Back to Black 1

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A pesar de pensarlo en julio, estamos a día 15 de agosto, apenas abro los ojos y nada ha cambiado. Suelto un suspiro al darme cuenta qué día es. Noto un peso en la barriga. Es Evie, ha querido dormirse encima mío.

Me levanto y se va con un gruñido. Miro el móvil y tengo un mensaje de buenos días de Brendon, quien, obviamente, no sabe nada de las notas. Decidí no decirle nada. Ya estaba demasiado ocupado con las grabaciones y no quise verlo reaccionar otra vez como cuando me agredieron, herida que por cierto, a penas me ha dejado marca.

Sólo he recibido una nota más en un sobre. Otro tic tac. He tenido que hacer esfuerzos para no empezar a llorar. Esto es demasiado.

Estos días mi novio y yo nos hemos ido viendo a ratos, le he ido a ver al estudio algunos días, pero por el resto me he pasado los días por ahí con Holly, Charles e incluso he ido a ver a José a su casa.

Las vacaciones me están sentando bien pero echo de menos tener cierto tipo de rutina de ir a trabajar. Me alucina pensar que echo de menos los gritos de David en la cabina de control, reírnos de Jerry en voz baja, bromear con los compañeros e ir a ver a José a su garita.

Mi móvil vibra otra vez. Mensaje de Alba.

"A ver cuando vienes a Barcelona".

Esbozo una media sonrisa al leerlo y voy a contestar cuando entra un mensaje de Brendon:

"Preciosa, hoy, si todo va bien, termino de grabar el disco, soluciono unos asuntos legales con mi abogado y ¿qué te parece si cogemos el coche hacia la tarde noche y nos vamos a Brighton a pasar la noche? Hoy hay lluvia de estrellas y ese sitio me trae buenos recuerdos...".

Sonrío. Sí, mejor irme, así me olvidaré de todo lo que se supone que tiene que pasar hoy.

Respondo rápidamente a Alba que es mejor que venga ella a Londres si quiere y un rápido ok a Brendon mientras pienso en preparar la mochila para pasar la noche ahí. Mi teléfono vuelve a vibrar.

"Ven hacia las 5 y media, ¿te va bien?"

"OK" respondo.

Tiro el móvil por la cama y decido levantarme de una vez. Evie se remueve entre las sábanas y suelta un maullido.

-Perdona Evie, no recordaba que estabas.

Abro la puerta de mi habitación con demasiada cautela y voy hacia el comedor de puntillas. Me relajo cuando distingo la cabeza de Holly en el sofá viendo la tele. Todo está en orden.

Me hago un café y me voy a sentar con ella, está entretenida viendo una reposición de Hollyoaks.

-¿Estás bien chochete?- pregunta mirándome, con la ceja levantada.

-Oh, estoy perfectamente.

-No seas sarcástica, T/N.

Suelto un largo suspiro.

-Vale, sí, no lo estoy, pero tengo que seguir con mi vida a no ser que me afecte directamente. Además Brendon me ha propuesto irnos a pasar la noche a Brighton a ver la lluvia de estrellas, hemos quedado hacia las cinco en su casa para pillar el coche. Dice que tiene que solucionar unos asuntos legales.

-Pete me ha contado alguna vez que cuando se saca un disco hay un montón de papeleo con derechos de autor... O piensa que aún mejor, firma el divorcio y te lo quiere decir como una sorpresa.

Asiento, sin querer tocar más el tema. El divorcio. Es verdad, quizás es eso.

-Vale, eso es la parte Brendon. Las notas señalaban hoy como día de algo gordo. ¿Qué hago? ¿Compruebo los frenos de la moto? ¿Los neumáticos? ¿Os encierro a ti, a Brendon y a Evie en un búnker para que no os hagan daño?

Paro, estoy a punto de llorar. Miro para otro lado para que Holly no se dé cuenta, pero es inútil.

