O6. R e a l L i f e

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Restaurant, Urth Caffé.
Toronto, Canadá.

Al entrar al café, el sonido de una campanilla anunció mi llegada y el rico olor a café inundó mis fosas nasales.

Con una sonrisa llena de alivio, —al encontrar una mesa vacía— me dirigí hacia la mesa con paso rápido, necesitaba sentarme a digerir lo que acababa de pasar hace unos minutos.

A los segundos de haber tomado asiento una de las meseras se acercó para tomar mi orden, solo pedí un Frappuccino y le comenté que en unos minutos llegaría mi compañía, para que viniera a tomarle la orden a ella y ahí aprovecharía para pedir algo ligero para comer.

Saqué mi libro de mi bolso y retomé mi lectura, necesitaba distraerme un poco mientras esperaba que llegara Caroline.

Había llamado a mis padres esta mañana, por suerte mi padre estaba en casa —es un doctor, un neurocirujano muy prestigiado en América, por si cabe recalcar, por lo cual era algo complicado encontrar un tiempo adecuado para hablar con el— hablé un poco con ellos sobre mis estudios y les comenté que Caroline y yo queríamos ir a visitarlos este fin de semana ya que yo necesitaba contarles sobre la oferta de trabajo que me habían ofrecido.

Mi padre a diferencia de mi madre, es algo cerrado, siendo sincera no cambiaria por nada a mi padre, pero me molestaba esa pequeña cosa sobre el. Estoy segura de que la idea de ser modelo le disgustaría y sugeriría que siguiera con la carrera que había empezado hace unos meses —criminalistica—, ya que para el es la opción más adecuada, tanto económicamente como socialmente.

Había tenido algunos proyectos anteriormente modelando para algunas marcas de ropa como forever 21 o Brandie Melville, pero nada tan grande y prestigioso como Dolce Gabbana; a pesar de que a mi padre no le agradaba mucho  la idea de que tuviera esos "pequeños" proyectos no le molestaba demasiado.

Estaba algo pérdida pensando en el trabajo que tenía que entregar esta semana cuando sentí un ligero toque en mi hombro, volteé y sonreí al ver que se trataba de Caroline.

Me levanté para saludarla, antes dejando el libro en la mesa.

—Siempre te sientas aquí—rueda sus ojos algo divertida de la situación, acudimos mucho a este pequeño restaurante y por alguna extraña razón siempre escojo una de las mesas que están hasta atrás.

—Oh, cállate que te encanta—le contesté con una pequeña sonrisa y decidimos ordenar.

La vi regalarle una sonrisa encantadora al mesero, el mencionado al habernos tomado la orden, se retiró.

Le dediqué una mirada de "ya basta" a lo que ella soltó una risa y movió su mano quitándole importancia.

—A lo que venimos ¿qué era lo que tenías que contarme?— se inclinó un poco hacia adelante y preguntó bastante interesada en el tema.

Tomé un sorbo de la botella de agua que había ordenado y le dedico una sonrisa.

—Son dos cosas. Pero Caroline, prométeme que no empezaras a gritar porque juro que te haré pagar por nuestros desayunos por un mes entero—le advierto muy seria para mi gusto y ella al ver mi expresión asiente, sin pensarlo dos veces.

—Solo dímelo, que me muero—dice con tono exagerado y poniendo una mano en su frente a lo que recibe una mirada irritada de mi parte, ya que estaba apunto de decírselo y me había interrumpido.

—Primero, Shawn vive en en el mismo edificio que yo y en el mismo piso—solté la bomba bastante emocionada, amo amiga no era muy fan de él, pero le agradaba su música y constantemente decía que se le hacía un chico muy humilde.

Al ver la cara de mi amiga no pude evitar soltar una carcajada, las reacciones de Caroline siempre parecían exageradas pero ya había comprobado que eran 100% genuinas, al parecer eso de las reacciones algo exageradas  son algo normal en la familia. Sus cejas estaban alzadas, su boca entreabierta y sus ojos más grandes de lo normal.

—¿Qué?.. Que buen chiste Moradita. Tienes que parar con esa obsesión que tienes hacia ese pobre chico— al escucharla usar ese apodo que tanto odio, le lance una mirada bastante irritada y tuve que contenerme de no levantarme e irme.

Amo demasiado a esta chica, pero a veces puede llegar a ser algo irritante.

—Te lo digo en serio Carolina— alzo una ceja y me recuesto un poco en la silla en la cual me encuentro sentada, al verla me di cuenta que había cumplido mi cometido.

—Bueno ¿le pediste una foto? ¿Le dijiste lo mucho que lo amabas?— empezó a hacer  múltiples preguntas y moví mi cabeza respondiendo a todas con un 'no'. La vi suspirar y se quedó callada por un momento entendiendo el por qué de mis respuestas.

<<—Conocí a su hermana y con ella si hablé— agregué con una sonrisa y la vi reírse de mi. Claro que lo haría, la hermana del chico tiene 15 años.

—Debes presentármela, me parece una niña súper linda— sonríe y suelta una pequeña risita, a Caroline siempre le han gustado los niños y estoy segura de que será una gran madre.

—No podrás tratarla como una niña, es una adolescente caro— le advierto mientras tomo un poco de mi café, ella hace un ademán con sus manos, quitándole importancia a lo que he dicho.

Veo al lindo mesero llegar con nuestros pedidos y decido que es hora de cambiar de tema.

—He aceptado la oferta de trabajo y tengo una junta con Rose en— fijo mi vista en mi reloj para ver la hora y decirle cuándo tendría la junta con mi manager.—Tres horas—sonrío y la miro.

Tiene sus cejas fruncidas y su expresión está neutra, veo que su labio inferior tiembla un poco y me temo lo peor.

¿Cómo no pude darme cuenta?

Ella siempre ha querido llegar al punto en el que yo estoy y que VS la haya rechazado hace unos meses solo frenó un poco su carrera. Todos los de VS pueden irse derechito a la mierda, perdieron a una de las mejores modelos que puede haber.

—Estoy tan orgullosa de ti Violet— Veo algunas lágrimas deslizarse por sus mejillas y una sonrisa aparecer en sus labios.—Eres mi hermanita y me alegra demasiado verte tomar las oportunidades que tanto has querido, por mas que lo niegues—agrega y seca sus lágrimas.

Me levanto de la mesa con mis ojos cristalizados y sin pensarlo la estrecho entre mis brazos.

Por cosas cómo estás es que me gusta sentarme en la parte trasera del restaurante, hay más privacidad.

—Te amo demasiado hermanita— murmuro contra su cabello y al escucharla sorber su nariz suelto una pequeña risa.

—Yo muchísimo más— contesta mientras me abraza con amor y acaricia mi cabello.

No podía creer que mis tíos —sus padres— no se dirán cuenta de la hermosa joya que tienen como hija.

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More than just a fan [shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora