Viviendo En La Imaginación

Capítulo 13

Narra Marielle:
Hace un rato, Gaston salio camino a la discografíca. Ahora me tocaba a mi salir para el taller. Tome el bolso y abrí la puerta.
—¿Guido? Que sorpresa— musité sorprendida. Tenia los ojos tristes, al parecer habia sucedido algo.
—Hola...¿esta Gaston?— un hilo de voz muy tenue salió de su garganta.
— recien se fue a Sony, me estoy yendo al taller— respondí apenada.
— bueno...perdón por llegar de prepo— giro sobre sus talones como si fuera a irse. Me daba pena verlo así, no podia dejarlo ir. — espera...— me miró —si queres me podes acompañar al taller...tomamos unos mates y te despejas ¿que te parece?— su rostro cambio con mi propuesta.
—dale, me gusta la idea— subimos a mi auto, lo puse en marcha y arranque. Llegamos en un toque. Abrí las puertas del que parecía un pequeño galpón, Guido puso agua para los mates mientras preparaba mis cosas.
— ¿todo eso lo pintaste vos?— dijo mirando cada cuadro con el entusiasmo de un nene chiquito.
— si, me tomaron mucho tiempo pero los disfrute...¿que es lo que te tiene así? Si se puede saber...— no resistí mi curiosidad.
—mi hermano Pato y mi novia se estaban besando— soltó con bronca y frustración.
— pero Agus parecía muy enamorada de vos...no creo que haya sido intencional de su parte, de tu hermano no se—  contesté pensativa. — puede ser, quien sabe...el gato siempre fui yo, aun sin hacer nada para serlo, si una chica se me tira encima el primer sospechoso soy yo...por que claro, algo hice para provocarla según todos— el dolor sopesaba cada palabra suya.
—el ser humano es raro, necesita dos cosas: alguien a quien amar y alguien a quien pegarle...te tocó ser al que le pegan...pero si no les haces caso a los que necesitan pegarte también podes ser muy amado—  sonreí robando de sus labios rosados una muequita que buscaba ser sonrisa.
—si...tenes razón, pocos saben como soy de verdad, pero creo que son los pocos que valen la pena y eso esta bien—  reflexióno tomando un mate. —¿eso incluye a Agus? Por que se ve que te quiere enserio— el me miro, pensando en lo que dije.
— si, creo que si— admitió.
— bueno...mira aca tengo una guitarra...solía tocar, ahora esta un poco dejada, podrias enseñarme-