Lazos

Parte única

La pequeña niña jugaba con su yoyo, sin prestarle atención a las palabras del adulto. Aurelion se enfurecía por la actitud de su "hija" y no dudó en demostrar su desagrado.

--Si no me prestas atención te quedarás sin dulces por un mes. --soltó, cansado y autoritario. La pequeña centró su mirada en el adulto con un miedo y angustia infantiles. Guardó el yoyo y se sentó en el banco, con una obediencia impropia de ella. Aurelion presentía que cuando creciera ya no sería tan fácil asustarla, pero debía aprovechar el poco tiempo que le quedaba para criarla. Zoe tenía tan solo ocho años.

--Bien, como decía, no puedes... --Se interrumpió a sí mismo cuando alguien se paró a su lado. Conocía bien a su compañero de trabajo, Zed Shieda, y a su hijo adoptivo de doce años, Kayn.

--Sol. --saludó con un tono formal. Según tenía entendido Aurelion, el albino había tenido experiencias antes en otros institutos como un docente competente y centrado en su trabajo, ahí en Jonia y a una corta edad, pero lo abandonó por, para él, riesgosa y aventurera carrera como Policía. Pese a todo, Aurelion tenía en mente algo; el Shieda mayor envidiaba su trabajo, o al menos lo respetaba.

--Hola, Shieda, Kayn. --El niño solo asintió, mientras miraba a otro lado, sin el interés de socializar en lo más mínimo.

-- ¿Puedo tomar asiento? --Aurelion asintió y le pidió a Zoe que se levantara y fuera a jugar. Zed se sentó y Kayn simplemente fue a dar una caminata con sus audífonos (Sol lo conocía lo suficiente para saber que intentaría estar lo más lejos posible de la pequeña). Ambos maestros vieron como sus respectivos hijos se divertían a sus maneras.

--Ser padre es complicado, ¿no? --comentó Zed, cansado. Aurelion asintió.

--Al menos tu hijo es alguien fácil de manejar. Debes sentirte afortunado.

-- ¿Kayn? No. Es más complicado de lo que parece, en especial cuando ya está entrando en la adolescencia.

--Insisto en que sigue siendo mejor que criar a una mocosa hiperactiva como la que tengo. --Daría su alma al diablo para que ella fuese alguien más tranquila (aunque no podía evitar, en alguna parte muy profunda de su ser, decir que la quería)--. Pero sí, no es una tarea que cualquiera pudiera cumplir, en especial aquellos que dicen ser padres solamente por los lazos de sangre. Patético. --Era la primera vez que tocaba el tema con alguien, pero presentía que el Shieda lo entendería a la perfección.

--No olvides que al parecer siempre es necesaria una esposa para criar a un niño. Tonterías. --comentó disgustado.

Ambos se miraron, cómplices. Lástima que ese fue el último acercamiento que tuvieron hasta años más tarde, en una borrachera, pero se entendían a la perfección.

Aurelion entendía muy bien a Zed, un hombre respetable, pero que creía tener control sobre todo. Le faltaba experiencia en algunas cosas. Sol entendió a las malas (el día en que Zoe fue entregada a su vida) que no se podía controlar todo en la vida...

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Dedicado a mi hija hermosa <3. Espero que lo disfrutes cuando quieras <3