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-Cintia, baja ya o te tiro el móvil al váter. Tu verás- dijo Dylan.
-Ya vete a joder en otra parte. ¿No ves que aquí estorbas? Ah y otra cosa más. CALLA TU PUTO MÓVIL PINCHE PENDEJO QUE SOLO SABE SOLTAR PENDEJADAS. Adiós- Le dije sin más.
Olvidé decir que mi vida es un asco. Dudo que queráis tener mi vida. No, es enserio.

-Cintia, ¿puedes bajar un momento? Es importante- me dijo mi padre.
-¿Sí pa?- cuando baje estaba llorando.
-¿Qué pasa pa?-.
-Tu hermano... Se muda- me dijo sollozando.
-Y que tiene de malo, es decir ya es mayor y eso. ¡Hasta esta prometido! Deberías estar feliz- le dije a mi padre.
-Tienes razón hija- me dijo secándose las lágrimas. - Si en realidad no estoy triste, estoy muy feliz porque podremos estar tu y yo a solas y hacer muchas cosas de las que no te arrepentirás-. Oh no... Necesito ayuda. Él comenzó a acercarse lentamente y me dio un beso forzado en los labios. Realmente necesitaba ayuda. Menos mal que tocaron la puerta.
-No vayas hermosa-. El timbre sonó una vez más. Entonces me soltó y abrí. El que faltaba.
- Hey que pasa Bichito - dijo él sarcástico.

FINN

Cintia tenía los ojos hinchados. Se notaba que había estado llorando.
- Oye, no es el momento de joderme- dijo ella con la voz quebrada.
- ¿Todo bien?- Le pregunté. - Se que no nos llevamos bien pero yo soy una persona en la que puedes confiar - le dije sin demora.

En ese momento apareció su padre y Le dijo algo al oído.
Cintia se tapó la boca con la mano mientras soltaba un no ahogado y los ojos se llenaron de lágrimas.
- No necesito tu ayuda, imbécil- Cintia se mostraba fría.
- Vete, por favor- me dijo y me cerró la puerta en la cara. Claro está que pasa algo pero todo pasará y se solucionará.

CINTIA

- Se que no nos llevamos bien pero yo soy una persona en la que puedes confiar - me dijo Finn, cosa que no me esperaba.

En ese momento llegó mi padre y me dijo:
- Podrás hablar con él si me dejas hacerte mía si no, yo mismo lo mataré. Así que date prisa y sube, ¿esta claro?-me dijo mi padre amenazante. Se me escapó un "no" de mi boca pero creo que Finn no lo notó.
- No necesito tu ayuda, imbecil- dije intentando sonar natural cosa que no funcionó.
- Vete, por favor - le supliqué y le cerré la puerta.
Cuando me giré me encontré a mi padre con el pantalón desabrochado.
- Acércate, pequeña - me dijo con el cinturón en la mano. - Acércate o te pego-.
Se acercó a mi y me ató las manos. Me cargó en sus hombros y subió las escaleras. Me tiró a la cama de mi habitación y me ató cada pierna y cada mano a cada esquina de la cama y me..... Me violó.
Cuando terminó me dijo:
- Estás bien rica - y se fue. Me dejó sola.

Lloraba desconsoladamente y me fui a bañar. Me sentía muy sucia.

Después de bañarme me dormí profundamente.

Wolfhard, mi mateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora