Libertad

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La brisa movía su pelo, ella se sentía libre. Rodeada solo por el viento, el sonido de las olas y el vestido bailando entre sus piernas. Abre los ojos y contempla el mar y la gigante ola que se aproxima. Eso solo hace que su sonrisa se haga más grande. En su mente solo está el pensamiento de "Bueno, al menos así se apagara el fuego de la casa". Ríe. En 15 minutos lo había perdido todo. Estaba lista. Esa mujer siempre lo estuvo. Cierra sus ojos por unos segundos. Cuando los vuelve a abrir la ola ya está frente a ella, haciéndose presente en su inmensidad y gloria. "Por fin, morir" pensó la mujer mientras su cuerpo era arrastrado por la fuerza de ese gigante tsunami. 

Tu Escrito RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora