—Sangre acumulada y atrapada bajo la superficie de la epidermis —examina Akira, rotando bruscamente entre sus manos el rostro de Mila. Su cuello cruje con eso y la castaña abre los ojos de par en par, asustada—. Causa: golpe dado a puño cerrado, impacto de los nudillos contra el pómulo izquierdo de la paciente 004. Consecuencia: rompimiento de los vasos sanguíneos más pequeños, hematoma subcutáneo —informa antes de girar su cabeza nuevamente, esta vez haciendo crujir más huesos—. Tratamiento y conclusión: aplicar una compresa de hielo para que se desinflame la zona afectada y poner una orden de restricción contra Mei Ling Lee, hermana de la presente y futura doctora, Akira Arlet Lee, número de documento...
—Una orden de restricción no le servirá en el infierno —escupe Mei, cruzada de brazos y dejando caer sus botas sobre la mesa ratona.
—Es el segundo golpe que me das en la semana, si alguien se irá al infierno serás tú —se queja la castaña, cerrando los ojos adolorida mientras toca su pómulo.
—¿Es que acaso soy el único que no está pensando en las llamas del infierno y sí en las películas en donde las personas que reciben mensajes de desconocidos terminan muertas? —inquiere Dave con el ceño fruncido, observándonos preocupado—. Y ojalá estuviéramos hablando de una película romántica de Julia Roberts y no de una basada en una historia de Stephen King y su brillante mente demoníaca.
Muchas cosas pueden pasar en quince minutos, como por ejemplo un Touchdown seguido de una pelea en cuanto Mei Ling vio a Mila en el estadio. Tras esto un traslado hasta la casa de las hermanas Lee en el cual un millón de preguntas fueron hechas, y, lo más importante, respondidas.
Nadie conoce la completa historia de Mila y Blake a excepción de mí. Mei conoce la mitad, y en cuanto empezó a acusar a la castaña de haber regresado a Owercity únicamente para recuperar a Hensley tras haberlo hecho sufrir —cosa que ella no permitiría—, me vi obligada a contar la verdad.
Sin embargo, no lo hice sola.
Todos comenzaron a mirar mal a Mila en cuanto Mei Ling dejó salir su versión de los hechos, y no fue hasta que la puerta de la casa se cerró y todos nos vimos a los ojos que el número treinta y uno dio un paso adelante y contó por qué rompió con ella y qué ocurrió después: el accidente del que habían sido protagonistas Larson y Wendell, los mensajes, la mudanza a Seattle y cómo esto lo afectó económica y futbolísticamente hablando.
Mientras lo escuchaba mi corazón se hinchaba dentro de mi caja torácica. Soy consciente de lo mucho que le cuesta abrirse, contar a otros sus problemas en lugar de guardarlos en los más recónditos lugares de su pecho. Se volvió transparente para que sus amigos pudieran ver a través de él, y con ello que dejaran de juzgar las acciones de Mila.Una chica normal se hubiera molestado en mi lugar. La hubiera herido que él defendiera a su ex con tanta avidez, los celos la hubieran vuelto loca en el momento en que Hensley miró hacia Mila desde el campo y fue lo que lo impulsó a anotar. Probablemente, si fuera otra mujer la que estuviera en mi cuerpo, hubiera ayudado a Mei Ling a llenar de hematomas esa epidermis de porcelana que luce la recién llegada de Seattle.
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Extra point
Teen FictionSegundo libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Enigmático, mínimamente insolente, juicioso, perspicaz, incorregiblemente malhumorado e increíblemente apuesto. Una pesadilla en el campo y una estre...