Simón, el pervertido.

1

Ámbar.

El sol entraba por las endijas de la ventana, los débiles rayitos de la primavera golpeaban como una caricia el rostro de la rubia, que dormía placidamente sobre su cama. Suena la alarma a las 07:00 am, hora de levantarse e ir al colegio. Con una de sus manos golpea el aparato que disparaba ese tan familiar y chillón ruido de las mañanas, del cual todavía no se acostumbraba. Suspira pesadamente y se sienta en la cama, la cual estaba toda desordenada a causa de sus movimientos. Luego de levantarse, comienza a cambiarse con su uniforme de colegio que consistía en una camisa blanca, un chaleco o sweter verde con diseño escocés, una corbata con el mismo diseño, una falda al mismo estilo, calcetas blancas o negras altas, y los zapatos que más les gusten color negros. Ya una vez cambiada, baja los 40 escalones con forma de caracol que separaban el piso de abajo con el de arriba.

—Buen día madrina —dice la rubia cuando ve a la mayor sentada en la mesa tomando su típico té de todas las mañanas, con su pose de señora adinerada—. ¿Como amaneciste?

—Buenos días, Ámbar —dice esta mirándola con atención a la rubia, a su parecer, cada día estaba más linda, y más inteligente—. Muy bien, gracias. ¿Y vos, como amaneciste?

—Muy bien, gracias —no se produce más conversación, hasta que la rubia mayor rompe el silencio.

—Ámbar... —dice esta—. Me voy a ir por unos días, el hijo de una amiga va a venir a cuidar la casa, y también a vos, pero se que vas a poder cuidarte sola —la mira con un aire de elegancia y sencillez al mismo tiempo.

Al escuchar sus palabras, sonríe internamente, le gustaba estar sin su madrina. —Está bien, sabes que no hay problema, y en cuanto al muchacho, no hace falta, puedo cuidarme sola.

—Ya lo se, pero de todos modos va a venir, lo voy a contratar por temporada —dice la rubia mayor y seguidamente se levanta dejando a la menor sola.

Luego de un rato desayunando, se levanta, toma su bolso y se sube al auto partiendo hacia el Blake South College.

(...)

—¡Ámbar! —grita Jazmín al verla, no se veían hace semanas y se extrañaban. Al acercarse a la rubia, la abraza con fuerza y deja un beso ruidoso en su mejilla.

—¡Ay, Jazmín, salí de acá! —le dice la rubia a la pelirroja, la quería, pero a veces era irritante.

—Hola, amiga —dice la morocha, que la mira con una sonrisita.

—Hola Delfi —le da dos besos en sus mejillas y sonríe—. Las extrañaba chicas.

—No importa eso, Ámbar, estoy enamorada —dice moviendo las manos en un corazón—. Acaba de entrar un chico al colegio, y es hermoso, perfecto, y todo lo que te puedas imaginar —suspira de una forma que te hace pensar que de verdad le gusta.

—Si amiga, es bastante lindo, tenés que verlo —dice la morocha tomando la mano de la rubia y caminando hacia los lockers.

Ellas caminan hasta los casilleros, donde, como habían dicho ellas, se encontraba el chico nuevo rodeado de chicas. Ámbar decide acerarse para darle la bienvenida a su nuevo compañero, y al verlo su cara cambia completamente.

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Holaaa, dedico el primer capitulo a la chica mencionada MxstxrSwxg es la segunda autora de esta hermosa novela, esperamos les guste.