Primer encuentro.
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sábado por la mañana, que fastidio.
El pequeño Harry tenía una gran resaca. talló sus ojos con ambos puños y estiró su mano izquierda hacia su teléfono, 7:40 de la mañana, de tan solo ver la hora se le formó un puchero en el labio inferior.
Retiro la sabana que cubría su delgado cuerpo y caminó con pereza hacia el baño, de camino a este tomo una toalla de su armario y abrió un poco las cortinas de su habitación. pudo ver a través de la ventana al jardinero de sus vecinos, según Harry el chico era demasiado musculoso, pero igual tendría sexo con él. Después de ver como el jardinero cortaba hierbas por al menos dos minutos, retomo su camino hacia la ducha. Retiro su pijama, que consistía en unas pequeñas pantaletas rojas con algo de encaje negro y una blusa de tirantes negra con destellos rojos, sobra mencionar que el conjunto era de mujer. Prendió la ducha, y mientras esperaba a que saliera el agua caliente, se quedó viendo su pálido reflejo. En cuanto detectó un morete ligeramente rosa con morado en su cuello quiso gritar del coraje. Harry siempre fue muy cuidadoso con ocultar su vida de “libertino” frente a sus conocidos, pero últimamente la ebriedad lo cegaba, apenas y podía recordar con quien tenía relaciones sexuales.
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Al ver a su hermano menor bajando las escaleras, con un lindo conjunto de tonalidades claras, una falda azul celeste, unas medias blancas, un suéter blanco y unas zapatillas estilo tornasol, sonrió.
-Harry, ¡te ves precioso! -El chico no hizo más que reír bajo.
-buen día gem, ni siquiera me maquille…apenas y acomode mi cabello.
-Tu no necesitas maquillaje, te vez precioso al natural, por algo somos hermanos.
Gracias, gem… ¿Crees que sea adecuado para hoy?
-¡Claro que sí! luces muy bien pequeñín, da una vuelta para verte bien.
Harry dio una vuelta en su lugar y la falda se levantó casi hasta su trasero, pero Gemma lo paso por alto, según ella, Harry nunca mostraría su cuerpo a propósito, pues su hermano era muy conservador. aplaudió emocionada y se paró de su asiento, tomo su bolso y sus llaves.
-Vamos, no sé qué tanto nos tardemos.
Gemma era egresada de la universidad de Manchester, teniendo así licenciatura en arte general con énfasis en pintura y escultura. en cuanto oyó a su hermano Harry cantar, casi brinca de felicidad, pero el pequeño no sabía si de verdad quería como pasa tiempo esa rama del arte, hasta que el jueves de esa semana se decidió que si quería aprender a cantar. Gemma conocía a un chico que había estudiado con ella, pero él estaba especializado en canto, se había enterado ya hacía tiempo había puesto una academia, y le iba muy bien. su nombre era Louis, no lo había visto en más de cuatro años, pero lo tenía agregado en redes sociales, estaba segura de que la recordaría, después de todo fueron amigos.
Harry fingía estar emocionado. Aunque si le gustaba la idea de aprender a cantar, la resaca de la noche anterior aun le taladraba la cabeza. Seguía algo molesto por el hematoma en su cuello, lo había cubierto con maquillaje, pero aún se notaba, agradecía tener el cabello a la altura de sus hombros, pues disimulaba mejor el morete. Le costó trabajo, pero pudo recordar quien se había atrevido a manchar su piel; lo invitaron a jugar a los retos, Harry siempre era muy impulsivo, sumemos le a esto seis tragos de wiski y cuatro cervezas. le toco a su amiga Stacy ponerle un reto, ella sabía que Harry tenía ganas de estar con el chico nuevo, así que lo reto a estar con el quince minutos en el "paraíso" que era la habitación del anfitrión de la fiesta. tres minutos fue lo que el chico nuevo se tardó en terminar, Harry ni siquiera pudo tener un orgasmo, solo le dolió el trasero y se sintió estúpido, aun estando ebrio se molestó por no haber terminado, y ya que odiaba recurrir a la masturbación prefirió esperar a que su erección se bajara sola.

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Enseñame A Cantar...
Teen Fictionel pequeño Harry descubre que le gusta cantar, y su herman Gemma no podria estar mas feliz con la idea.