[Eldarya] Mi debilidad (Nevra x Leiftan)

Capítulo 16

-¿Qué haces aquí y porqué ella y tú se estaban besando? - Preguntó Nevra sin poder creer aún lo que sus ojos habían presenciado.

-dile lo que me dijiste hace rato, cariño - Akire sonreía mientras abrazaba a su víctima.

-sea lo que sea que haya sentido por tí fue mentira, yo amo a Akire, ella es la mujer de mi vida y me iré a vivir con ella - respondió Leiftan mientras sonreía de una manera muy cínica.

-¿¡Qué!? - exclamó Nevra al oír aquellas palabras, sentía como algo en su pecho se rompía.

-¿Estás sordo? Él dijo que me ama y nos iremos de la guardia de Eel para vivir felices por siempre - Akire sonreía deleitandose con la escena que sus ojos presenciaban.

-No es verdad, Leiftan ¡dime que no es verdad! - Suplicó ante la mirada de indiferencia que le dedicaban ambos.

-Me temo que es verdad, así que me harías un gran favor desapareciendo de mi vista y no volver a hablarme nunca - respondió Leiftan con total tranquilidad.

La mirada de Leiftan había cambiado totalmente y ahora parecía alguien más, sus ojos verdes no brillaban como antes y ahora parecían estar sin vida, él no era Leiftan, era sólo un usurpador en el cuerpo de Leiftan.

-Mejor vámonos, tenemos mucho que hacer - dijo Akire aferrándose al brazo del chico.

-Sí, linda - respondió Leiftan y ambos caminaron pasando al lado del vampiro.

Nevra bajó la mirada mientras la persona que más había amado en el mundo se alejaba, pero justamente cuando ambos pasaban a su lado Nevra alzó nuevamente la mirada, lo que iba a decir probablemente no haría que se quedara pero al menos debía saberlo.

-Estoy esperando un hijo tuyo - confesó.

Leiftan y Akire se detuvieron, pero ninguno se dignó a voltear a verlo.

-¿Qué te hace creer que es mío? - Preguntó Leiftan con frialdad.

-...- Nevra no respondió, estaba indignado por lo que Leiftan estaba insinuando.

-Bien, no hables - fue lo último que dijo para después continuar su caminar hasta la salida.

Akire volteó para mirar al vampiro, pero lejos de sentir culpa o remordimientos ella se mordía los labios para evitar soltar una carcajada de burla.

Nevra posó una de sus manos en su vientre, tenía tantas ganas de simplemente sacar su cuchillo del bolsillo y apuñalarlos a ambos, pero finalmente tuvo que contenerse, no por que a pesar de la traición todavía lo amaba, si no también porque ahora debía pensar en su pequeño.

-No te preocupes, todo estará bien mi pequeño - dijo, aunque esas palabras iban más para sí mismo.

Mientras tanto en otro lugar

-Tengo la sensación de que algo va a ocurrir - dijo Miiko mientras veía el gran cristal en medio de la sala.

-Quizás sólo has comido mucho chocolate, te dije que no comieras tanto o te dolerá el estómago - Huang Hua miró severamente a su amiga.

-No comí tanto - se defendió Miiko.

-Y lo dices mientras comes tu doceava barra del día - señaló la barra que sostenía la Kitsune.

-Pero está delicioso - respondió y después le dió un mordisco a su golosina.

-Uh... ¿Hola? - Y en ésos momentos apareció Erika.

-Oh, finalmente estás aquí - Huang Hua sonrió al ver a la recién llegada.

-¿me necesitaban? - Preguntó Erika.

-Sí, verás, necesitamos... - Las palabras de Miiko fueron interrumpidas por la aparición de una mujer de aspecto fantasmagórico.

El oráculo había apareció ante las tres mujeres presentes, igual que lo había hecho cuando llegó Erika, el oráculo movió lentamente su brazo señalando algo o más bien a alguien.

Erika se quedó totalmente en shock al ver que el oráculo aparentemente apuntaba hacía ella, para corroborarlo se movió lentamente para ver si el oráculo la seguía, para sorpresa de las tres el brazo del oráculo permaneció quieto.
Las tres voltearon hacía dónde señalaba el alma del cristal, y justamente en ese momento estaba entrando Nevra.
La fantasmagórica mujer pronunció unas palabras que las tres chicas oyeron perfectamente, y además, a diferencia de otras veces está vez Erika logró entender parte de lo que decía.

"Daemon... Nacer... "

Fue lo que susurró el oráculo para después desaparecer.

-...

-...

-...

-...

Ninguno de los presentes dijo algo, sólo se miraban entre ellos para corroborar que todos habían visto exactamente lo mismo.
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Hasta aquí el capítulo de hoy n.n

¡Ojo! La aparición del oráculo no es importante en la trama, sólo tomenlo como una confirmación de lo que Nevra confesó.