❝Morir para salvar a alguien a quien amas es una buena forma de hacerlo❞.
Isabela Souza, tendrá que luchar por su propia supervivencia, al ser ella más poderosa de lo que piensa.
¡Atrévete a aventurarte en este nuevo mundo lleno de magia y amor!
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★━━━━━━━━━━━━━━★ Capítulo 8 "No puede ser ella" ★━━━━━━━━━━━━━━★
• Isabela •
Entramos juntos a mi casa. Caminamos a la sala y nos sentamos en uno de los sillones.
— En realidad no lo entiendo Julio, ¿cómo es posible que mis padres hayan terminado en una ciudad mundana, si en su condición, eso es imposible? Porque los demonios tampoco pueden ir allí— dije mientras ocultaba mi rostro en mis rodillas.
— Todo esto es muy raro Isabela, ellos como cazadores, tienen estrictamente prohibido ingresar al mundo humano, según las reglas de S. Vladimir, ya sabes el Rey de Kylo— dijo acariciando mi cabello.
— Tengo que buscar respuestas. No sé cómo lo haré... ni siquiera entiendo a qué te refieres con las reglas de S. Vladimir. Me llena de impotencia no saber casi nada de este mundo, mis padres me mantenían alejada, hacían que olvidara todo... según ellos era para mí protección. Ahora sólo sé que algo peligroso acecha y yo no estoy preparada para eso— sequé algunas lágrimas que empezaron a rodar por mis mejillas.
— Puede que por el momento no lo entiendas, pero veo algo en ti. Estás destinada a grandes cosas Isabela. Creo que ha llegado la hora de extraer el bloqueo que hay en tu cerebro... Pero tengo que juntar a Agustín y Maxi, para lograrlo— su rostro reflejaba seriedad. Parecía hablar en serio.
— Espera... ¿Cómo sabes que tengo un bloqueo?... me debes muchas respuestas Julio.
— Y te las daré, pero lo principal es extraer ese bloqueo. La situación claramente marca que tienes uno— dijo cerrando los ojos y a los pocos minutos vi entrar por el marco de la puerta a Agustín y Maxi.
— Vaya, sabía que no podías estar tanto tiempo sin mí chiquita— hay no, justo a la persona que quería evitar.
— Agustín, este no es el momento. ¿Recuerdan nuestra misión que nos implantaron al convertirnos en Hechiceros Máximos?— los recién llegados asintieron— Pues estamos apunto de empezarla— dijo Julio mirando seriamente a sus amigos.
— ¿Estás insinuando que Isabela es la chica mutante de la que seremos guardianes?— Maxi parecía no entrar en sus cabales.
— Estoy seguro que Isabela es esa chica, todas las características parecen encajar en ella— agregó Julio.
— ¿Mutante?— pregunté nerviosa.
— Es algo complicado...— dijo Julio mirándome de soslayo.
— ¿Es en serio? ¿Entrenamos durante años para terminar el resto de nuestros días cuidándola? ¿A ella?— Agustín parecía querer lanzarse sobre mí en cualquier momento y arrancarme el cabello.
Estaba realmente agobiada con esta situación, primero el enterarme que mis padres habían muerto, después que el trío causante de muchos de mis problemas, conocidos como Los Hechiceros Máximos, debían permanecer junto a mí hasta quién sabe cuándo y que ahora algo me acecha. Al parecer tengo muchas preguntas pero pocas respuestas.
— Yo realmente no tengo mucho inconveniente con eso, Isabela siempre fue importante para mí— dijo Julio mientras acercaba sus manos a mis rodillas.
— Se te hace fácil decirlo, porque estás enamorado de ella, ¿pero nosotros qué?— dijo Agustín. Realmente empiezo a creer que soy su persona favorita en toda la dimensión. ¿Sarcasmo? ¿Dónde?
— ¿Quieres callarte?— dijo un cabreado Maxi, tal parece que este chico tiene un gran problema con la vida pues todas las veces, o en su mayoría, tiene el ceño fruncido y cara de fastidio o disgusto.
De repente caí en cuenta de lo que acababa de decir el pesado: ¿Julio me ama?... en mi mente sólo existía el pensamiento que todo era una broma más por parte de Agustín, o eso me forzaba a creer.
— Si es que están en lo cierto, sólo quiero que desbloqueen mi cerebro... de verdad que yo tampoco los quiero a todos como mis guardianes... pues gran parte de mis problemas aparecieron cuando los conocí.
Vi cómo la mirada de Julio se apagaba y fue ahí cuando comprendí el error de mis palabras.
— ¿Y si se equivocan? Yo no puedo ser esa mutante de la que hablan. Soy ordinaria, ni poderes creo que tengo— rectifiqué mis palabras.
— La chiquita tiene razón, es de lo más ordinaria.
— No lo es— lo retó Julio— Los tres podemos ver su aura, no hay nada igual a eso. La intuición de los hechiceros nunca falla.
Tanto Agustín como Maxi, parecían tener una lucha interna. Así estuvieron hasta que uno de ellos habló.
— Terminemos con esto, mañana mismo partiremos en la búsqueda de S. Vladimir. Así que prepárate, todo a partir de ahora cambiará Isabela— dijo Maxi, sosteniendo un líquido verde entre sus manos, el cual hizo aparecer en cuestión de segundos, sí, en efecto, todos ellos son experimentados hechiceros, supongo que de ahí el título. Me hizo beberlo y sentí unas manos frías rodear mi cabeza.
