3 años después...
el saber que debía asesinar a alguien, que tenia que estar mirandola cada paso que daba era algo extraño e inaudito, sabia que ella había sufrido demasiado, su sonrisa que mostraba al correr y salir del instituto era solo muestra de que era fuerte, de que era valiente y que todas sus heridas estaban ya por curar y que su muerte seria en vano.
era tan hermosa, era como una flor, una flor que jamas cuidaron, una flor que perdió mas que su virginidad, que perdió mas que una familia feliz, que perdió mas que un te quiero de un padre, ella era mas que eso, ella tenia sentimientos al final de todo y era hermosa, merecía ser amada, merecía poder por fin decir a alguien un "te amo".
estaba frente a su cafetería favorita, aveces me preguntaba que le veía y luego veía la gran biblioteca que había dentro y dejaba de preguntármelo, faltaba poco y ella llegaría, con esa mochila pesada que llevaba siempre de costado y ese flequillo descolocado, entre con nerviosismo alguno, me pare cerca del bar y vi a un señor acercandose con una sonrisa amable y amistosa
-¿que desea?-pregunto por mientras que ponía un vaso frente mio
-una cerveza, si seria amable-dije sacando as moneadas para pagarle
-como usted pida-me sirvió en el vaso la cerveza helada y le di la plata yendo a sentarme, vi mi celular viendo la hora, ella no llegaba, tenia miedo a que haya perdido su ubicación, gotas de sudor caían de mi frente, me seque con la manga de mi sudadera y suspire hondo al escuchar la campana, significaba que alguien había entrado y ese alguien era ella.
vi su pequeño y delgado cuerpo entrar, estaba muy desarreglaba, su pelo estaba amarrado en una cola desarreglada, su flequillo mal laceado, un polearon muy grande y una pantaloneta negra con sus zapatilla negras favoritas con plataforma, la vi pedir lo de siempe que era un frapuchino de moca con chispa de chocolate, vi que suspiro y comenzó a ver por todos lados hasta que su mirada cayo hacia la mía.
sentía un escalofrío, ella me miro extrañada y cogió su café minando directo hacia donde estaba yo, mi corazón comenzó a acelerarse rápidamente mordí mi labio inferior y baje mi cabeza, no era experto en esto, solo en matar y listo.
-hola-dijo sentándose frente mio y sonreíendo amablemente
-¿hola?-dije mostrando una sonrisa a medias
-se que no me conoces, pero...¿sabias algo? antiguamente no habían celulares ni facebook para conocer a la gente-dijo acomodándose y quitándose la polera quedando en un top ajustado de color negro-la gente hablaba frente a frente sin vergüenza alguna -sonrió
-¿porque yo?-ella no entendió al segundo y alzo su ceja derecha-osea..porque deseas conocerme a mi y no a alguien mas
-me pareces distinto a las otras personas, por eso te elegi-dijo encogiéndose de hombros, sonreí al escuchar eso, claro que era distinto a las otras personas mataba a gente indeseable por plata, algo que haría con ella, solo que ella...ella no era indeseable solo era codicia por la que querían matarla
-bueno tanto deseas conocerme, dime tu nombre-dije dándole un sorbo a mi cerveza
-no diremos nuestros nombres verdaderos¿vale?-dijo y abrí mis ojos como platos-tampoco me darás tu numero telefónico ¿vale? ni yo el mio así es el juego-dijo coquetamente
-y como nos veremos de nuevo-pregunte-acaso no sabes que ahora todo es por teléfono, acaso sigues en el siglo ochenta-dije riéndome
no, solo vivo el momento, no ando colgada en un celular-dijo cruzándose de brazos-acordaremos un día en especial-sonrió mostrando su dentadura blanca y reluciente
-me llamo Dylan-le dije
- me llamo Alissa-dijo y me dio su mano estrechándola con la mía-nos veremos cada martes como hoy en esta cafetería-dijo
-esta bien por mi-dije encogiéndome hombros de arriba hacia abajo
-solo, hay una condición de todo esto-dijo y asentí curioso-no te enamoras de mi, nunca-dijo y me miro seriamente
-¿y eso?
-amo ver el mundo arder, pero no arde en el cariño-dijo y se rió por lo bajo-ahora-se levanto y alzo su mano hacia mi-¿quieres venir a mi casa?
no sabia que decir, era un extraño para ella, como podía ser tan segura de si misma, al llevar a su casa a un ser desconocido, pero debía decir que era magnifico, podría asesinarla ya, y dejar de estar cerca a ella, y poder por fin alejarme de ella y dejar estos estúpidos sentimientos de lado
-acepto, vamos-dije parándome y dándole mi mano, sintiendo electricidad y ella mi mirara fijamente hacia mis ojos y mordiera su labio para luego jalarme hacia fuera y comenzar a correr
¿porque deseaban hacerle daño a una flor ya marchita?
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Arde
Romancetenia unos bellos ojos tirando al color verde esmeralda, su pelo lacio y largo de color marron y algunos mechones tirando a rubio, una sonrisa que a cualquiera enamoraría desde lejos , al correr su cabello no paraba de moverse y sus curvas se mostr...