acercado lo suficiente a lalisa. La rubia dando cortos pasos hacia atrás.

Apretada su puño con fuerza mientras siente su sangre recorrer su cuerpo. Su mirada oscura y gélida se posa en ambos que la miraban enojados. Sintiendo como la furia avanza sobre todo su cuerpo, derrochando frialdad.

—Como sea..Quiero ir a dormir, Buenas noches — Dice de manera rápida dispuesta a marcharse de la presencia de ambos.

Su madre la detiene tomándola del brazo con brusquedad

—¡Hey! — La fuerza para que la rubia la mire. — No te iras hasta que me expliques..

Lisa gira safandose de mala gana del agarre de su madre. Suspirando con pesadez ante cualquier cosa que la mayor le intentara decirle.

—¿Es cierto que has sido cómplice de un secuestro? — La rubia no puede evitar sentir deseos de agarrar a golpes a su hermano.— ¿Es cierto que has secuestrado a Chaeyoung?

—No lo e echo sola, Mi hermano me ha ayudado — Explica. Pero su madre niega con la cabeza furiosa, no tomándole importancia a las palabras de lisa.

—¿Como te atreves a culpar a tu hermano? — Le reprocha. — ¿Como fuiste capaz de semejante acto? — La mayor sonaba decepcionada, pero claramente eso a lisa no le importaba. — Tu..Tu no eres mi hija..— Balbuceo torpemente.

—Ya somos dos las que deseamos lo mismo— lisa intento marcharse de nuevo, Pero al igual que antes fue detenida por su madre.

—Eres un problema lalisa — Comento su hermano permaneciendo detrás de su madre. — No entiendo como es que Chaeyoung pudo perdonarte..

Lalisa no pudo mas al intentar contener su coraje, apretando fuertemente sus puños y sintiendo su sangre hervir.

—Es por que...— Murmuró con la cabeza baja. —¡Ella me ama! — Grito sin importarle que su madre la escuchara. — Ella me ama y yo la amo — Su madre la miro a los ojos, casi sin creer lo que su hija había dicho. — ¡Estamos enamoradas y estamos juntas! ¿Hay algo malo en eso? — y lo siguiente que lalisa puede sentir es una mano estrellándose contra su mejilla.

Su hermano observa impresionado como su madre había perdido completamente la paciencia contra su hermana, contra la pequeña de su padre.  Pero pese a que la mejilla de lalisa había quedado roja, y tenia un impulso severo de llorar, solo sonríe. Como si él dolor no fuese suficiente, como si ya nada le hiciera daño y no era capaz de quejarse, incapaz de llorar ante la vista de las dos personas que para ella son lo lejano a ser una buena madre y hermano.

—Te quiero fuera de mi casa — Le grita, la rubia sólo puede limitarse a asentir. — No quiero volverte a ver mas ¡Fuera! — continuo gritando.

La rubia pasa de ella tomando la suficiente fuerza para salir de nuevo. Aun si tenía él alma ligeramente desecha, No importaba, Su dolor realmente no le importaba.

—Escucha, madre...—Dice antes de marcharse, la mayor volteado para fijar su mirada en él rostro perdido de lalisa. — Me odies ahora, Yo y rose somos novias..—Le confirma, la mayor negándose ante las palabras de su hija y deseando no haber escuchando lo que la rubia había dicho. —No te pido que lo aceptes, mucho menos que lo entiendas, Solo quiero que sepas, que estoy orgullosa de lo que soy.

—¡Lalisa! — Hablo su madre intentando suavizar su voz. — Tu definitivamente no eres hija mía..

Aquella palabras habían atravesado él pecho de lalisa, su corazón siendo vil mente lastimado. La rubia sonrió y salio seguidamente después de eso. Camino pateando cada cosa que se le cruzase, sus pies que antes le dolían ahora eran él impulso a salir de allí. No sabia donde se dirigía realmente, Quiso desaparecer por un minuto y desear que su vida no fuera tan miserable, por que su propia madre la hacia sentirse de ese modo. Lloro deteniéndose para contemplar él cielo estrellado.

Era muy tarde para que una joven paseara por esas calles.

¡te quiero mama! — Grito al cielo. Sin importarle quien la escuchara. Lisa pese a todo amaba a su madre.

Aun si la señora manoban se negaba en mostrarle afecto, por que eso era lo único que lalisa quería, sentir que por solo un día, aunque sea solo un minuto, Su madre la amaba.


¡No escuches mis latidos! [chaelisa] [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora