Emilie trató de respirar con fuerza mientras escuchó los pasos apresurados que un tiempo después se oyeron en el corredor. Mierda, había sido buena idea abrir la primera puerta que había encontrado y esconderse ahí.
Eso había estado cerca. Tan cerca que su pecho dolía de las rápidas respiraciones que estaba tomando.
Ella en verdad tenía que estar jodidamente mal si se le había ocurrido poner esa última carta sin esperar a que toda la preparatoria estuviera despejada. ¿Cómo era posible que se hubiera arriesgado de esa forma? Peor aún, ¿Cómo ella no se le ocurrió correr cuando lo vio? Al menos tenía que agradecerle a todos los chicos que le habían obstruido a él la vista de ella.
Aún cuando le era difícil respirar no pudo evitar dejar que una pequeña sonrisa se deslizara por sus labios. Eso había sido arriesgado, y vaya que el sentimiento le había dado fuertísimo.
Mordió su labio con fuerza y llevó una de sus manos hasta su pecho, sintiendo a su corazón palpitar con rapidez. Apenas calmandose por el silencio que abundaba alrededor de ella. Y eso solo significaba que él no estaba ahí.
Con sus manos temblando y las piernas vueltas gelatina se separó de la pared en la que había estado apoyada y empezó a moverse. Un escalofrío recorrió su cuerpo al tocar la manija fría y al girarla despacio. Y con cuidado de no hacer ni el mínimo ruido salió del salón y cerró la puerta a sus espaldas.
Ella apenas y podía estar tranquila al no ver a nadie por el corredor. Emilie en verdad maldijo cuando volvió a pensarlo. Él había estado a menos de diez metros de ella. Y joder, había sido el momento más aterrador de toda su vida.
Deseaba a Justin, pero eso no evitaba que temiera verlo cerca de ella. Una cosa era verlo jugar en el campo o verlo practicar con cientos de personas al rededor, y otra muy distinta era tenerlo cerca con nadie más.
Emilie cerró los ojos y lamió sus labios, respirando igual de rápido a como lo había hecho cuando lo tuvo tan cerca. Un gemido escapando de sus labios al recordar lo rápido que había escuchado que él respiraba. Sus vellos poniendose de punta cuando dijo aquella palabra:
"Hey", una pequeña risa divertida escapó de ella al pensarlo. Era como ella se dirigía a él siempre y como en las dos anteriores notas por parte de él se había dirigido a ella. No pudo evitar reír un poco más e inhalar aire con más fuerza.
Al abrir sus ojos de nuevo, respiró con más tranquilidad y pudo al fin moverse y caminar. La curiosidad pudiendo más que ella, y acercandose hasta el locker de Justin de nuevo.
Una pequeña voz en su mente gritando: "¿Tú no aprendes verdad, Emilie?". Y sí, aun con el susto que acababa de pasar, ella admitía que en verdad no aprendía y nunca iba a hacerlo. Y menos con alguien como Justin, quien en definitiva la hacía pensar que nada podía estar mal si era en su nombre. Un error que bien podía hacerle mal... O muy bien.
Su mano tembló cuando se detuvo delante del locker de él, el papel sobresaliendo por la ranura. Emilie tuvo que mirar de izquierda a derecha para asegurarse que no había nadie alrededor que podría estar viéndola y descubriéndola.
Ella descansó su mano contra el casillero y respiró, no dudando ni un segundo cuando con dos de sus dedos tomó el papel y lo haló, tomándolo y dejándolo en sus manos. Abriendolo, leyendo y jadeando por las palabras que se encontraban escritas por él, oh mierda:
❝Hey, nena.
Juro que estoy desesperando y que te hubiera tenido así de cerca no ayuda. Dame tan siquiera una pista y prometo que no te arrepentirás, bebé. Pon el jodido lugar que quieras y la hora que desees y voy a jugar contigo tan duro que vas a estar tan mal como yo lo estoy por ti ❞.
Él lo estaba proponiendo, y ella sintió como su piel se erizaba ante el pensamiento de un posible encuentro. Justin y ella, juntos, al fin. Joder, era una oferta que nadie rechazaría, ¿Por qué ella si quiera estaba pensando en hacerlo? ¿Por qué decirle que no? Ella moría por verlo, quería besarlo tan mal. Jodidamente mucho y tenerlo. Sentirlo contra su piel y que la hiciera suya.
El problema era que él no se alcanzaba ni a imaginar quien era ella. Quien estaba detrás de las notas y eso le aterraba. Ella temía romper con el ambiente tan malditamente sexy que estaban teniendo por la sencilla razón de que ella era un secreto. Porque sí, lo era y le encantaba. Le encantaba que él no la conociera, que él no supiera su nombre, a otras chicas bien les podría disgutar aquello, pero ella no era así.
Emilie adoraba la forma en como él le hablaba por aquellas pequeñas notas, como él se dirigía a ella, la desesperación que él expresaba por querer verla, el que le escribiera sin saber de ella. Le excitaba que él la deseara aunque fuera sin siquiera tener la pista que le estaba pidiendo. Sin imaginarse quien podía estar detrás. ¿A quien no le podía gustar aquello? Permanecer en secreto y hacerlo desear más, aunque ella estuviera sufriendo por tenerlo cerca y tocarlo.
Él tenía curiosidad y ella podía verlo, pero también podía ver que podrían estar yendo muy rápido si se encontraban. Podía romper todo, ¿Que iba a pasar luego de que él descubriera quien era? ¿Seguirían las notas? ¿Seguiría él respondiendole? Ella lo dudaba, lo dudaba mucho, tanto como deseaba decirle que sí y tanto como deseaba tenerlo cerca.
Ella lamió sus labios cuando un pensamiento vino a su mente, cuando se imagino tocándolo, besándolo, jugando con él. Así que cuando alcanzó dentro de su pequeña mochila uno de sus cuadernos y un boligrafo, una pequeña sonrisa la alcanzó y un gemido brotó de ella cuando sintió la necesidad de juntar sus muslos y apoyarse contra los casilleros, al hacerse una idea que bien podría acabar con el juego o hacerlo más alentador para ella y para Justin:
❝ Hey, Bieber.
¿Sabes que si nos vemos se podría romper esto que nos hace desear más? Estaría arriesgándome a que me conozcas y todo mi plan cambie por completo. Pero eso no evita que quiera hacerlo, o que quiera sentirte.
Si quieres verme será con mis condiciones y posiblemente no será lo que esperemos los dos, pero te prometo que se sentirá tan bien que nos bastará por ahora... O nos hará volver por más.
Mañana después del partido estaré esperando por ti en tu casillero, de ahí en adelante tienes que confiar plenamente en mí, cariño❞.
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Hey, Bieber
Fanfiction❝Cariño, puedes tener todo lo que quieras... Pero eso no significa que todas pueden dártelo❞. [+18] justin bieber Todos los derechos reservados.