One-Shot Wigetta #1 "La cajita Azul"

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Narra Guillermo:

Desperté, gracias a los gritos y los cantos de "Feliz cumpleaños!!" Mis ojos todavia no estaban abiertos, pero los abri lentamente. Y los vi, con una sonrisa de punta a punta, los dos con los ojos iluminados, y llenos de felicidad. Una amplia sonrisa se formó inmediatamente en mis labios.

-Feliz Cumple años papi!! - Grito esa niñita que tanto me alegra los dias, claro, ella y el.
-Feliz Cumpleaños Chiqui!!- El, mi hermoso, y genial marido, el que siempre me acompaño, con el que estoy decidido a pasar el resto de mi vida, con el hormbre que amo.
-Buenos dias... Me hicieron el desayuno? No tenian que molestarse. - Dije, mientras una sonrisa enorme se me formaba en mis labios, No podia evitar sonreir cuando estaba con ellos.
-Claro que si amor!! Como crees que nos olvidariamos de esta fecha tan especial! - Dijo Samuel, acercandose para fundirnos en un beso apacionado, no podia decirle que no, no podia lastimarlo, no podia separarme de el.
-Papi!! Abre los regalos!!- Dijo mi hermosa hija, Alison, La cual saltaba de un lugar para el otro con unos paquetes, envueltos con papel de colores.

Y así lo hice, los abrí. Los regalos, no eran solo regalos, eran recuerdos. Cartas, fotos, peluches, flores, y también. Algo que llamo demasiado mi atención. 
Una cajita.
Una cajita color azul, la cual estaba bordeada, con colores dorados, y una inscripción en la tapa: SG&A.
Samuel, Guillermo y Alison.
Note como prestaban atención a cada movimiento que yo hacía. Mis manos tocaron la cerradura de oro, la cual estaba compuesta por pequeños ganchitos, los cuales la mantenían cerrada. Mis manos temblaban por... miedo? Misterio? Euforia? No lo sé, solo sé que temblaba. La cerradura se fue abriendo de apoco, y la cajita azul fue abierta por completo. Traía dentro con ella unas cadenas color dorado, con las mismas inscripciones que en la tapa, dos cartas, un dibujo de nuestra hermosa hija, y un paquete, como esos que te dan en caso de una situación importante. Lo primero que hice fue mirar a los dos a los ojos, para luego poder enfocar mis ojos de nuevo a los hermosos regalos que traía esa cajita azul.
Tome entre mis manos, primero que nada el dibujo de mi hermosa niña Alison. Samuel, Alison, y yo en el césped, mirando las estrellas, ella tenía tanto talento para dibujar como una gran imaginación, mis ojos se enfocaron el la niña de cabellos color marrón claro, y no pude evitar sonreír yo también al ver como se sonrojaba por el dibujo, y como sonreía tímidamente. La tome entre mis brazos y la abrase con todo el cariño que pude, sus ojos se humedecían cuando me acerque a su oreja para susurrarle:
-"Te amo, te amo mucho mi niña, te amo más de lo que imaginas, te amo más de lo que alguien es capaz de amar."

Samuel miraba con atención esa tan hermosa imagen familiar para seguido de eso, unirse también al abrazo. Era la imagen familiar perfecta, era el hombre más feliz del mundo, lo tenía todo; Una hermosa hija, Un marido maravilloso, unos amigos que me entendían y me hacían reír en todo momento, y una vida de la  cual nadie se podría quejar, el camino hasta el éxito fue costoso, las peleas, desaprobaciones, el rechazo, y las consecuencias que traía poder llegar a esto, pero sin duda alguna, valió la pena, nunca nos importó, si la sociedad nos tratara como basura, nos insultara, o nos rechazara, porque siempre hay un lugar, hay una luz en tu vida, la cual puede que no veas en este momento, pero esta ahí, solo tienes que dejar que esa ceniza, que esa chispa, se expanda, tienes que dejarla salir, para que luego, se forme un fuego, tu llama, tu llama de la felicidad,
Tienes que ser tú mismo, sin miedo de lo que digan los demás.

Mientras nos separábamos de ese abrazo tan perfecto, tome entre mis manos la carta la cual tenía una inscripción también encima del papel que lo envolvía: Para el amor de mi vida, Para nuestra eternidad.

Mis ojos se iluminaron al leer eso, ya que "Nuestra eternidad" Fue la frase que usamos el día de nuestra boda, como también el día que nos enamoramos. La carta, no era una carta como las de ahora. No, esta estaba escrita a mano, con una letra, la cual imitaba casi igual, la letra que usaban en las películas, para las cartas de amor.

Mi Querido pedacito de Cielo:


Este es tu día ,es el día en el que por primera vez, un ángel decidió bajar del cielo, el día en el que se cumplen 36 años de tu hermosa y larga vida, una vida que estamos destinados a pasar juntos, tú, yo y nuestra hermosa hija Alison. Recuerdo todavía el primer día que nos conocimos, el día en el que tus ojos me enamoraron, el dia en que me dije, estoy aquí por una razón, por la razón, de que quiero pasar el resto de mi vida contigo, el dia en el que decidí ser feliz, el día en el que decidimos ser felices juntos, y hoy quiero decirte que te amo, quiero decirte, que no podría estar aquí sin ti, no lo voy a negar, porque sé que es verdad, y es que tú y yo sufrimos mucho, criticas, rechazo, e incluso llegamos a pensar en dejar esto, en dejar nuestro futuro, pero no lo hicimos, llegamos hasta aquí, y armamos nuestro futuro, nuestro hoy, y nuestro ayer, quiero que seas feliz, y descubrí que eres feliz conmigo, al igual que yo, y no me dudaría en que si me dieran el poder empezar de nuevo, lo haría con la condición, de que pasaría el mi vida de nuevo contigo, con el amor de mi vida.

Con todo el amor del mundo Samuel.

 FIN

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