When the recess ends.

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Min YoonGi siempre fue el chico reservado de su clase, el típico chico solitario que se dedicaba a pasar sus descansos tocando el piano.

Hasta que un día conoció a Kim SeokJin.

SeokJin se dedicaba a escuchar a YoonGi desde fuera del aula al escucharlo tocar el piano, se sentaba a su lado a la hora de clase. SeokJin siempre estaba cerca de él.

Un día YoonGi decidió hablarle a SeokJin, necesitaba saber el porqué de su inmensa amabilidad con, técnicamente, un desconocido.

—No sé quién eres, pero me gustaría agradecerte por la amabilidad que tienes... Aunque no sé el motivo.— Dijo un tímido peli-menta hablando con su mayor. —No hay motivo en específico, me gusta ser amable con las personas. Soy Kim SeokJin, dime Jin.—

Desde ese día YoonGi y Jin fueron inseparables. YoonGi dejó su actitud tímida para convertirse en el chico que saca de quicio a sus profesores con un preocupado Jin ofreciendo disculpas. Caminaban juntos a casa del menor...Siempre almorzaban juntos bajo la sombra de un gran árbol, al terminar su almuerzo, Yoon acostumbraba a usar a Jin de almohada humana.

— Jin Hyung, despiértame cuando el receso termine.— Esa era la frase que siempre decía YoonGi. Y tal cual, Jin lo cumplía, haciendo que el menor llegara a tiempo a sus clases.

Pero no todo es color de rosa...

— ¡No me dijiste que te ibas!— Decía un chico pálido a su amigo castaño una tarde, terminando sus clases. —Yo no tenía idea de que me iba, Yoon.—

YoonGi ese día fue a su casa, solo. Mientras que Jin se lamentaba por no haber podido al menos despedirse de forma correcta con su mejor amigo.

A partir de qué SeokJin se fue, YoonGi volvió a su actitud de siempre. Siendo solitario y reservado, solo que esta vez, tocaba el piano pensando en su mejor amigo. Y es que YoonGi estaba arrepentido por lo qué pasó, él sabía que no debió haber hecho eso...

—Jin Hyung... Buenas noches, por favor, despiértame cuando el receso termine.— Decía un pálido peli-menta viendo hacia la luna, sabiendo que su castaño amigo la vería también... YoonGi solo quería a su amigo de vuelta.

Y es que, él fue el primero en aceptarlo, se mantuvo a su lado y jamás lo dejó solo. Tan solo esta vez y no fue intencional. YoonGi no podía hacerse la idea de estar sin SeokJin, ¿no más piano juntos?, ¿no más molestar a los maestros?, ¿con quién se saltaría las clases?, ¿quién lo despertaría al terminar el receso?

Con estos pensamientos en su cabeza, YoonGi durmió al pie de su ventana, con lágrimas rodando por sus mejillas.

Por otro lado, tenemos a Jin.

Su vida es muy difícil, tiene amigos, es querido y es buen estudiante, pero extraña a su pequeño amigo pálido.

Jin ha tratado de convencer a sus padres para poder volver, lamentablemente no lo consigue.

Entre tantos amigos de Jin, está Namjoon. Él es un chico peli-rosa muy lindo con todos, lo que más destaca de él son sus pronunciados hoyuelos. Namjoon sabe perfectamente de la relación entre Yoon y Jin, por lo que él ha estado planeando algo para volver a reunirlos.

—Hyung, tengo un plan.— Decía emocionado el piel canela hacia su Hyung. —Namjoon, no haremos guerras de espuma Otra vez.— Dijo bufando el chico castaño mientras leía uno de sus libros de historia. —No hablo del espuma, Hyung, hablo de YoonGi.— El mayor, al escuchar ese nombre, miró atento a su menor, escuchando la idea que tenía. —Todo esto consiste en ir en mi auto hacia Daegu.— Jin al escuchar esto se quedó pensativo. ¿Cómo viajarían desde Seúl a Daegu ellos dos solos? —Nam, aprecio esto, pero no lo sé.— El moreno trató de pensar algo más. Al no ocurrírsele nada, decidió seguir con el plan inicial. Y después de mucho, mucho esfuerzo convenciendo a Jin, por fin comenzaron su viaje hacia Daegu, mientras SeokJin no dejaba de pensar en lo mucho que había durado su receso esta vez...

En Daegu se encontraba un pequeño peli-menta durmiendo, sin imaginarse que dentro de unos minutos, su Hyung entraría por esa puerta para volver a estar reunidos, como siempre debieron estar. YoonGi solo esperaba a que este descanso terminara para poder ver a su Hyung de nuevo.

Al llegar, Jin agradeció a Namjoon, pensaba volver a vivir en su antiguo departamento, pero de eso se preocuparía después. Ahora lo único que pensaba era en cómo reunirse con YoonGi de manera aceptable. Primero decidió comprar un peluche de Kumamon, puesto que a su menor le gustaba ese personaje. Compró algunos chocolates que le gustaban a YoonGi también, y después de pasearse un poco por tiendas de ropa y zapatos, decidió que era el momento ideal para despertar a YoonGi.

Mientras tanto YoonGi estaba durmiendo abrazando a una almohada, pensando que era su Hyung y que en cualquier momento lo despertaría con ese tono dulce que tiene, y al despertar, vería esa sonrisa maternal que transmite confianza. YoonGi solo pedía a su Hyung de vuelta...

SeokJin se encontraba con los nervios al máximo, estaba a punto de reunirse con su menor después de 6 largos meses, completamente difíciles para ambos. Se dirigió hacia la casa de YoonGi, y una vez ahí, después de que su madre le dejara entrar, se dirigió a la habitación del menor.

Al encontrarlo dormido y abrazando una almohada, no pudo evitar sonreír enternecido. Decidió quitar la almohada y ponerse en su lugar, recostando a YoonGi como solían hacerlo debajo de ese árbol en el jardín de su anterior colegio.

SeokJin se encargaba de dejar pequeñas caricias en el cabello de su pequeño hermano menor, porque el castaño veía al peli-menta como su hermano pequeño. SeokJin se sentía otra vez completo al ver el Pacífico rostro de su menor recostado en sus piernas mientras dormía, el inhalar otra vez ese ahora a vainilla lo hacía sentir simplemente feliz.

—YoonGi, despierta, el receso acabó.— Murmuró el chico de labios abultados con ese tono maternal que siempre usaba al despertarlo. YoonGi al escucharlo despertó rápidamente. Al ver al mayor, no pudo evitar abrazarlo mientras dejaba escapar algunas lágrimas de felicidad al tener a su Hyung de vuelta. —Jin Hyung, no quiero tener otro receso tan largo como éste.— Murmuró el peli-menta. —No volverás a tenerlo, Yoonie.—

Lo que restaba del día, Jin y YoonGi estuvieron todo el tiempo juntos, fueron a caminar, se contaron anécdotas que ocurrieron durante su "receso" y al final del día fueron a cenar, para después regresar a casa del menor.

Una vez el menor estuvo listo para dormir, se abrazó al contrario quien ya estaba en su cama. — ¿Jin Hyung?— Preguntó YoonGi con algo de nerviosismo. —Dime, Yoonie.— Murmuró el castaño acariciando la espalda y el cabello de su menor.
Buenas noches, y no olvides despertarme cuando el receso acabe.—

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2018 ⏰

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