A la mañana siguiente, como mis padres no estaban en casa para preguntarles esta oferta de trabajo, decidí llamar al Abercrombie Boy para quedar con él y que me cuente algunas cosas que debo saber si voy a trabajar en esa tienda unos meses.
Cogí mi móvil y la tarjeta que él me dio, y marqué:
-¿Hola?-Respondió una voz masculina al otro lado del teléfono.
-Hola, soy la chica que paraste el otro día en la universidad.
El rió.-Sabía que aceptarías.-
-Nadie ha dicho eso.- Le dije yo con un tono cortante. Sólo quería hablar contigo para quedar algún día y que me cuentes detalles.-
-Ahh... Entiendo, pues, ¿el viernes por la tarde?-
-Vale perfecto.-
-Hasta entonces, adiós.-
-Adiós.-
Corté la linea al mismo tiempo que me levanté y fui a mi armario para decidir que ropa ponerme, a falta de tres días para poder ir a cualquier centro comercial para comprar algún conjunto.
¡No tengo ropa que ponerme!
Segundos después la puerta de mi casa se abrió y entró mi madre.
-Diana, ¿Estás aquí?- Dijo ella con un tono elevado.
-Sí mamá, en mi habitación-
Mi madre dejó las cosas en la cocina y vino en mi ayuda.
-¿Se puede saber que haces con tu ropa?-Dijo al ver el desorden que tenía.
-Pues que no tengo ropa que ponerme para ponerme.-
-¿Ponerte para qué?- Preguntó.
Mi madre no sabía nada de lo ocurrido anteriormente.
-El otro día en el campus me paró un chico para ofrecerme un trabajo en Abercrombie.-
-¿Abercrombie?, ¿Tu tienda favorita?-
-Sí mamá.-
-Pues ponte una camiseta de Abercrombie, unos vaqueros y converse.-
-No sé, creo que esta tarde voy a ir al centro comercial a mirar algo.-
-Vale.-
Cuando llegó mi padre del trabajo a las cuatro de la tarde, le pedí dinero y él me extendió 75€ para que me compre algo bonito.
Cogí el autobús y después caminé hacia el centro comercial.
Entré en el Pull & Bear pero sólo había vestidos de flores y yo necesitaba algo más formal, así que decidí entrar en la "hermana pequeña" de Abercrombie: Hollister.
Nada más entrar un chico guapísimo me saludó diciendo: "Hey, What's up! Welcome to the pier "
-Hola.- Respondí.
Sinceramente no me imaginaba a mí misma diciendo algo parecido.
Encontré un precioso vestido blanco de encaje, cogí mi talla y me lo probé. Me quedaba genial y decidí comprarlo. Como el vestido costaba 60€ sólo me quedaban 15 euros para comprarme unas sandalias a juego.
Salí de la tienda con una de sus bolsas y con una fotografía de uno de sus preciosos modelos en ella.
Al llegar a casa, guardé el vestido en el armario y me acosté.
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Holaa, este capítulo es un poco aburrido, pero pronto pasaremos a la acción,
Chaooo!
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¿Es esto lo que quiero ser?
Teen FictionUna chica de 17 años tendrá que elegir entre dos cosas: trabajar en una tienda de ropa y lograr alcanzar el éxito en las grandes pasarelas o bien intentar estudiar y sacarse una carrera. Podría fracasar en ambas.