Uno.

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El grupo de jóvenes reía por alguna broma sin sentido, mientras que volvían de la universidad.

Isabelle, la más joven de los tres, arregló su cabello revuelto por el aire. Aseguró el agarre que tenía sobre su bolso y comenzó a dar pequeños saltitos sobre la acera.

-Jace, es el día. ¡Es el maldito día!

Jace sonrío como el gato de 'Alicia en el País de las Maravillas'. Abrazó a su amiga, sintiéndose igual de feliz que ella, o tal vez más.

-¡No lo puedo creer! Diablos, ya necesito ver a Alec. ¿Cómo crees que esté?

Magnus observó la escena divertido, escuchando la conversación de esos dos. Al escuchar ese nombre recordó al hermano de Izzy, el pelinegro de 13 con brackets, acné y miopía. La imagen llegó a su mente, haciéndolo reír.

-¿Qué pasa?

-Nada, nada.

Siguieron caminando por las calles. Jace siguió parloteando sobre su mejor amigo, hasta que por un valioso instante, paró en seco, al borde de tropezarse con sus propios pies.

Un taxi estaba estaba aparcado frente al hogar de la castaña. La madre de esta lloraba desconsoladamente, mientras que Max, su hijo más pequeño, la abrazaba con fuerza mientras sonreía. Una figura masculina salió del vehículo, bajando con él una maleta color azul marino.

El rubio soltó un grito, rompiéndole los tímpanos a cualquiera que estuviera cerca.

-¡Estás aquí, estás aquí! ¡Maldita sea, Alexander Gideon Lightwood, ven y abrázame!

El recién nombrado abrió los brazos, esperando por su amigo. Este corrió a donde se encontraba, tan rápido como si su vida dependiera de eso. Se fundieron en un abrazo, en el que Jace no paró de hacer preguntas.

-¿Cómo estás? ¿Me extrañaste? ¿Te duele algo? ¿El viaje en avión te hizo vomitar? ¿Cómo es Italia? ¿Había chicas lindas? ¿La Torre Inclinada de Pisa realmente está inclinada? ¿Sabes hablar italiano?

-¡Quítate que voy yo! -exclamó Isabelle, uniéndose al momento. Estaban algo incómodos, pero lo valía. Verlo después de tanto tiempo valía la pena. -Dios, ¡pareces una jirafa!

Alec saludó a todos, menos a Magnus, al cual solo miró de reojo por un segundo. Después de la bienvenida, se acercó a él, con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

-Hola.

Por su parte, el moreno sentía que el faltaba el aire

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Por su parte, el moreno sentía que el faltaba el aire. ¿Qué le había sucedido a ese chico? Ya no había rastro alguno de ortodoncia ni gafas, dejando ver unos hermosos ojos verdosos-azules. El acné parecía haber desaparecido, pero la mirada de Magnus se mantenía en los labios del muchacho.

Santa mierda.

Tragó con fuerza, carraspeando para hablar. -Hey. Has cambiado mucho.

El más alto sonrío de nuevo, chasqueando la lengua. -Para bien, ¿cierto? -murmuró, sin vergüenza, dándose luego media vuelta.

¿Dónde había quedado el tímido hermano de su amiga?












sí, no paro de subir historias, y todavía tengo más ideas.

¡espero que les guste esta nueva propuesta! a mí, sinceramente, me gusta mucho la idea.

ese gif de matthew me dejo en la ruina, que les puedo decir. no hace nada, y ya es la persona más linda del mundo.

estoy emocionada porque el sábado es mi cumpleaños jahdnsvdcajajsjjejejsjsksksk.

bueno, no tengo nada más que decir. ¡nos leemos!

-mar

The puberty. •malec•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora