Fiebre

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Bruce a las malas tuvo que interactuar con el pequeño Nath. Este calladito jugaba con sus bloques, los tiraba por todo el piso y con paciencia los recogía uno a uno y volvía a hacer castillos, edificios o pirámides. Tenía de todo Bloques de madera, de plástico, unos de metal los cuales eran magnéticos y los mezclaba. Aunque Bruce no lo tocará le veía con cierto detenimiento le recordaba a alguien pero no sabía a quién.

Flash Back

El recuerda su infancia una de las primeras festividades de su vida tenía cuatro años debería tener pantaloncillos cortos y alguna camisita pero esa mañana era navidad y lo menos que le importaba era vestirse. Y con su mameluco rojo bajó las escaleras. Había recibido dos regalos uno pequeño el cual por su misma naturaleza abrió primero encontrándose con un extraño peluche diciéndole gracias a su mamá y a Santa Claus. Posterior mente abrió el grande eran unas placas de metal, una perforadora y unos tornillos. En poco tiempo había hecho un edificio.

-Mira mamá.

-Mira quien tenemos aquí a mi pequeño Einsten.

-mamá Einstein no hacía edificios.

-Pero serás igual de grande que él, eso te lo puedo asegurar.

Fin del Flash Back

Recordaba a su madre era de aquellas mujeres que no eran perfectas, no tenía un trabajo trascendental era una modesta boticaria con sus risos castaños y mirada llena de bondad.

-Te digo que es un buen niño- le susurro Barton por la espalda. Este solo se rascó la oreja

-Si ya lo veo.

-Nathan es hora de comida.

-Papa comida Skaar- el niño estiraba los bracitos a su papi y este lo ponía en la silla para comer. Por su fascinación a la misma no era necesario si quiera cuchara solo tenía que poner la papilla en un plato extendido, una que otra fruta y verdura sus dientitos no eran tan fuertes pero con paciencia comían todo lo de la mesilla. Bruce seguía observando como tomaba el platito sacaba la lengua y manchándose la barbilla y parte del pecho (ese niño se la pasaba en poca ropa quizá eso fue de las pocas cosas en las que era rebelde la ropa le estorbaba y lo expresaba con gestos y gruñidos) de todos modos seguía tomando lo caído y dejaba una mancha de papilla estofado de pollo. Con ello se preparaba para comer las frutas.

-En eso se parece a ti- se sentó a su lado pero no lo suficiente cerca aun temía que ocurrieran cosas.

-¿Disculpa?

-Primero se come lo que no le gusta.

Le había sacado una risa, no podía decirle que no a Clint.

-¿Sería mucha molestia pedirte que le saques de la mesilla en lo que voy a dejar el plato?

-Si claro, no es algo tan difícil.

En ello Clint se fue bueno la verdad no se había ido solo estaba apreciando a lo lejos lo que ocurriría si es que ocurría. Bruce se levantó con paso lento se acercó al niño quién trataba de encontrarse comida.

-¿Nathan?- La cría era muy inteligente por lo que dejó su trabajo y como bondadoso que es estiro sus bracitos y miro con ojos de cachorro a su progenitor, no era necesario que nadie le explicará él lo sabía.

-Pah- había dicho el niño

-¿Qué dijiste?

-Pah, Skar Pah.

Clint por poco se delata agradecía internamente que Friday estuviera en toda la casa guardaría ese momento toda su vida.

Bruce cuando menos se dio cuenta ya tenía al de tez grisácea en sus manos pero una voz en su cabeza le hizo dejarle

FrustraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora