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Quiero dejar este escrito por aqui. Y pueden dejar sus comentarios sobre qué opinan.

Sigo repitiendo ese beso en mi mente una y otra vez, intentando recordar hasta la canción que sonaba de fondo en ese momento, pero sólo recuerdo como simplemente voltee a verte a los ojos pero tu ya me veías a mi.

Recuerdo como de un momento a otro pasé de tener 1000 pensamientos corriendo por mi mente a no poder pensar en nada.

Sólo tenía tus ojos grabados y como ya sabía lo que iba a pasar después, tu te acercas más a mi directamente hacia mis labios y como si lo hubiera hecho 1000 veces más en mi vida anterior mi cuerpo reaccionó para responder igual, despacio, sencillo, perfecto.

Recuerdo como al momento de separarnos sólo pensaba en qué dulce habías comido antes, porque jamás había probado algo tan delicioso y adictivo así que seguí probandote por horas intentando adivinar algo sobre mi nuevo sabor favorito.

¿Algún día me dirás tu secreto? ¿Algún día sabre si hubo algún dulce en especial? Es que la curiosidad y la necesidad me desesperan. Quiero saber si puedo encontrar ese sabor de nuevo por mis propios y mundanos medios o sí tengo que seguir con mi vida sabiendo que que no lo podré probar de nuevo porque solamente así saben nuestros besos.

Ya llegué a la desesperación porque no encuentro algún beso perfecto como esos.

Tantos sapos ya han pasado y no saben ni a magia, ni a ti.

¿Me acabas de arruinar para los demás?

¿Volveré a disfrutar de horas de tranquilidad con los labios ocupados?

¿O tendré que encontrarte a ti de nuevo para lograrlo?

¿Algún día responderás mis preguntas o serán igual de vacías que nuestra última conversación?

-Alejandra Camacho.

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