-Mira T/N, si algo sé es que como dice el dicho es que perro ladrador, poco mordedor. Es duro, pero sigue con tus cosas y ten el móvil a mano por si algo pasa. Si no te sientes segura, me llamas. Pero seguro que no va a pasar nada, tranquila.

Las dos miramos el reloj de mi móvil.

-Sólo quedan doce horas para que se termine el día- digo, con cierto alivio.

-Ve a prepararte la mochila y haz cosas para entretenerte, sino vas a estar dando vueltas a esto inútilmente.

Tiene razón. Cojo el portátil mientras ella sigue viendo su serie. Se ha enviado una propuesta para contratar a Gregory y me piden un informe más detallado de nuestra entrevista antes de que se incorpore a su puesto.

Me entretengo con ello al menos otra hora más. Cuando le doy al botón de enviar me voy a hacer la mochila para la noche. Ya son las dos.

Hago rápidamente algo de comer para las dos, para matar todavía más el tiempo. Comemos, como si fuese a horario español. Holly me consigue distraer con proyectos de maquillaje que tiene mientras no vuelve el programa. Videoclips, alguna serie...

Escucho atentamente y prometo hacerle de modelo algún día antes de que maquille a sus clientes.

Holly mete los platos en el lavavajillas y yo cambio la arena de Evie, le pongo comida y juego con ella un rato. Las tres y media.

Siento como si me fueran a ejecutar a las doce de la noche. Para quitarme las náuseas me meto en la ducha.

Me lavo el pelo con agua demasiado caliente, que acabo enfriando, maldita costumbre la mía, ya estamos a verano.

Salgo, me visto con unos vaqueros largos finos, una camiseta de tirantes negra y encima me pongo el hoodie de Brendon. Lo puse a lavar y ya no huele a él, al menos hoy se lo devolveré y olerá a mí.

Me hago el eyeliner a la segunda, tengo que rectificar en el ojo izquierdo, estoy temblando. 

Cuando consigo hacerme algo decente en los ojos, me pongo un poco de blush y dudo si ponerme bronceador, aunque después de Maldivas este me queda claro...  

Decido que al final no y me pinto los labios con un color nude.

Me peino, pensativa y cuando acabo recojo mi mochila, me la echo al hombro, cojo el casco y salgo por la puerta. 

Holly me oye y me hace una señal de teléfono si cualquier cosa va mal. Le doy las gracias con la cabeza y me voy a buscar la moto. 

Me coloco bien las mangas del hoodie ya que hará viento con la moto. Miro la hora rápido en el móvil: las cuatro y media, llegaré ahí sobre las cinco. Un poco antes de lo que hemos quedado, pero puedo entretenerme con el móvil en el sofá si está ocupado. 

No hay mucho tráfico y serpenteo entre los coches, mis neumáticos y frenos van bien, me siento aliviada. 

Hago buena parte del trayecto pensando en la noche que pasaré con Brendon mirando las estrellas e intento sacarme de la cabeza las notas. Sea lo que sea, los ingleses se  van a dormir demasiado temprano, si ya son casi las cinco y no ha pasado nada, no pasará. 

Hago la última subida y curva antes de llegar a la calle donde vive Brendon. 

Voy frenando lentamente cuando veo una furgoneta amarilla de mudanzas delante de su casa. Aparco justo al lado y me saco el casco, sin dejar de mirar al vehículo, pensando qué hace una furgoneta aquí. 

Aunque queda una media hora para la hora que realmente habíamos quedado, paso por la puerta delantera. Busco la llave dentro de mi bolsillo y cuando la tengo abro la puerta. 

A mi sorpresa, las cajas que estorbaban en la entrada ya no están. Voy hacia el salón, Brendon no debe estar en casa todavía o no me ha oído. 

Voy hacia el salón en silencio y me paro de golpe.

Brendon está sentado en el sofá dándose un beso con una chica con el cabello negro. 

-¿QUÉ?- chillo y ambos se giran para mirarme. 

Yo a la chica la conozco. 

Sarah. 

Victorious (Brendon Urie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora