Capítulo 51: Felices los 4

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CLARA'S POV

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CLARA'S POV

-Oh dios - exclamo extasiada-Sí, Ethan.

Su lengua me recorre íntegramente, provocando que me deshaga de placer entre sus manos, que trazan un camino tortuoso pero exquisito por cada poro de mi piel.

-¿Qué quieres, Clara? - pregunta, cuando toma una bocanada de aire.

Quiero insultarlo, pero me contengo. En su lugar, elevo mis caderas de forma tal que mi parte más íntima queda a escasos centímetros de su boca.

-¿Quieres que sea más gráfica? - pronuncio con dificultad.

Se ríe y me remuevo.

-Creo que no - murmura, antes de atacar con su lengua mi punto clave. El contacto con la calidez de su boca me hace alucinar y noto cómo mi cuerpo empieza a tensarse. Suaves círculos son trazados en esa zona tan sensible, mientras que una de sus falanges se inserta sin meditación previa en mi interior.

Cierro las piernas, pero él me reta.

-Chst - pide-De eso, nada

Me abre las piernas a tope y ataca ferozmente otra vez, provocando que estalle en el primer orgasmo demoledor de la noche, gritando su nombre repetidas veces.

No me da tiempo a reaccionar, ya que se coloca sobre mí y me penetra tan duro que me corta la respiración. Los restos de mi reciente orgasmo provocan temblores por todo mi cuerpo, pero me acostumbro rápido, así que le pido que se mueva más.

-Dios, nena - susurra en mi oído.

-Ah, Ethan

Noto perfectamente la tensión de su polla en mi carne. Ambos palpitamos sudorosos bajo el testimonio de una luna llena, tapada por algunas nubes. Me coge ambas manos y las eleva por encima de mi cabeza.

-Mírame, cariño - pide y eso hago. Mis ojos intentan desnudarle el alma. Su estocada es limpia, precisa y fuerte. No duele, sino que, por el contrario, me lleva nuevamente a la cima.

Me muerdo el labio inferior al punto de sangrar, ya que siento el sabor férreo de mi sangre al tragar con dificultad. El segundo orgasmo se apodera de mi cuerpo y grito tanto como puedo en su oído. Mis alaridos son taponeados por su boca que me aprisiona y entonces, soy perfectamente consciente de que me está llenando de la calidez de su semen. Tiembla y respira entrecortadamente, pronunciando mi nombre con dificultad varias veces.

(...)

Nuestros cuerpos desnudos y sudorosos enroscados me resultan la cosa más perfecta que alguna vez pensé. Disfruto del calor de su anatomía, trazando una línea imaginaria con mi dedo índice que va desde su ombligo hacia su nuez de adán, esa que tanto me enloquece. Él cierra los ojos disfrutando de mis caricias.

No decimos nada por varios minutos, hasta que rompe el silencio.

-Nunca me sentí así - confiesa de golpe

DESORBITADOS (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora