La gran fecha.

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PERSONAJES: TOMxLECTORA

ADVERTENCIAS: Mucha melosidad sí si.

ACLARACIONES EXTRAS:
ES LA TERCERA PARTE DE "EL GRAN ANUNCIO" (tercer capítulo de esta historia) Y PREDECESORA DE  "LA GRAN NOCHE" (noveno capítulo de aquí, si gustan pueden volver a leer y refrescar sus memorias).
Me hicieron este pedido y se los debía.



Tom daba vueltas por toda la habitación, mientras sus padres trataban de tranquilizarlo.

No paraba de pasarse las manos por el cabello y repetirse a sí mismo sus votos nupciales, jurando que esos serían sus diálogos más difíciles de la vida.

Diana nunca había visto tan nervioso a su hijo, quien no podía ni acomodarse la corbata y se había colocado al revés por accidente el saco por lo menos 2 veces.

Él había dicho que te necesitaba, porque tú le hacías la corbata en cada momento especial, y este seguro sería el más grande de su vida, a su percepción.

James, su progenitor, le reprendió por estar teniendo un capricho de niño pequeño, no podía verte, no antes de la boda, y se lo había repetido mientras trataba de tranquilizarlo, temiendo que sino lo hacía éste explotaría por tanta ansiedad.

Diana se acercó a su ex-esposo y después de negar con la cabeza le dedicó un suspiro y una mirada con un claro mensaje "era tiempo de que trajera a los refuerzos".

James, volvió a la habitación después de un rato y posterior a intercambiar susurros con Diana que Tom no alcanzó a escuchar, dejaron a solas a su hijo.

—Cierra los ojos —se escuchó al otro lado de la puerta, y automáticamente reconoció aquella voz, tu voz.

Él lo hizo sin dudarlo y reíste un poco al entrar a su vestidor y encontrarlo plantado en medio del lugar con los ojos cerrados y el traje medio puesto.

—Creí que exageraban pero no, Tom Hiddleston ¿está sufriendo pánico escénico?

Él negó y trató de abrir los ojos lo cual le impediste, no podía verte ahí con el vestido de novia puesto, era de mala suerte.

Y teniendo al hombre perfecto como futuro esposo, uno no se atreve a arriesgarse.

Colocaste un pañuelo cubriendole sus ojos.

—¿Es alguna clase de juego de sadomasoquismo? Creí que los guardaríamos para la luna de miel—bromeó.

—Es un ritual satánico para que no me dejes jamás —respondiste en el mismo tono.

Él rió y por un momento dejó de removerse nervioso y jugar con sus manos.

—Estoy asustado.

Acariciaste su barbilla.

—Es muy difícil para mi —él prosiguió hablando.

—Si no estás listo puedes decirlo y huir por la puerta trasera, yo lo entenderé y podré comerme finalmente el pastel sin esperar tanto.

Conseguiste hacerlo reír, lo cual provocó que su espalda se destensase.

Lo guiaste a sentarse en un pequeño puf de la esquina.

—Hablo enserio —se acomodó cruzando sus kilométricas piernas.

—Yo también —te acomodaste en el suelo frente a él, con el tul de la falda de tu vestido revoloteando alrededor— sino quieres...

—¿No querer? ¡Es lo que más quiero! ¡Eres lo que más quiero! ¡Lo que más deseo! —él suspiró y se talló la cara— y pasar el resto de mi vida contigo, sería como un sueño pero... —no respondiste, sabías que no era momento para presionarlo— ¿y si se queda sólo como eso? ¿Un simple sueño?

—Cariño...

—Me refiero a... sino logró que funcione —su voz sonó un poco rota al respecto.

—Una relación es de dos... aparte ¿Cómo podrías tú arruinarlo? Las posibilidades son... ¡0 en un millón! Podría ser yo quien lo hiciese por mucho.

Negó con la cabeza, dijo tu nombre en un susurro y tentando alcanzó a tocar tu mejilla y acariciarla.

—Te mereces lo mejor, me haces feliz como nunca antes lo había sido, y me asusta perder esto, perderte, me asusta que mis intentos por mantenerte amándome no funcionen... mis padres se divorciaron, y sus padres a su vez lo hicieron, y los padres de sus padres... como una maldición.

Trataste de reprimir una risita, a veces su vena dramática le saltaba nata.

—Tom, no tienes que preocuparte.

—Si, si lo tengo, cuando tienes algo tan bueno, que te hace sentir tan lleno, que te hace querer permanecer de esa forma eternamente, te preocupas, hasta lo más mínimo, no quiero acabar en esa lista, en esos porcentajes de divorcios, quiero estar contigo, quiero amarte, acompañarte, cuidarte y respetarte... pero temo que no sé si vaya a ser lo suficientemente bueno para conservarnos así. No crecí en un matrimonio perfecto, eso me hace pensar que no sé cómo conservar un matrimonio, que no sé qué hacer sino tuve un ejemplo... y la verdad es que para ser "un hombre ideal" según los medios, pasó más tiempo soltero que en una relación, hasta ahora, tú y Bobby son mi relación más larga —rió nervioso.

Dejaste un beso en su mejilla.

—Lo haremos bien.

—Eso quiero, no quiero dañarte o dañarnos, pero no sé si...

—Piensa esto Tom, lo intentaremos, y eso es lo más importante, no necesitamos una boda o un título de matrimonio para ello, así que si te asusta salir al altar...

—Quiero salir al altar —dijo seguro— pero quiero aún más, que nuestras promesas, no sé queden ahí, junto a los votos, no, quiero que nos acompañen, para toda la vida.

Entrelazaron sus manos.

—Ningún matrimonio es perfecto, pero podemos intentar que sea bueno.

—¿Aún si meto la pata? —el tono en que lo dijo fue como el de un pequeño niño asustado.

—Aún si metemos la pata.

—Te amo.






Creo que esto es feliz o algo así porque lo pidieron así queee... también se me hizo tierno un Tom asustado, no por el compromiso, sino por las ganas de hacerlo fantástico.

Yyyy esto es todo, es tarde ya...

Espero les guste.

—Horns💚🐍

OS/IMAGINAS -TOM ﹠ LOKI.-THFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora