Miradas (AMOLAD)

Capítulo 15: Fiesta de gala

"AMOLAD es propiedad de the Snipster"

Un vestido Gucci de corte imperio, que se amoldaba a su perfecta figura, el color morado provocaba que sus ojos amatistas resaltaran como dos piedras preciosas en su rostro de porcelana, el cabello negro perfectamente peinado, y sus tacones Prada color negro que repiqueteaban en el adoquín de la calle, mientras toda Ardent la veía al pasar.

Sabían el insufrible carácter de la modelo, así que la saludaban con sonrisas hipócritas, mismas que ella desechaba, hasta llegar al elevador, era obvio que su presencia seria avisada al millonario que se estaba volviendo de sus pesadillas.

La asistente de él le clavó la mirada color rosa pálido en ella, deseando que el dolor que era tratarla pudiera desaparecer con una aspirina, la morena lanzó un sonoro suspiro viendo como Vania Vega se posicionaba enfrente de ella, como una pitón a punto de devorar a un pequeño ratón.

— ¡Cómo se atreve a llamar al señor Aeva así! — le grito la jovencita.

— ¡Muévete!— siseo la modelo, pero la jovencita no se amedrantó.

— Des está ocupado, no desea ver a nadie, ni siquiera a usted — le dijo con toda calma y una voz dulce la secretaria, ella ignorándola se metió por la puerta, pero no encontró al millonario por ningún lado.

— ¿Dónde está? — la cuestiono, acusándola con un dedo con manicure perfectamente realizada.

— Eso a usted no le interesa, ¡váyase! — la amenazo Lourdes, pero Vania le lanzo una sonrisa grotesca, y con un gesto de diva, salió de aquella elegante oficina.

Ya tendría tiempo de realizar su jugada, pero no por eso Vania Vega se iría vencida.

— Dulzura, dile a tu jefe que deje de jugar al macho, se está esparciendo el rumor y yo soy su mejor carta de triunfo, hoy es la fiesta de accionistas en el Hotel Stewart, dile que si no me lleva el chisme se esparcirá más. — y se marchó, dejando a Lourdes maldiciendo el día que esa arpía trabajo para su jefe.

Des tomaba un vaso de agua y un frasco de analgésicos en la mano, la cabeza le hormigueaba, pero el dolor de su pecho era peor, odiaba con toda el alma no recordar de donde era esa cara, sabía que significaba algo, pero su memoria no ayudaba.

Esperaba que Leo estuviera bien, ya no quería seguir indagando en el corazón del moreno, pero necesitaba saber que era lo que ocultaba.

¿Por qué parecía odiarlo?

El iPhone en su mesa comenzó a sonar, por lo que Des lo tomo fastidiado, al ver que era de Lourdes decidió contestarlo.

— Diga...

— Jefe, la insufrible mujer que llamamos "vaca flaca" salió de su oficina, y trajo malas noticias — murmuro la dulce chica.

— Ella es una mala noticia, tengo migraña, arruine todo; Leo no quiere verme — murmuro Des, cubriendo su rostro con una almohada.

— Vania amenazo con soltar rumores, dice que se murmura de su sexualidad, además le recuerdo que está invitado con los accionistas al hotel Stewart.

Des maldijo por lo bajo, había olvidado esa estúpida reunión, haber estado entre las sabanas con Leo le hizo olvidarse de sus compromisos sociales, no quería ir, pero tampoco podía faltar.

— Puedo ir con usted, o conseguirle a alguien, no tiene que ir con esa arpía — le dijo Lourdes, ya tenía en mente algunas buenas actrices que darían todo por ir del brazo de Aeva, incluso ella misma podría fingir frente a las cámaras, pero sabía que Des jamás la usaría para algo tan bajo como eso.