Ojitos De Panda - Nyongtory

I

¿Cuánto tiempo más debo aguantar? Nunca nada es suficiente para el día, cuando piensas que ya nada puede ser peor, cuando al fin está por terminar el "perfecto día" el último segundo de las once de la noche puede ser crucial...

-"Terminamos"

Una palabra tan sencilla, una palabra que te quita el aliento: ¿Terminar? ¿Por qué? Cuando lo único que quieres es llegar a casa donde se supone es el lugar al cual puedes refugiarte, donde se supone encuentras a tu amor, con esa sonrisa... Esa sonrisa que es capaz de hacerte olvidar todo lo malo... ¿Dónde quedó?

-No me puedes hacer esto...

-Es lo mejor, para ambos.

¿Lo mejor? ¿De qué forma explicarle qué él es lo mejor para mi? ¿Cómo decirle que por él aguanto la vida miserable que me tocó vivir? ¿Cómo decirle que mi vida depende de él?

-Se que saldras adelante, confío en tus habilidades...

Al fin de tanta seriedad, su sonrisa relució... Es increíble que a pesar del momento, esa sonrisa me haga sentir tranquilo, que tenga el poder de cesar mis lágrimas.

Se acercó a mi y me abrazó. Pensar que será el último abrazo hace que mi corazón se vuelva a quebrar, mi mundo vuelve a caer a sus pies. Esto no puede estar pasando...

-Deseo seas feliz

¿Acaso nunca se dio cuenta que él es mi felicidad? ¿En qué fallé? ¿No bastó tragarme todo lo malo del día para dedicarle lo mejor de mi?

Tomó su maleta y se fue, parecía ansioso... ¿Fue tan malo estar conmigo?

Cerró la puerta, su sombra desapareció... Me dejó en mi soledad.

Nunca antes me había sentido tan devastado, ésta vez si fue de verdad; ya no vi amor en sus ojos...

Recorriendo cada extremo del departamento me di cuenta que la mayoría pertenecía a YoungBae, se veía tan vacía y amplía... Al parecer se había tomado el día para trasladar sus cosas, ya no estaban aquellos adornos tan extravagantes, solo algunos cuadros donde salíamos juntos Cada extremo tenía un propósito, duele saber que no se ha cumplido, todo fue palabras, palabras vacías...

Con pasos lentos me fui a mi habitación, su aroma quedó allí, las sabanas olían a él y mi cabeza rememoraba aquellas noches de descontrol donde él me decía al oído que era mío mientras hacíamos el amor...

Dormí en medio de mis lágrimas con mi corazón deshecho convenciéndome que vendrán días mejores pero al despertar... Todo era mentira.

Una apuesta mujer golpeó la puerta, fui a abrir con la ilusión de que era YoungBae pero al verla, mi sonrisa se desfiguró lentamente, ella tenía un tarjeta colgando su cuello "Bienes Raíces" y una pereja tras ella que saludaron con una sonrisa, estaban felices con maletas en sus manos. ¿Que significaba todo eso? Seguro mi cara fue muy desagradable, la pareja se incómodo y sólo miraban a la mujer como en busca de alguna explicación.

La apuesta mujer pidió a la pareja esperar en recepción y entonces ella comenzó a explicarme la situación.

"El departamento ya está vendido, me había pedido el señor YoungBae darles una semana para que puedan hacer la respectiva mudanza"

Me toco aceptar la realidad... Al final, quien habia comprado el departamento era él, yo no pude aportar en nada, no tengo derecho a reclamar pero hubiese preferido que me lo diga él y no quedar como un idiota en frente de esa gente pero más que molestarme, dolía aún más, supe que YoungBae tenía planeado todo ello, que era el final de nuestra historia.

Empaqué mis cosas, pocas... ¿A donde iría? ¿Por qué no me lo dijo antes? Miré el reloj, ya era muy tarde para ir al trabajo y aquella gente esperaba que desocupara el departamento. Bajé esos cuadros de la pared mientras la mirada de esa mujer estaba puesta en mi, ¿Podría pasarme algo peor? Era humillante pero no iba a bajar la cabeza.

Con la poca dignidad que tenía me despedí de la mujer, una sonrisa falsa para que quitase ese gesto de pena, no quiero que sienta pena por mi.

Bajé del ascensor soltando un suspiro entrecortado, tenía ganas de llorar ¿Por qué YoungBae me hizo esto? Creo nunca me amo lo suficiente. Ni siquiera sabía que había hecho mal o si, quizá lo aburrí.

La pereja estaba en la recepción, me miraron con un semblante inquieto mezclado con lástima. Solo pude sonreir pero no aguanté mucho, bajé la cabeza y dejé el edificio atrás.

¿Qué haría ahora? ¿A dónde iría? Es increíble pensar que perdí a mis amigos por estar con YoungBae, que di la espalda a mi familia por comenzar una vida junto a él. Lo di todo y no me importó perder hasta el habla con mi madre por él. Se supone él estaría a mi lado...

Caminando por las calles, barrios bajos porque allí era el único lugar donde podía conseguir un techo a precio accesible pero increíblemente todo estaba subido. ¿Quién lo diría? Salí de un lugar como este y vuelvo a entrar al mismo. Quizá mi destino es acá y si debo salir, debe ser con mi esfuerzo... Ya no confiaré en mas palabras como las que decía Bae, son mentiras, son falsas...

Mi celular comenzó a sonar, tenía miedo... No era un lugar para contestar pero ver el nombre de mi jefe exigía que busque un lugar silencioso asi que contesté mientras iba caminando, sin saber exactamente a donde.

"Te quiero en mi oficina Kwon, en media hora."

Fue las unicas palabras que oí al contestar y luego me colgó... ¿Que podía hacer? Estaba con mi maletas y aquellos cuadros. No lo pensé más, me deshice de los cuadros, al final. ¿Para qué conservar algo que ya no existirá? Solo dolería y no me dejaría avanzar.

Tomé un taxi, estaba muy lejos de la ciudad y no podía darme el lujo de llegar tarde al llamado de mi jefe.

Corrí primero a mi cubículo, mis compañeros me miraban con pena, seguro el jefe se la pasó gritando mi nombre para en vano. Deje mi maleta bajo mi silla y corrí a la oficina, la secretaria al verme rápidamente tomó el teléfono, seguro para dar aviso porque luego me abrió la puerta. Trague duro aflojando un poco la corbata, no me había percatado, seguía con la ropa del día pasado.

Me esperaba una riña larga y rogaba desde el fondo de mi ser que no anule mi contrato, necesitaba el trabajo... Era lo único que me mantenía de pié, era lo único que tenía como propio, algo ganado con mi esfuerzo y persistencia...