Todos los días comenzaban igual. Sus ojos abriéndose lentamente, posicionado hacia la ventana. Lo primero que su cerebro recibe: El cielo azul parcialmente nublado, el árbol que se encuentra junto a su ventana siendo utilizado por unos pájaros que felizmente cantan. Siempre el mismo paisaje, pero aún así, él no se cansa de verlo. Es de sus pequeños placeres favoritos, ver a la pareja de pájaros posados en la rama más gruesa del árbol. Él creía que ese par de pájaros iban a visitarlo todas las mañanas para avisarle que estaba vivo y que este día lo debía vivir con toda emoción posible, sin dejar que nadie decida por él mismo. Felix apartó sus sábanas y se dedicó a alistarse para el colegio, otro improductivo día de la misma rutina le esperaba en aquel edificio que parecía estar maldito. Pero aún así, Felix procedió con su mejor sonrisa.Al bajar las escaleras, llegando a la cocina donde su madre preparaba su desayuno, él sonrió nuevamente y ayudó a su madre a finalizar lo que se encontraba haciendo.
Después de eso, procedieron silenciosamente a comer sus desayunos recién preparados. Felix y su madre tenían una muy buena comunicación pero por alguna razón era casi tradicional permanecer en silencio durante el día. No era que a Felix le molestara, siempre ha sido así. Solo que aveces sí le hacía falta una charla matutina, Felix era una de esas personas que siempre tenía tres sueños en una noche, o más. Y siempre quería comentarlos, pero tenía que esperar hasta ver a sus amigos para decirlos. Con respecto a la madre de Felix, ella podía ser tan linda y frágil a como Felix parece serlo. Con ojos marrón claro, rozando el verde. Claro que Felix parecía haber heredado los ojos de su padre en lugar de los de su madre — los cuales a él tanto le gustaban —.
Felix, rápidamente, se despidió de su madre y le agradeció por el desayuno, tomó sus cosas y a paso lento se dirigió hacía su tan poco deseado instituto.Otro dato sobre Felix es que no era tanto como la mayoría de la gente de su edad. Él no era tan apegado a su teléfono como todos sus otros amigos o compañeros parecían serlo, él prefería más ir disfrutando de la vista matutina, como él cielo se iba tornando aún más celeste y como el sol irradiaba de a poco; más y más. Claro que algo que sí tenía en común con las otras personas de su edad es que el auricular no faltaba en su oído. Felix tenía una pasión por la música que no sé podía expresar en palabras, muy pocas veces se quitaba su auricular por sus propios méritos. Para Felix, la música era un muy grande pedazo de su vida diaria, de su alma.
— ¡Felix! — Una voz más que conocida penetro el ocupado cerebro de Felix.
— Hey, Jisung. — Dijo el menor, sonriendo levemente como siempre lo hace.
— ¿Que escuchas ahora? — Su amigo sonrió tomando uno de los audífonos del menor y colocándolo en su propio oído. Felix lo observó con cierto entusiasmo. Jisung es su mejor amigo desde que tiene memoria. Jisung siempre se ha interesado por lo que hace Felix, adora que le cuente sobre cosas sin importancia que a cualquier otra persona le aburrirían. Y por eso Felix ama a Jisung más que a nadie en su universo. Para Felix, Jisung y él, son de los pocos que quedan sin estar bajo el lavado mental social.
— Es la banda que me comentaste ¿no? — Jisung sonrió despertando a Felix de sus pensamientos, aún caminando junto a su mejor amigo.
— Sí, creo que me obsesioné. — Felix rió por lo bajo, Jisung le siguió.
— Comprendo eso perfectamente. — Los dos comenzaron a reír y hablar sobre tonterías, más que nada sobre la banda de la cual Felix se había obsesionado. Pronto, obsesión de Jisung también.
Entraron a la clase, faltando veinte minutos para la entrada oficial a lecciones. Tomaron sus asientos usuales y siguieron hablando de tonterías mientras veían como la sala se llenaba de estudiantes poco a poco. De pronto, las chicas que se encontraban adentro de la clase comenzaron a murmurar y a soltar pequeños gritos de emoción y eso solo significaba una cosa.
— Oh, ya es tiempo. El príncipe de corea ya está entrando. — Jisung dijo, no mostrando ningún tipo de reacción, aunque Felix supiera de que Jisung desesperadamente quería ir a verlo entrar. Felix solo rió por lo bajo y chequeo la hora en su reloj.
