Cinco chicos diferentes

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La sorpresa de ver a esos cinco chicos allí pidiéndome que fuera con ellos al instituto fue muy grande.

Lo que sobre todo no entendía era ese extraño empeño en conocerme que tenía el chico de ojos de color hermoso en el que me perdía sin saber porque. Liam era algo... especial. No sé que tenía pero era muy... extraño. Hacia que por una vez quisiera contar toda mi historia, que quisiera confiar en él como nunca antes había confiado en alguien. O al menos, nunca después del accidente que cambió mi vida, y que la volvió oscura y solitaria. Él hacía que quisiera contarle el motivo de mi soledad, y de mi desconfianza. Pero no podía, no debía. Él solo me haría daño. Alguien como él nunca podría fijarse en alguien como yo, no en el mundo real.

Bajé y me encontré otra vez frente a los chicos los cuales me sonreían. Vi esas sonrisas amigables en las que, cada vez más, me veía tentada a confiar.

"No puedes ______, recuerda que si olvidas la historia esta se repite y no quieres eso ¿verdad?"

Me recordó una vocecita en mi cabeza y no, no quería pero quizás más adelante sería capaz de confiar en alguien otra vez.Y ese "alguien" podía significar ellos.

El camino al instituto fue tranquilo. Harry, Louis, Zayn y Niall hablaban entre ellos mientras que Liam y yo andábamos atrás, hablando a ratos, mirándonos a los ojos con aire misterioso la mayoría del tiempo, a veces sin decir palabras durante minutos...

-¡Hey tortolitos ya llegamos!- Gritó Louis.

Aunque el camino del pueblo al instituto era largo a mi se me pasó en instantes, es más, ¿cuando había pasado esa hora de camino que había desde mi casa? ¿Tanto me había perdido en los ojos del chico que ni me percaté? Eso no podía ser normal...

Ambos nos sonrojamos al oír el comentario de Louis, nos miramos y, al notar este detalle, apartamos la mirada, sonrojándonos aún más, lo cual provocó que el resto de los chicos estallaran en carcajadas.

-¡No tiene gracia!- Los regañó Liam.

-Vale "mami" lo que tu digas.- Dijo Louis aún entre risas.

Entramos a clase y el día pasó muy tranquilo. Eso era bastante extraño, ya que no hubo ni una sola burla. Estaba claro que la presencia de los chicos allí ayudaba.

Alumnos de intercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora