Universos Paralelos ●Hinata Hyuga●

7- El primer reporte

Varias semanas después empezaba con la misma rutina de siempre. Levantarme, un baño, desayuno, entrenamiento, almuerzo, descanso, lectura, comida, más entrenamiento, más lectura, cena y fin del día. Y mientras hacía todo eso espiaba discretamente los alrededores en busca de información.

Lo que había conseguido los últimos días era poco, espiar se me complicaba cada que había personas cerca y trataba de alejarme lo más de ellas, pero por algún motivo ya comenzaban a tratarme igual que a Sasuke. Quizá era porque entrenabamos juntos además de que algunas veces tomaba asiento en la misma mesa que Sasuke para almorzar. Había ocasiones en las que se retiraba y otras permanecía quieto e indiferente como si yo no estuviese ahí.

Estaba en el consultorio, con Shiori vendandome la pierna izquierda, pues durante un entrenamiento con Sasuke esquive mal algunos kunais y uno de ellos me alcanzó penetrando con algo de profundidad mi piel.

—Creó que ya debería aprender Ninjutsu médico... Siempre te molesto para que me atiendas.—

—Para nada me molestas, pero si sería buena idea que aprendieras algo de ninjutsu médico... Durante una batalla real te sería de mucha ayuda.—

—¿Tú... podrías enseñarme?—

—¡¿Yo?! Bueno, sería mejor que Kabuto-San te apoyará en ese ámbito, el es el mejor ninja médico que quizá llegarás a conocer... Deberías... Preguntarle si puede enseñarte algo.—

—Quizá... Aunque para ser sincera me sentiría más a gusto si me enseñarás tú.—

Le daba una última vuelta a la venda en mi pierna.

—No digas eso.— Contesto y en un instante pude ver como sus mejillas se coloreaban de un rosa pálido.

—... Tu...  Nunca has atendido a Sasuke-kun, ¿Verdad?—

—Orochimaru-Sama me anunció desde el principio que Kabuto-San se encargaría de él en esos casos.—

—Y-ya veo.—

—Pero, por lo que sé, el chico no se permite estar en esas situaciones muy seguido... ¿Como es contigo? Es muy sabido que es serio pero... Me da la impresión de que solo es así con quienes no convive.—

—No.—

—¿Eh?—

—Él es así con todos, siempre es callado y... Muy pocas veces te dirige la palabra... incluso yo que entreno con él... solo habla para decirme cosas como..."muévete" o "descansemos"—

—Conque así es... Es extraño.—Hizo un nudo con otra venda.—Ya está lista.—

—Gracias, Shiori-San.—

—Cuando me necesites estaré aquí.—

—Si, me voy.—

—Esfuérzate.—

Al entrar a la biblioteca la primera persona que vi fue a Kabuto anotando algo en una libreta de bolsillo con una maleta a un lado suyo, era mi oportunidad de preguntarle si podía enseñarme algo de ninjutsu médico.

—Kabuto-kun—

—Hinata, ¿Que haces aquí?—

—Venía a buscar algo que me ayude con el Katon y el Raiton, Orochimaru-Sama cree que como Sasuke-kun y yo tenemos las mismas naturalezas de chakra... sería bueno que conociéramos Ninjutsus de más potencia que requieran a dos usuarios, pero... Sasuke-kun es muy hábil tanto con el Raiton como con el Katon, no quiero que estemos atrasados por mi culpa.—

Se volteó a verme y se acercó a la altura de mi rostro, me miró fijamente a los ojos.

—Sabes... tu no tienes pinta de ser rechazada por tu clan.— El aire se me cortó y mi corazón palpitaba con prisa. ¿Me había descubierto? ¿Este sería el fin? traté de mantenerme lo más neutra posible y poder decir algo coherente. —Es decir... cualquiera pensaría que eres tan voluble que no podrías si quiera cuidar de tí misma, tu padre o algún familiar tuyo debió tener algún tipo de remordimiento cuando te hecho.— Mi respiración comenzó a calmarse.— Como sea, me alegra que tengas iniciativa. Te diré algo pero no se lo digas a Sasuke... a diferencia de él, tu eres agradable.—