II PARTE
El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario.
De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
(...)
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario.
Vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario
El hombre imaginario– Nicanor Parra
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Rin: El precio de la eternidad
FantasyLa vida vuelve a ser normal, Alison pasa pagina y las cosas se mantienen como están. Ella se ve a si misma caminando entre calles con edificios que parecen ser casas hechas de cartas, el viento sopla y las derriba dejando una lluvia de naipes a su a...