Una carta para Jimmy Page

Mas fotografías.

Janis

Necesitaba mas fotos, y lo sabía.

Jimmy no era nada malo, el problema era el estilo que yo quería, a demás de querer ser mi modelo, quería su pequeña recompensa.

La cual me implicaba atada a la cama, obedeciendo todo lo que el dijera, acatando sus ordenes al pie de la letra.

—Jim...

—¿si?

—necesito que vayas en busca de alguien, me tomara unas fotografías para lo de mi empleo.

—¿a casó no puedo tomarlas yo?

—si —me acurruque en la bata blanca, ya tenia mi "vestuario" debajo —pero quiero que sea esa persona quien las tome.

—dejame ver, anda.

—solo prometeme una cosa.

—habla.

—que no me arrojarás a la cama.

—mmm...esta bien, lo prometo.

Me quité la bata, dejando a la vista el traje surrealista que usaría ese día.

Eran libros. Libros atados a mi cuerpo

—ven aquí, lindura —me rodeó la cintra con sus largos brazos.

—¿te gusta?

—me fascina.

—anda, ve.

—lástima que no pueda retirarlo.

—ve dos pisos arriba, hay una puerta negra, probablemente Bran y Jane estén ahí, necesito a Jane.

—ya vuelvo.

Salió y tardo un par de minutos en volver, pero tuvo éxito.

—¡Janis Gibson!

—¡Jane Lane! (Si, como la de "daria")

—ese tipo me dijo que era para unas fotos, no puedo creer que tendrás empleo.

—me aburrí de estar acá sin hacer nada, así que fui a una entrevista y necesitan ver mi trabajo, como fotógrafa y como modelo.

—¿modelaras para mi? —ronroneo Jimmy.

—a lo mejor, si no te portas mal.

—¿Puedo quedarme?

—quedate ahí en ese rincón, toma la guitarra si quieres.

—por supuesto, abuela.

—cayate.

—¿que hace Jimmy Page en tu habitación?

—es una larga historia.

—esta bien, dame la cámara —se la entregue y me quite la bata —santo queso, no creo que sea buena idea tener a este muchacho aquí dentro.

—tranquila, yo no tengo todo bajo control, a demás, a el también lo tengo controlado.

—ñiñiñi, yi i il li tingui quintrilidi —dijo Jim haciendo caras bastante graciosas que me hicieron reír a carcajadas. —¿de qué te ríes? No es gracioso.

—para ella si —Jane tomó un par de fotos mientras yo reía.

—deberías madurar, Pagey.

—y tu deberías sonreír mas a menudo, gruñona.

—así te gusto.

—de espaldas, viendo a la ventana —indico mi amiga. A lo que yo hice caso.