One Shot: Mi Tonto Conejito

Mi Tonto Conejito

Esto es lo peor que me ha podido pasar en mi puta vida, no sé que hice para merecerme esto, bueno tampoco he sido un ángel, pero no creo que haya hecho algo malo para que me tenga que ocurrir esto.

Para que me entiendan, vamos a retroceder un poco el tiempo.

Flashback

Hace tres meses

Estaba en una gran fiesta de la universidad celebrando la victoria de mi equipo, y para celebrar quería divertirme esta noche con una linda chica, lo cual no fue difícil ya que había una chica que no paraba de coquetearme con la mirada, tome mi oportunidad y me acerque a ella para proponerle una noche que jamás podría olvidar, lo que ella no se negó.

Me encontraba en ese justo momento en una habitación coqueteando con aquella chica que apenas acababa de conocer, creo que su nombre era Emily pero en fin, no me importaba, solo quería divertirme y pasarla bien. Entre risas y coqueteos nos estábamos quitando la ropa, ella bajo un poco mi bóxer para darme sexo oral, mi pene no estaba del todo despierto, pero no le di mucha importancia ya que Emily se iba a encargar de despertar a mi amigo, Ella solo sonrió con picardía para después darme sexo oral.

Pero aquí es donde inicio todo, ella me estaba dando una gran mamada, sin embargo no sentía placer, no sentía nada, pero eso no era lo peor, lo peor era que ¡MI PENE NO SE LEVANTABA!

– ¡Qué demonios! ¿Estás jugando conmigo? – Grito furiosa.

– ¡Espera! ¿A dónde vas? – Dije confundido mientras la veía buscar su ropa en el suelo.

– Mira Kevin, Yo vine a divertirme, pero por lo que veo no estas "Dispuesto a jugar" y sinceramente no voy a perder el tiempo con alguien que... – Dijo una pausa mientras se terminaba de vestir y se dirigía a la puerta. – Con alguien que no quiere tener sexo conmigo y efectivamente será una noche que jamás voy a olvidar ¡Adiós! – Termino de decir tirando la puerta de la habitación.

– ¡Maldita Perra! – Grite furioso mientras buscaba mi ropa y me vestía, era la primera vez que me sentía tan humillado en mi puta vida, y por algo que yo soy excelente. ¡Por Dios! En la secundaria todas las chicas deseaban acostarse conmigo.

Pero para no darle tantas vueltas al problema, me decía a mi mismo que solo era por esta noche, que solo escogí a la chica equivocada, ya después toda iba a ser como tenía que ser.

Que equivocado estaba, esto se repetía una y otra vez, no importa si estaba con la chica más sexy del mundo mi pene no reaccionaba y para empeorar las cosas las chicas se burlaban de mi o me miraban con lastima.

Ya cansado de esto, decidí buscar ayuda médica para tratar mi problema, sin embargo no sirvió de mucho, el doctor me dijo que no encontró nada raro en mi cuerpo, ¿Entonces qué demonios tengo? ¿Por qué me pasa esto a mí? Estaba furioso, le dije un mil insultos. Ya cuando me tranquilice el doctor me dijo que tal vez mi problema sea psicológico, así que me recomendó ir a un psicólogo y antes de marcharme me dio un panfleto que decía algo sobre el control de la ira, no le di importancia esa mierda a sí que la tire.

Fin del Flashback

Y pues aquí estoy saliendo de consulta con el psicólogo, me sentía tan decaído que llame a las únicas personas que han estado conmigo en las buenas y en las malas para pasar el rato y no estar solo con esta mierda de problema.

– ¡Hola Kevin! – Saludo con energía Nazz. – Pasa, ya Nat está aquí y trajo algunas golosinas. – Pase a su apartamento, lo único que podía ver era trozos de telas por todos lados, bueno supongo que es normal cuando tienes un trabajo como diseñadora de modas, ya a la final de todo ese desastre pude ver a mi amigo peliverde sentado en un mueble peludo de color rosa chillón.