— Parece que llegó dos minutos más tarde de lo usual. — Felix comentó a lo que Jisung coincidió, pero no había mucho que decir al respecto. Las chicas comenzaron a rodear la entrada de la clase pero aún dejando espacio para que él pasara. Con ansias, las chicas comenzaron a saltar y a estremecerse de la emoción como si fuera una vez cada cien siglos que ven a Lee Changbin entrar a la secundaria. Pero no, es todos los días. Las chicas a su alrededor comenzaron a morir de un ataque al corazón con sonidos y movimientos casi epilépticos. Mientras Jisung y Felix observaban esto sin interés. "Sin interés". Claramente, por la manera en la que las mejillas de Jisung se enrojecían lentamente, sus ojos se humedecían levemente y sus dedos que incontrolablemente jugueteaban con la manga de su abrigo; había interés. Felix rió por lo bajo. Él no sabía si Jisung se había enterado de lo obvio que era su comportamiento ante el mayor, siendo mejor amigo de Jisung desde el primer grado de primaria.
— Jisung ¿por qué no vas y le hablas? Y ya. Se acabó. — Felix le dijo a su conmocionado amigo, quien sentía que su cara iba a explotar de la emoción y la vergüenza.
— ¿D- De qué hablas, Felix? — El mayor dijo, poniendo sus ojos en blanco, soplando aire como si no le interesara en lo más mínimo.
— Nunca dejarás de fingir ¿o sí? — Felix esta vez sí rió a lo que diera. Le parecía tierno que su mejor amigo no aceptara lo que sentía por el mayor. Era tonto, Felix sabía que Jisung era bisexual desde el primer grado de secundaria y él estaba completamente de acuerdo, le parecía tierno. Sin embargo, Jisung nunca ha sido bueno aceptando sus sentimientos y mucho menos por el mayor ya que se podría decir que están en diferentes "rangos sociales" y que él sólo sería uno más del montón y eso por supuesto que molestaba a Jisung o de alguna manera lo incomodaba lo suficiente para fingir no sentir lo que siente hacía este chico.
— Mira ahí viene. — Felix le murmuro al mayor, este le dio un golpe en el brazo a Felix para que se tranquilizara. Pero Jisung inevitablemente subió la mirada para captar alguna imagen del mayor con sus ojos, y sí. En efecto, no solo capto toda una imagen de cuerpo entero sí no que el contacto visual no faltó. En lo que sus ojos seguían adheridos los unos a los otros Jisung no pudo evitar que una pequeña, tímida sonrisa se adueñara de sus labios, lo cual; aparentemente al mayor le pareció de lo más tierno y sonrió de vuelta con un tono juguetón, desviando la mirada cortamente para luego volver sus ojos a Jisung con otra sonrisa.
No hace falta decir que Jisung murió internamente.
— F- Felix... — Jisung dijo casi hiperventilandose. El menor le respondió con un pequeño sonido para que supiera que le estaba escuchando. — Me... Me sonrió. — Susurró en el oído de su amigo, Felix se rió levemente, la cercanía causándole cosquillas.
— Y luego me dices que no te mueres por él, Jisung. — Pero Jisung estaba muy en su mundo como para pensar lógicamente. Jisung había estado bobamente "enamorado" — en realidad el no le diría amor, simplemente le gustaba mucho, mucho — desde el segundo grado de secundaria.
Jisung siempre lo ha admirado en todo sentido, le parece una persona no solo destacable si no que humilde. Y Jisung desde entonces ha babeado por él sin admitirlo. En el otro lado, se encuentra Felix, quien nunca se ha sentido atraído lo suficiente por alguien como para tener un relación y todo lo que conlleva eso.
Tampoco es como que se esté muriendo por alguien, él en realidad está feliz con su soltería y su mejor amigo.Él nunca se esperó lo rápido que eso iba a cambiar.
ahre, espero les guste, puse todo mi corazoncito en esto. Disfruten amores 🌻❤️
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Hellevator ⃗ changlix
RomanceTodos en la secundaria querían ser como Changbin, con esa nota oscura pero al mismo tiempo esa sonrisa tan brillante y personalidad cálida. Tan talentoso y responsable en sus estudios. Parecía que Changbin era el hombre perfecto, que no tenía ni un...