Carta número 5.

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Parece mentira que solo lleve cinco cartas y, sin embargo, haya pasado tanto tiempo. Es cierto que he estado semanas sin subir nada, pero en realidad era porque no sabía cuál carta subir de dos que tenía en mente, al final no me he decidido por ninguna, sino que me he sentado en mi escritorio con boli y papel en mano y esta carta ha salido sola. Porque dos meses dan para mucho, solo espero que esto sirva de ayuda para aquellos que están en mi misma situación. Espero que os guste. 

Para variar no sé cómo empezar esta carta, así que como toda historia empezaré por el principio de ella. 

Te llevaba observando durante un par de años, pero jamás llegué a pensar que te convertirías en alguien tan importante para mí como lo eres ahora mismo. Te conocí de la forma más tonta, e incluso al principio no quería conocerte la razón eran ciertos comportamientos que vi por tu parte hacia la que en aquel entonces era tu novia. Pero, acelerando un poco todo esto, acabé conociéndote y agradezco a quien nos presentó por ello. 

Eras gracioso, simpático, agradable, una persona con la que no te cansas de hablar, alguien con el que te dan ganas de pasear por la calle sin rumbo alguno y no parar hasta que duelan los pies, alguien con quien dan ganas de pasar tardes enteras escuchándole hablar o escuchándole contar alguna de sus historias. Eras muy cariñoso, y muchas veces me llevaste a plantearme si realmente eras así con todo el mundo o solamente con nosotras dos, porque como en todas mis historias mi mejor amiga está presente. Pero claro, todo esto eran cosas buenas, menos cuando te pasabas de cariñoso, y yo no veía lo que en realidad estaba pasando. Todos me preguntaban si me gustaban, y yo solamente lo negaba, porque al principio era verdad, solo te veía como un amigo, pero poco a poco esa idea cambió. 

Recordaré aquel fin de semana como uno de los más raros de mi vida, pero también uno de los mejores. Estábamos solos los tres, de noche, en tu portal, y entonces apareció la pregunta que cambió todo. "¿Tendrías algo con alguien de este grupo?"... ¿Por qué no simplemente pasaste la pregunta como hiciste con las demás? ¿Por qué tuviste que decir que sí? ¿Sabes lo que nos costó dormir aquella noche a nosotras? ¿Sabes los nervios que tenía cada vez que te veía por no saber la respuesta? Pero al final mis amigas tenían razón y... la cabra tira pal'monte. 

Aquel domingo quedamos los dos solos, y me lo pasé muy bien, pero tus amigos tampoco son tontos y ya empezaron a preguntar a la gente si teníamos algo, porque si un chico y una chica están juntos inmediatamente tienen que ser novios... Pero eso me dejo bien clara la respuesta, esa chica era yo. 

Lo mejor fue el día que me lo dijiste, porque de ese día viene esta carta. Parece que te da miedo que me acerque a ti desde entonces, siempre que avanzamos un paso sin darnos cuenta tú eres el que hace que retrocedamos tres de golpe haciendo aparecer a tu ex. Porque no fuiste capaz de decir que sí, que tendrías algo con migo, porque en cuanto las palabras "eres tú" salieron de tu boca fue acompañado con la frase "quiero volver con mi ex, la he hablado", y en ese momento me dio un poco igual, pero con el paso de los días me he dado cuenta de que siempre que estás mal, aburrido o solo bien me buscas con cualquier escusa, y yo como tonta acepto a todo lo que me dices. Te operaron, y fui al hospital a verte con mi mejor amiga, aún sin yo querer ir y mintiendo a mi madre de dónde iba lo hice, ¿qué recibí a cambio dos días después de haber estado hablando sin parar después de ir? Tú subiendo una foto con tu ex dándola un beso. Y eso, cariño, sí que me dolió. 

Pero ya me he cansado de ser tu saco de boxeo con el que puedes desahogarte cuando quieras, usar e ilusionar para después tirarlo como cual basura. Porque eso de que no lo sabes es mentira, porque más indirectas directas no te puedo tirar, porque más el juego no te puedo seguir ¿qué más quieres? ¿necesitas que te lo diga? Pues bien, lo haré.

Me gustas. Me gustas mucho. 

Por favor, estaba más que claro, y sin embargo vas poniendo por ahí que simplemente eres un chico solitario sin nada que hacer... ¡Si hasta tus mejores amigos lo dice! Solo escucha a los demás y te darás cuenta de lo que las bocas callan y lo que las miradas gritan. 

No quiero rendirme, pero esto me está destrozando poco a poco, y no quiero acabar rota por alguien que no sabe lo quiere, así que decídete y deja de ilusionar. Porque yo ya no doy más de mí, ya no mendigaré más mi amor. 

Solo necesito que des el siguiente paso. Solo espero que quieras seguir adelante. 

Dicen que teníamos muchas cosas en común, y aún las tenemos, somos muy iguales, pero también muy diferentes. Yo estoy dispuesta a intentarlo ¿y tú? 

Cartas para él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora