Maneras de ir al cielo o caer de él.

Medalla de plata.

Día uno.
Fama, deportivo.
Fullbody x Sanji.

(Para quienes no se acuerden quién rayos era Fullbody:

Sí, el marine al que Sanji le pega una putiza por tirar su sopa en el episodio veinte xdxd)

ADVERTENCIA:
Contiene narraciones de sexo explícito entre dos hombres.

Medalla de plata.

Fullbody está harto de ser el segundo en todo, harto de que Sanji siempre esté un paso delante de él.

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Estar en el equipo nacional del deporte más popular de su país no era lo más difícil de todo. Fullbody nunca se había esforzado mucho para lograr sus objetivos, pues tenía un talento increíble para todo aquello que hacía. Apuestas, mujeres, entrenamientos y torneos... Hasta que esa suerte lo llevó a jugar con lo mejor de lo mejor: pertenecer al equipo titular de fútbol de su país, Francia. Cuando novato consiguió la atención de todos rápidamente al anotar los últimos dos goles que les darían la victoria en un partido amistoso contra Alemania. Nadie se lo esperaba, una más de las razones por las que de un día para otro pasó de ser nadie a que las personas lo reconozcan y saluden hasta cuando iba al supermercado.

Así como su fama subía y subía, sus habilidades con el balón mejoraban cada día más. Con él al frente, ayudó al equipo francés a subir por encima de los demás países llevándose con él la victoria de la olimpiadas. El mundo tenía sus ojos puestos en el equipo ahora que se acercaba el mundial de fútbol y, aún más importante, la Champions League. Concentrarse en el deporte era su vida ahora. Y nada lo haría bajar del alto pedestal en donde el mundo y su nación lo tenían bien subido.

Pero su pesadilla se volvió realidad el mismo día que le presentaron a Vinsmoke Sanji, un joven prometedor de veintiún años, que atractivo, hábil y carismático, llenaba de buenas expectativas a las revistas de deportes e, incluso, a sus propios compañeros.

—¿Qué tipo de jugador eres? —preguntó burlón Fullbody muy cerca de Sanji en el vestidor el primer día que el rubio se presentó a un entrenamiento. Sanji se irguió frente a él y sonrió también, retándolo—. Si es que te podemos llamar jugador, niño.

Todo el equipo se rió siguiéndole el juego a Fullbody. Hasta ese momento Sanji se había portado muy amable. Saludó a cada uno de sus compañeros por separado después de que el director técnico del equipo lo presentara formalmente frente a todos, y cuando Fullbody se daba cuenta que se estaba ganando la amistad de sus compañeros no pensó en tener piedad cuando quiso hacerlo con él también. Porque nadie le iba a quitar ese puesto de ser el más querido y el mejor. Pero definitivamente no sabía con quién se estaba metiendo. Sanji podría ser el novato, pero le callaría la boca a Fullbody en su primer partido sin siquiera hablar.