Nuevo Mundo :3

Prólogo

Temporada_1_

El Infinito, un lugar donde casi todo era posible, los planetas no existían aquí, solían ser superficies rocosas y en la mayoría de ellas habitaban distintas colonias que llegaban de distintas realidades.
Mientras más pasaba el tiempo, las colonias aumentaron su gente y los reinos cada vez exigían más territorio. Aunque las colonias creían que el Infinito era un lugar interminable, unos años después, en medio de un proyecto denominado como "PLANETAS" descubrieron que estaban atrapados dentro de una especie de burbuja, pero lo peor era que esa enorme esfera se reducía a una velocidad catastrófica, el alimento paso a ser insuficiente y la gente moría con facilidad.

El rey de la gente nocturna, reclutó a personas de todo el infinito para extender su reino, siendo un sujeto con mucho poder, lo logró, asesinó a cada rey, cada colonia que rondaba por el lugar, aunque más tarde se enteraría que no había sido el único con el mismo plan.
La reina de las estrellas, había empezado desde algún tiempo atrás a escondidas.

Ambos reyes consiguieron el mismo poder y un mismo objetivo, aunque con el paso del tiempo el rey se enamoró de la dama del bando contrario y pudieron formar un único reinó en todo el Infinito.
Claro, el rey pasaba demasiado tiempo con su amada, tanto hasta tal punto que el reino se descuidaba poco a poco, el pueblo estaba inconforme y pudieron sacarlo de su poderío, el rey se negaba, pero tampoco quería asesinar a su propio reino sólo por el placer de poder estar con su pareja. Días después el rey fue desterrado y fue condenado a pasar todo un ciclo rondando el desolado Infinito, la reina intentó de todas formas que su pareja se quedará, pero aún así, el rey se había marchado para siempre.

Pasó un tiempo hasta que un nuevo rey llegó al poder, con el único deseo de casarse con la reina y tener el control total de todo el pueblo, pero, la reina volvió a separar los reinos que alguna vez se habían unido.
Y con esto, llegó la guerra.
La guerra era indescriptible de tantas atrocidades que se cometieron, y aunque parecía que la guerra no tenía fin, la reina y el nuevo rey con sus últimos hombres y con las pocas fuerzas que tenían, comenzaron la ultima batalla, ya no era por el poder, ahora era por la supervivencia.

Entre choques de espadas y sangre brotando desde las heridas profundas en la piel, el cansancio era abrumador, el rey pudo aprovechar la oportunidad de matar a todos los guardias de la reina, a todos los dejó con graves heridas dejándolos morir por pérdida de sangre, la reina volvía a alzar su espada hecha de fuego, con la mirada centrada en el enemigo, con el sudor y el dolor recorriendo todo su cuerpo, se abalanzó sobre el rey. Un movimiento rápido de el enemigo hizo caer a la reina directo al suelo, soltando su espada mientras el fuego se iba consumiendo en sí misma.
Se tenía a el rey más fuerte de pie, este dejando caer su espada y tomando una pequeña daga de su bolsillo, se acercaba hacia la reina lentamente, las heridas hacían que este tomará tiempo en dar pequeños pasos, al estar viéndola en el suelo miro su cuerpo cansado, solo empuño su daga y alzándola hacia el cielo con el deseo de asesinarla a sangre fría...una silueta de un lobo azul corría con una velocidad increíblemente alta, lanzó al rey lejos dejándolo tirado en el suelo, aquella sombra era el antiguo rey con la ropa destrozada y piel de lobo azul cubriendo sus piernas con una cola cosida en la parte de atrás, al igual que una máscara sin la mandíbula inferior del animal, y finalmente después de mucho tiempo, la guerra terminó, con el rey siendo asesinado por un desterrado, clavándole las garras de un lobo azul en el corazón atravesando parte de la espalda.
Un nuevo comienzo para el Infinito, el rey abrazó a su amada estando en el suelo, tenía tanto tiempo sin estar con ella, la reina despertó confundida y sin dudar besó a el amor de su vida.

Destrucción...

El beso no duro ni la mitad de lo que reaccionaron al ver lo que pasaba a sus alrededores, la tierra comenzó a sacudirse con fuerza hacia arriba y abajo, el agua comenzaba a brotar desde los suelos y montañas, las piedras formaban nuevas montañas y algunas desprendían lava al surgir, el cielo se nubló completamente, las nubes eran rojas simulando la sangre, el cielo era completamente negro, la lluvia era una mezcla de granizo y nieve en bolas gigantes, las nubes causaban tormentas eléctricas, muchos relámpagos llegaban hasta el suelo y otros salían del suelo, los reyes escucharon un gran cántico desde los suelos, mientras más pasaban los segundos el canto se escuchaba más fuerte y la tierra se movía con más fuerza, era el Apocalipsis.

El rey cerró fuertemente sus ojos y comenzó a abrazar a la reina con más fuerza, el canto se había calmado y la tierra dejó de moverse, el rey volvió a abrir los ojos, aunque casi segado por el polvo y ceniza volcánica era casi imposible ver, hasta que pudo observar una luz que casi le deja ciego.
Enfrente de él había una enorme flama, pero esta era de color negro, un color muy oscuro, pero que al verlo directamente causaba que quisieras voltear la vista, era algo inexplicable para el rey, sólo observó que aquel fuego comenzó a tomar una forma humana, le salían brazos de todo el cuerpo, no pasó ni un segundo y todo el Apocalipsis se detuvo, las montañas volvieron a descender, el cielo se destruyó, literalmente, ya no existía un cielo, ahora en vez de un color azul claro estaba el color de diversas variantes de nebulosas magentas, azules, naranjas, negras, entre otras. El cielo estaba iluminado de estrellas, ahora lo único que quedaba eran los reyes, una parte del suelo, y aquel fuego.
El fuego miraba hacía adelante con los brazos aún arriba, el rey se acercó a observar a aquella figura, la reina le siguió, el fuego se dio la vuelta y observó a los últimos seres vivos en todo el Infinito.
El fuego golpeó fuertemente al rey, tanto que casi lo saca de la plataforma en la que estaban. El fuego ahora tenía una mirada de odio, sus ojos eran blancos y muy brillantes, aquí es donde los reyes tendrían que unir sus fuerzas para extinguir a ese fuego para siempre y volver a reconstruir la vida.
La reina se había inventado un nuevo nombre para su pueblo, al cual renombró la gente del Sol y la Luna, dicho esto, ambos se lanzaron contra el fuego y comenzó la batalla, una batalla que cambió el mundo. Era la hora de un nuevo comienzo, un nuevo mundo...