Love you, long for you, a long, long time ago.

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Bruce no sabe por qué lo hizo. La idea original en realidad fue que Clark se fuera con Diana y su esposo. Después de todo, ellos tenían una fuerte unión y Diana no respondería a ningún otro Omega fuera del suyo, así que Clark no corría ningún peligro con ella, además de que Steve podía ayudarlo siendo de la misma casta y el aroma de Steve (que ahora era más dulce, como a vainilla y leche debido a la maternidad) podía tranquilizarlo y reconfortarlo.

Pero desde que había visto el estado de Clark al llegar: pálido como la cera y con la piel de un frío aterrador, la necesidad de protección no había logrado ser doblegada por su parte racional par poder ser enclaustrada en alguna zona apartada. Bruce sabía que la temperatura corporal de Clark era, usualmente, varios grados más alta que la de un ser humano común, sin embargo, en aquel momento debió estar a la misma temperatura que el océano ártico. Tal vez exageraba, pero la imagen del siempre fuerte e inquebrantable hombre de acero reducido a un cuerpo flácido, débil y cubierto de su propia sangre lo había atravesado de manera devastado.

Bruce amaba a Clark.

No se trataba de una revelación súbita, salida de la nada como una tormenta repentina en medio de un implacable verano. No. Bruce había tenido tiempo de saborear la palabra amarga al paladar, y sentir su peso sobre su pecho a medida que tomaba fuerza y le quitaba el aire de los pulmones y el sueño por las noches, aceptando, no exactamente en buenos términos, un hecho que le resultaba inexorable por mucho que desease arrancar aquellos absurdos pensamientos sobre el hombre —que además de estar casado, ser un omega reclamado y con un hogar e hijos era prácticamente un Dios — con cuyo rostro había empezado a fantasear. Y vaya que lo había intentado. Bruce había pretendido evitar cualquier contacto, y aun cuando eso fue imposible, intentó mantenerse al margen, restringiendo el trato meramente a su trabajo compartido salvando vidas. Pero había sido imposible limitar el constante avance del Kryptoniano dentro de sí.

Clark era como la brisa fresca en una tarde cálida o una bebida caliente que te devuelve la vida durante el crudo invierno. Era todo luz resplandeciente para iluminarte el camino correcto y sonrisas amables dadas en los momentos justos para consolarte el alma. Un bálsamo para las heridas del cuerpo y del alma. Y Bruce simplemente no se había percatado del momento exacto en que Clark penetró dentro de sus murallas reforzadas, rompiendo, atravesando una tras otras, y para cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde; lo tenia adherido a la piel, el pensamiento, el alma.

Y lo deseaba tanto que se aborrecía a sí mismo. Lo hacia casa vez que el pensamiento de si él hubiese tan solo llegado antes a su vida. O si tan solo Clark no estuviese emparejado... si tan solo Lois no existiese.

Usualmente ese era el punto donde cortaba de un tajo el carril de sus pensamientos. Eso era bajo y egoísta. Denigrante. El no necesitaba robarle su omega nadie para tener uno. Podía tener a cualquier otro, el que quisiera a sus pies, dispuesto a servirle.

Pero Clark no era cualquiera y Bruce no quería a ningún otro, quería a Clark, el chico del indomable cabello oscuro que caía en adorables bucles alrededor de su rostro, enmarcando los rasgos suaves y la mandíbula fuerte, los pómulos altos, la nariz recta, los labios rojos, carnosos, las cejas definidas y los ojos rodeados por tupidas pestañas negras que resaltaban el azul cielo imposible del iris. Quería al scout boy de Kansas, alegre y dulce. Al granjero trabajador y leal de Smallville, afable y siempre dispuesto, criado en el seno de una cálida familia bajo las normas y cánones morales que representaban todo lo bueno que era él y que a Bruce le faltaba.

Pero no así.

No quería aprovecharse del Clark roto, completamente fragmentado que a duras penas lograba mantenerse en pie, sujetándose con saña a lo poco que la injusta vida había decidido que merecía en comparación con todo lo que él cedía de si mismo.

After allDonde viven las historias. Descúbrelo ahora